lunes, 30 de abril de 2012

Elemental, querido Watson

En estos días, los nombres de Pep Guardiola y Tito Vilanova están de rabiosa actualidad debido a que el de Sampedor anunció el pasado viernes que dejaba la dirección técnica del Barça y alumbraba como su sustituto al que hasta ahora había sido su mano derecha al frente del equipo de sus amores.

La pareja que forman Guardiola y Tito, Tito y Guardiola, me trae inevitablemente al recuerdo uno de los dúos más carismáticos y populares de la literatura británica y de la universal en general. Guardiola, enigmático en la personalidad e imprevisible en las formas para resolver el puzzle que presentan las defensas rivales, con esa elegancia y porte de dandi inglés de la época victoriana, no es más que el vivo retrato del famoso detective Sherlock Holmes. Este personaje, creado por Sir Arthur Conan Doyle, siempre aparecía acompañado de su “querido” compañero John Watson, en este caso Tito Vilanova, un hombre tranquilo y sereno, siempre secundario y a la sombra de su amigo, pero que le aporta el temple necesario en los momentos más críticos.


Sin duda, el Barça de Guardiola, el de los grandes éxitos, no hubiera sido posible sin la presencia de Vilanova, figura muy importante desde las sombras, al igual que Holmes no podría resolver sus casos sin la ayuda de Watson. Fue idea de Tito reinventar el juego de Messi situándolo como falso nueve ante la ausencia de uno puro en la plantilla, también son suyas todas las jugadas de estrategia que realiza el Barcelona en cada partido, es imprescindible a la hora de cohesionar el vestuario… Pero el que se lleva los halagos y la atención de la prensa es Pep, ya que da mucho más juego con sus ruedas de prensa.

Pero ahora la historia ha dado un giro que ni el mismo Doyle hubiera podido imaginar, y es que Holmes deja el banquillo, y no sólo lo deja, sino que lo más interesante de todo es que deja a Watson al frente para que demuestre su valía y pueda brillar con luz propia al frente de un gran caso. Ciertamente, las causas del adiós de Pep se desconocen: quizá cuatro años soportando la inmensa presión mediática desgasten demasiado, quizá “Mouriarty” fue demasiado lejos no sólo dejándole sin liga, sino desmantelando el Camp Nou, quizá la utopía culé no es tan utópica… Pero lo verdaderamente elemental del asunto es que sin duda quedará un nuevo panorama en Can Barça con la marcha del gurú y que a pesar de que el que queda al frente conoce a la perfección a los jugadores, deberá trabajar muy duro para volver a llevar al equipo a la senda ganadora. Además, se enfrenta al problema añadido de tener que demostrar que puede ser el número uno con los focos brillando sobre él, no a la sombra de Guardiola.


Aunque, situándonos en una retorcida mente como la del brillante Sherlock Holmes, queda todavía una última posibilidad, por inverosímil que parezca. Y es que Guardiola, harto de tener que entablar una guerra dialéctica diaria con su eterno rival y alter ego, haya decidido dar un paso atrás para ser ahora él quien realice el trabajo desde las sombras y, con menos desgaste tanto para él como para el vestuario, volver a reconducir la situación y llevar al Barça de nuevo a la cima. Quizá por eso no le interesó demasiado saltar de la barca en las cataratas de Reichenbach. Lo único que sabemos seguro es que para el Barça su trabajo será elemental, querido Watson.

PabloG.

36ª Jornada de la Liga BBVA Málaga - Valencia


¡Que siga la fiesta!

Final por la Champions en La Rosaleda entre Málaga y Valencia con el tercer puesto en juego. Los chés visitaban el feudo malaguista con el ambiente enrarecido en la ciudad del Turia después de la dolorosa eliminación de la Europa League por parte del Atlético que les privó de disputar la final y que apretó la soga de Emery un poquito más si cabe, mientras que los malacitanos afrontaban el choque como el más ilusionante de su historia y con ambición para intentar desbancar al Valencia del tercer puesto.

El encuentro comenzó emocionante desde antes del pitido inicial, cuando las treinta mil gargantas que se dieron cita en La Rosaleda cantaron a coro como nunca el himno malaguista en una estampa que ponía los bellos de punta a cualquiera. Sin duda, la afición respondió como nunca, incluso a pesar de la fuerte lluvia que acompañó al duelo.

Tras el inicio del encuentro, Valencia y Málaga demostraron que ninguno se daría por vencido antes de tiempo, ya que el choque fue de ida y vuelta en los primeros minutos, aunque sin ninguna oportunidad clara para ninguno de los dos conjuntos.

El primer aviso serio lo dio Eliseu, con un latigazo desde la frontal al rechace de un córner, pero Guaita, el mejor de su equipo en la tarde de hoy, respondió con una enorme estirada para salvar el primero de su equipo. Poco después llegó la primera y única ocasión clara del Valencia, con un disparo de Feghouli que no terminó de coger puerta.

Pero minutos más tarde, cerca de la media hora de juego, llegó el tanto blanquiazul cuando Camacho remató de manera poco ortodoxa al fondo de las mallas un magnífico centro de Gámez con un cabeza que tomó una extraña parábola y se hizo imposible para Guaita. El Málaga se adelantaba en el marcador y La Rosaleda explotaba de júbilo, ya que veía que la Champions no era un sueño sino una realidad cada vez más cercana.


Tras el gol, el Málaga tomó las riendas del encuentro y puedo ampliar su ventaja si no llega a ser por la formidable actuación de Vicente Guaita, siendo la oportunidad más clara una contra liderada por Isco, que se metió en el área tras arrancar en medio campo propio, abrió para Rondón que se la volvió a devolver, y el final disparo de Cazorla lo detuvo el meta ché.

En la segunda mitad, los boquerones salieron con mucho más ímpetu a por el segundo tanto, un segundo tanto que empataría el gol average particular entre ambos equipos. A punto estuvo de llegar con un balón interior de Isco que Cazorla recibió dentro del área, pero su disparo se estrelló con Guaita. Poco después fue el turno de Joaquín, que tras un robo de balón se plantó solo ante el meta valencianista, que volvió a ganar la partida.

El Málaga ya no sólo tocaba, sino que lanzaba balones largos en busca de sus delanteros, lo que creaba grandes problemas a la defensa ché, que no podía controlar a Rondón. Buena muestra de ello fue un balón que esta vez si ganó Rami pero que terminó ganando el venezolano gracias a una asfixiante presión que termino en una pérdida absurda del central franco-marroquí y que apunto estuvo de costarle el segundo a su equipo.

Pero sin duda, todo se puso mucho más cuesta arriba para el Valencia cuando a la hora de partido, Feghouli soltó un codazo a Eliseu en la disputa de un balón aéreo que le costó la segunda cartulina amarilla y que dejó a su equipo con un hombre menos con media hora de juego aún por delante.


Después de la expulsión, Pellegrini decidió dar entrada a Van Nistelrooy y Duda en detrimento de Rondón, que realizó una impagable labor de desgaste, y el lesionado Maresca.

Con los cambios, el Málaga se volcó definitivamente al ataque en busca de un nuevo tanto que acercara aún más la Champions. Lo intentó primero con un disparo de Van Nistelrooy a centro de Isco, pero Guaita sacó la manopla a ras de suelo para desmantelar la ocasión. Poco después el Málaga tuvo la mejor ocasión del encuentro con un zurdazo desde la frontal que, tras superar a Guaita y cuando todo el estadio coreaba el gol, se estrelló en el larguero. Pero sin duda, la actuación más brillante del portero valenciano llegó tras un testarazo de Ruud Van Nistelrooy que el trece del Valencia sacó prácticamente de dentro con una mano antológica que salvó a su equipo de marcharse de La Rosaleda con una goleada aún mayor.


Al final, el Málaga solventó con claridad el partido más importante de la temporada en el que barrió a un Valencia que a pesar de que nunca se dio por vencido, no pudo hacer nada frente al talento natural de un Málaga que pone la directa hacia la Champions acompañado por su fiel afición que disfrutó como nunca del equipo de sus amores.

ALINEACIONES

Málaga: Kameni; Gámez, Weligton, Demichelis, Eliseu; Camacho, Maresca (70’ Duda), Cazorla, Isco, Joaquín (85’ Seba); Rondón (74’ Van Nistelrooy).

Valencia: Guaita; Barragán (81’ Hernández), Rami, Costa, Alba; Tino Costa, Maduro, Mathieu (81’ Topal), Feghouli; Piatti, Soldado (67’ Aduriz).

PabloG.

viernes, 27 de abril de 2012

Vuelta de las Semifinales de la UEFA Europa League Athletic de Bilbao - Sporting de Portugal


Habrá final rojiblanca: Llorente lleva al Athletic a la histórica final de Bucarest

Vibrante encuentro disputado en San Mamés entre dos equipos repletos de calidad, juventud y hambre de títulos. Llegaba el Sporting de Portugal a La Catedral en busca de un billete para la final de Bucarest, pero no se lo pondría fácil un Athletic que, consciente de la histórica oportunidad que tenía a su alcance y del abierto 2-1 de la ida, lo dejó todo en el campo.

Comenzó algo nervioso el equipo de Bielsa, con algunas imprecisiones a la hora de hacer circular el balón, aunque a pesar de esto, contó con las primeras ocasiones del encuentro. Los vascos declararon sus intenciones a los once minutos, con una jugada combinativa que acabó con un disparo de Muniain tras una dejada de Ibai Gómez que se marchó a córner. Poco después volvió a la carga el Athletic, con un buen disparo del propio Ibai al que Rui Patricio respondió con agilidad.

Tan solo un minuto más tarde y después de haber amedrentado ya a la defensa portuguesa, llegó el tanto rojiblanco. Tras una nueva jugada colectiva, Muniain colgó el balón desde la derecha y Llorente puso su fornido pecho para dejar el balón franco a Susaeta y que este la enganchase y fusilara a Rui Patricio. El Athletic golpeaba primero.


Tras el tanto local, el Sporting despertó y tomo un poco más la iniciativa del encuentro, desbordando en la línea de tres cuartos de campo con la velocidad de Capel y Pereirinha, y sobre todo, con la calidad del chileno Matías Fernández. “Matigol” lideró todas las contras de su equipo, ocasionadas por las pérdidas de balón de un Athletic que bajó el ritmo durante este tramo del encuentro.

Durante estos minutos de acercamiento, el Sporting contó con grandes ocasiones de igualar el encuentro. La mejor de todas ellas llegó tras una buena jugada de toque de los portugueses que finalizó con un centro de Capel desde la izquierda y un remate alto de Pereirinha tras haberle ganado la posición a la defensa. También pudo empatar el partido el central Polga, pero a su gran remate a la salida de un córner tras ganarle la partida a Llorente, Iraizoz respondió con una gran parada que salvó a su equipo.

A partir de los cuarenta minutos el Athletic volvió a resurgir y se mostró mucho más preciso en la entrega del balón. Los de Bielsa provocaron grandes desajustes en la defensa portuguesa con sus innumerables entradas por banda, sobre todo con jugadores del centro del campo como Ander que caía al costado para sorprender. Contó con dos ocasiones inmejorables el Athletic para ampliar su ventaja: primero un centro perfecto de Iraola al que Ibai no acertó a llegar; después un remate de volea de Llorente a centro de Ander al que Rui Patricio respondió con un gran paradón.

Pero cuando mejor y más cerca del gol se encontraba el Athletic, llegó el tanto lisboeta. Gorka Iraizoz despejó de puños un córner desde la izquierda y su despeje le cayó a Martins, que no dudó en disparar, pero su chut golpeó salió nuevamente rechazado, lo que propició que le cayera perfecta a Van Wolfswinkel, que la clavó para poner las tablas en el marcador y darle la clasificación momentánea a su equipo.


Aunque duró poco la alegría a la afición portuguesa, que vio como sólo dos minutos más tarde y en el descuento de la primera mitad, Llorente recibía un balón en la frontal y hacía una maniobra de superclase para mandar un balón interior a Ibai Gómez que el joven mediapunta de Lezama no perdonó e hizo el segundo de su equipo para dejar un hermoso panorama de cara al segundo acto.

En la segunda mitad, Matías Fernández, que estaba tocado, dejó su lugar en el campo para que entrara Carriço.

El Athletic salió de nuevo a por el encuentro y contó con una gran ocasión por medio de Susaeta, que tras una jugada individual, disparó a puerta, pero se topó con un Rui Patricio que sacó el balón de la escuadra y mandó el balón a córner. Precisamente, en este saque de esquina, Javi Martínez se elevó sobre el resto y conectó un perfecto cabezazo, pero cuando ya había superado al portero lisboeta, su remate se estrelló en el poste. También tuvo una gran ocasión el Sporting, con un disparo seco de falta directa de Insúa que salió repelido por el poste tras tocar en Ander Herrera. El partido se ponía más emocionante por momentos.

Tras unos minutos trepidantes, el ritmo del encuentro descendió un poco, en parte porque los dos conjuntos veían próxima la prórroga y no querían asumir riesgos innecesarios. A pesar de ello, Llorente tuvo una buena oportunidad con un remate de cabeza, pero Xandao salvó la ocasión en el instante justo, jugándose el penalti.

Pero en los minutos finales y como ya ocurriera en la ida, pero esta vez con los papeles cambiados, el Athletic logró el tanto definitivo en los últimos instantes del choque. Ibai recibió en el pico del área y tras sentar a su par, sacó un gran centro que Llorente acertó a rematar con gran maestría al poner la pierna en el momento justo para llevar a su equipo a la final de Bucarest.


Al Final, el Athletic de Bilbao logró una histórica victoria gracias a que no perdió nunca la cara al encuentro y a un colosal Fernando Llorente que tiró una vez más de su equipo para darle el triunfo ante un dignísimo adversario como lo fue el Sporting de Portugal. Habrá final rojiblanca el próximo nueve de mayo.

ALINEACIONES

Athletic: Iraizoz; Iraola, Amorebieta, Martínez, Aurtenetxe; Iturraspe, Herrera (93’ Pérez), Muniain (90’ Ekiza); Susaeta, Ibai (92’ Toquero), Llorente.

Sporting: Rui Patricio; Pereira, Polga, Xandao, Insúa; Schaars, Martins (83’ Carrillo), Capel, Fernández (45’ Carriço), Pereirinha (63’ Jeffren); Van Wolfswinkel.


PabloG.

jueves, 26 de abril de 2012

Vuelta de las Semifinales de la UEFA Champions League Real Madrid - Bayern Múnich

Se acabó el sueño de La Décima: el Bayern jugará su final

Trepidante encuentro el vivido en el Santiago Bernabéu, digno de la magnitud de unas semifinales de la UEFA Champions League. El Real Madrid necesitaba de la victoria para poder superar la eliminatoria, mientras que el Bayern podía acceder a “su” final incluso perdiendo por un tanto, debido al abierto 2-1 de la ida.

Empezó de maravilla el choque para los de José Mourinho, ya que prácticamente en la primera ocasión de peligro que tuvieron, Marcelo centro un balón desde la izquierda que Di María enganchó de primeras, pero su remate golpeó en el brazo del lateral Alaba dentro del área, por lo que el árbitro señaló penalti a los seis minutos de juego. Ronaldo colocó el balón en el punto y tras tomar carrera batió a Neuer, al que engañó tirando el balón hacia el palo contrario al que marcaba con el cuerpo. En estos momentos el Madrid estaba en la final.


Pronto reaccionó el Bayern, que dos minutos después del tanto, tuvo una ocasión inmejorable de igualar la contienda con un centro de Alaba tras una internada que Robben mandó incomprensiblemente a las nubes cuando estaba bajo palos y sin oposición. Poco después sería el turno para Mario Gómez, que sacó un buen disparo al que Casillas supo responder y Khedira envió el rechace a córner antes de que Ribèry rematara la faena.

Pero cuando más se acercaba el Bayern a la meta de Casillas volvió a aparecer la famosa pegada del Real Madrid, porque un rechace cayó en los pies de Özil, que vio perfectamente el desmarque de Ronaldo y le puso un balón al espacio para que éste lograra el segundo del Madrid y pusiera más cerca la final de Múnich.

El Bayern, como anfitrión de la final, no se conformó con el resultado y por fin tomó las riendas de un choque que no contaba con un dominador claro. Avisó primero con un disparo de Mario Gómez que se marchó rozando el poste. Pero en la siguiente jugada, tras una buena jugada de los bávaros, Kroos centró el balón desde la derecha y Pepe derribó a Gómez cuando el hispano-alemán se lanzaba para rematar el envío de su compañero, por lo que el colegiado volvió a señalar un nuevo penalti, esta vez a favor del Gigante de Baviera. Robben, viejo conocido del Santiago Bernabéu, disparo el balón muy pegado al palo, pero Casillas logró tocar el cuero, que finalmente se coló en la meta blanca tras golpear en el palo. Con este resultado el partido se iría a la prórroga.


Después del tanto alemán, ambos equipos gozaron de oportunidades de marcar un nuevo tanto, siendo las más claras un disparo con rosca de Benzema buscando la escuadra que se fue por poco, y un mano a mano de Gómez con Casillas que resolvió el cancerbero madrileño.

Tras la reanudación, el Madrid logró dominar algo más el encuentro, aunque el Bayern siguió creando mucho peligro en sus aproximaciones, lo que trajo de cabeza a la defensa merengue. La primera de la segunda mitad la tuvo Mario Gómez tras un centro de Lahm, pero su remate se marchó fuera rozando el palo.

Los merengues iban a más poco a poco, en parte debido al desgaste realizado por el Bayern de Múnich. Tuvieron una gran ocasión casi a la hora de juego, con un gran remate de Benzema que Neuer sacó con una mano prodigiosa que evitó el tercer tanto madridista. Diez minutos más tarde, volvió a intentarlo de nuevo el francés, que disparó alto tras una contra de Ronaldo, muy discreto después de lograr el segundo tanto.

Pero sin duda, el que pudo matar la eliminatoria a tan solo cinco minutos del final fue el equipo alemán, pero Mario Gómez acusó el cansancio mental y físico, y no pudo rematar a gol un buen servicio de Ribèry. Con el 2-1 que reflejaba el marcador, nos íbamos a la prórroga.

En el tiempo extra se pudo apreciar como ninguno de los dos equipos tenía fuelle suficiente como para aportar lo necesario para llevarse el encuentro. El Madrid dominó la primera mitad de cabo a rabo, pero ninguna de sus aproximaciones encontró ninguna posición clara de disparo. En frente, un Bayern que, con tan solo un cambio realizado, el de Müller por Ribèry, deseaba que pasaran los minutos para decidir el encuentro en la tanda de penaltis, como así sucedió finalmente.

En la tanda de penaltis, el Bayern comenzó lanzando por medio de Alaba, que batió a Casillas con un fuerte disparo por la izquierda. Era el turno para Ronaldo, que quería repetir la hazaña del primer tiempo del tiempo reglamentario, por lo que miró a Neuer y se la puso al mismo palo, pero en esta ocasión el formidable meta alemán adivinó la intención del luso y le detuvo el lanzamiento. Le tocaba de nuevo al Bayern, que por medio de Mario Gómez, tomó una ventaja de dos goles sobre su rival. Tras esto, le tocó a Kaká, que volvió a toparse con un colosal Neuer para mantener la ventaja de su equipo.


La distancia, que parecía insalvable, sólo podría reducirse gracias a un hombre: Iker Casillas. El de Móstoles se puso frente a Kroos y adivinó el lanzamiento del joven centrocampista para mantener la esperanza de su equipo. Por su parte, Alonso hizo aún mejor la parada de su compañero convirtiendo su lanzamiento y reduciendo la distancia a un gol. De nuevo Casillas se hallaba bajo palos, esta vez frente a un veterano como Philipp Lahm, pero volvió a demostrar que es el número uno al detener el lanzamiento del capitán de los bávaros. El sueño de la décima parecía posible.

Pero el milagro no se obró, en parte por culpa de Sergio Ramos, que marró el penalti que hubiera supuesto la igualada de su equipo mandando el balón al segundo anfiteatro. Con este escenario todo quedaba en manos del Bayern, todo quedaba en manos de Schweinsteiger. El buque insignia del Bayern puso el balón en el punto fatídico, tomó carrera, miró a Casillas y mandó el balón al fondo de las mallas para llevar a su equipo a la final y desatar el llanto en el Santiago Bernabéu y prácticamente en toda España, que veía como se quedaba sin representantes en la final del próximo diecinueve de mayo en Múnich.


ALINEACIONES

Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Ramos, Marcelo; Khedira, Alonso, Di María, Özil, Ronaldo; Benzema.

Bayern Múnich: Neuer; Lahm, Boateng, Badstuber, Alaba; Luiz Gustavo, Schweinsteiger, Kroos; Robben, Ribèry, Gómez.


PabloG.

miércoles, 25 de abril de 2012

Vuelta de las Semifinales de la UEFA Champions League Barcelona - Chelsea


El Barça se hunde, el Chelsea se citará con la Historia

Partidazo el vivido en el Camp Nou, algo que viene siendo habitual en los últimos años cuando se cruzan los caminos de estos grandes del fútbol europeo, y más aún si se trata de una semifinal de la Champions League con todo por decidir tras el abierto 1-0 de la ida.

No vino el Chelsea a jugarse el partido al ataque ni muchísimo menos, sino a plantar un denso entramado defensivo y a esperar que el tiempo corriera para poder alcanzar la ansiada final de Múnich. Ante este panorama, al Barça le tocaba acosar a su rival en busca de los dos tantos que le hicieran superar la eliminatoria.

Declararon pronto sus intenciones los culés, que tuvieron una buena ocasión de Messi tras una pared con Alexis que se marchó al lateral de la red. Pero pronto se le puso mucho más de cara el encuentro al equipo de Guardiola, ya que a los once minutos, Gary Cahill tuvo que dejar su lugar en el campo para que entrara Bosingwa debido a una lesión muscular.

La oleada de ocasiones blaugrana continuó mientras el Chelsea defendía con sus once jugadores dentro del área. La tuvo de nuevo Messi para abrir el marcador con otra pared, esta vez con Fábregas, pero el argentino se topó con Cech. Un minuto más tarde fue el propio Cesc quien tuvo la ocasión de marcar el primero, pero su volea se fue desviada.

Minutos más tarde, las fuerzas se igualaron un poco, ya que Gerard Piqué tuvo que ser sustituido, consecuencia de un encontronazo con su compañero Valdés en la disputa de un balón con Drogba, por lo que Alves entró al terreno de juego.

Pero el Barça, que seguía dominando totalmente el balón ante un Chelsea muy bien plantado defensivamente, cambió en tan solo dos minutos el escenario del encuentro: primero porque Alves, que recibió un rechace de un córner y abrió el balón a la izquierda para que Cuenca, con mucha sangre fría, pusiera el balón atrás y Busquets la empujara a gol para empatar la eliminatoria; segundo, porque John Terry, en una de sus clásicas pérdidas de papeles, agredió a Alexis propinándole un rodillazo que le supuso la expulsión. Con, al menos, cincuenta minutos de juego por delante, el Chelsea debía afrontar el encuentro sin sus centrales titulares y con un hombre menos.


Los blaugranas no cesaron en su empeño y, motivados por el gol y la expulsión, se volcaron al ataque con una mayor frescura. Fruto de ello fue el segundo tanto culé, que llegó tras una contra en la que Messi entregó el balón para Iniesta y el manchego batió a Cech con un disparo cruzado que se introdujo en la portería “blue”. El Barcelona estaba en Múnich con este resultado.

Pero cuando reinaba en el Camp Nou un ambiente de júbilo y optimismo, apareció el Chelsea, ese Chelsea rácano pero a la vez demoledor que el Barça sufrió en la ida. Y volvió a aparecer en su hábitat natural: el descuento de la primera mitad. Ahí, como ya ocurriera en la ida, tras una pérdida culé, Lampard mandó un balón en profundidad que Ramires ganó en velocidad y definió de maravilla en el mano a mano con Valdés, sacándose una preciosa vaselina que entró como un cuchillo en la meta azulgrana. Volvían los fantasmas.


La segunda mitad comenzó de maravilla para el cuadro barcelonista, ya que a los cinco minutos de la reanudación, Cesc fue derribado en el área por un Drogba que se acopló al lateral izquierdo. Messi, el especialista en este tipo de jugadas, colocó el balón en el punto, miró a Cech y lanzó, pero su disparo y su moral salieron repelidos por el travesaño. “La Pulga no volvió a ser el mismo desde ese instante.

El acoso culé no se detuvo en ningún momento, pero no cosechó ningún fruto, chocando en todo momento con una defensa londinense liderada por un Drogba que lideró a su equipo en todas las parcelas del campo. Ni si quiera las variaciones tácticas de Guardiola lograban romper la maraña del Chelsea.

El Barcelona estaba esperanzado a un nuevo “Iniestazo” que les clasificara de nuevo in extremis, y de hecho eso estuvo a punto de ocurrir, cuando Messi, en su única jugada lúcida tras errar el penalti, se sacó un buen disparo desde la frontal que Cech desvió lo justo para que se estrellara en el palo. Poco después, el Camp Nou cantó gol de Alexis a centro de Alves, pero la jugada quedó invalidada por fuera de juego del lateral brasileño. La impotencia culé aumentaba por segundos, los que se restaban del cronómetro para el final del duelo.

Pero sin lugar a dudas, el llanto de los barcelonistas se desató en el minuto noventa y uno, otra vez en el descuento, cuando Fernando Torres, que acababa de entrar sustituyendo a Drogba, recogió en su campo un despeje de su defensa ante un envío a la desesperada de los de Guardiola y, sin oposición, recorrió medio campo y sentó a Valdés para llevar a su equipo a la final de Múnich. El Barça lloró, y el Chelsea podrá vengarse de la final pérdida ante el United en la tanda de penaltis en 2008.


ALINEACIONES

Barcelona: Valdés; Mascherano, Piqué (25’ Alves), Puyol; Busquets, Xavi, Iniesta, Cesc (74’ Keita); Cuenca (67’ Tello), Alexis, Messi.

Chelsea: Cech; Ivanovic, Cahill (11’ Bosingwa), Terry, Cole; Mikel, Lampard, Meireles, Ramires, Mata (58’ Kalou); Drogba (80’ Torres).


PabloG.

martes, 24 de abril de 2012

35ª Jornada de la Liga BBVA Osasuna - Málaga


Los palos no permiten la victoria malaguista

Partido por Europa en el Reyno de Navarra, entre dos equipos con mucho que decir por la plaza de Champions. El Málaga visitaba Pamplona con el fin de sumar unos tres puntos que dejaran atrás los malos resultados de los últimos encuentros, en los que los malaguistas se dejaron empatar tanto por Villarreal como por Real Sociedad. Por su parte, el Osasuna necesitaba la victoria para meterse de lleno en la pelea por la Champions  dejar a los boquerones a tiro de piedra.

El encuentro comenzó con gran emoción, ya que a los pocos segundos de juego, Joaquín se plantó frente a Andrés Fernández, pero el portero rojillo solventó la ocasión.

El choque careció de un claro dominador, en parte debido al mal estado del césped, muy perjudicado por la lluvia. Ni uno ni otro equipo podía desplegar con claridad su juego ya que o bien el balón se frenaba o salió despedido tras botar.


A partir del cuarto de hora, Osasuna contó con mayor presencia en el área malaguista con dos ocasiones claras de peligro. La primera la tuvo en sus botas Puñal, que enganchó una gran volea tras un rechace en la que  Kameni se lució para salvar el primero; la segunda la tuvo Nekounam, pero su disparo se marchó algo desviado.

Pero a la media hora de juego, la maquinaria malaguista comenzó a funcionar con algo más de claridad y Cazorla e Isco empezaron a liderar los ataques de su quipo. Gracias a esto, los blanquiazules contaron con sus mejores ocasiones, que la tuvo con un centro de Joaquín que Cazorla remató solo, pero Fernández le tapó todos los espacios. Pero sin duda la ocasión más clara de la primera mitad salió de la pierna izquierda de Monreal, porque el ex osasunista se sacó un trallazo desde la frontal que se estrelló en el palo, lo que hizo temblar la portería de Fernández y a toda la que hasta el pasado mes de julio fue su afición. Poco después, Isco también contó con una gran ocasión, con un disparo que se marchó fuera por poco tras tocar en un defensa.

Tras el descanso, el Osasuna volvió a tomar el protagonismo del encuentro y contó con un disparo de Nino que detuvo Kameni. Pero no quedó ahí esa jugada, ya que después de atrapar el balón, Kameni sacó con las manos mientras su equipo salía, con tan mala suerte que este saque cayó a los pies de un jugador rojillo, que abrió a la izquierda para Cejudo y éste la centró para que Nino hiciera el uno a cero. Volvía a tocarle remontar al Málaga.


Con el tanto osasunista, al Málaga no le quedó otra que volcarse al ataque, y para ello Pellegrini decidió dar entrada a Van Nistelrooy en detrimento de un gris Rondón.

El Málaga logró dominar el juego, pero su continuo toque no se veía recompensado con ninguna ocasión clara de gol, quizá porque se empeñaban en meterse demasiado dentro tocando el cuero y sin ensayar disparos lejanos. Pero esto cambió de forma radical cuando Cazorla recibió el balón en la frontal tras un pase de Joaquín y, sin pensárselo dos veces, se sacó un gran disparo que perforó la red de Andrés Fernández, logrando la igualada.


Con el marcador igualado y el Osasuna cada vez venido a menos por el cansancio y la pesadez del campo, el Málaga realizó un acoso y derribo a la meta rojilla, comandados por un Isco, al que frenaron en ocasiones con excesiva dureza, y, sobre todo, por un gran Santi Cazorla, que se echó el equipo a la espalda en busca de una victoria que se veía posible.

Y esta victoria estuvo a punto de llegar en los minutos finales con un saque de esquina botado por el asturiano que Camacho remató de manera perfecta, pero con tan mala suerte que su testarazo lo repelió el travesaño, esfumándose así la mejor ocasión malaguista para lograr la victoria. Ya en el descuento, Cazorla lo intentó de nuevo desde la frontal con la izquierda, pero esta vez su disparo se marchó desviado para dejar el marcador en empate a uno

ALINEACIONES

Osasuna: Fernández; Bertrán, Lolo, Flaño, Damiá; Cejudo, Puñal, Nekounam, Timor (74’ Lamah); Nino, Lekic (78’ Onwu).

Málaga: Kameni; Sánchez, Demichelis, Weligton, Monreal; Joaquín (70’ Eliseu), Camacho, Maresca, Cazorla, Isco (90’ Duda); Rondón (57’ Van Nistelrooy).

PabloG.

domingo, 22 de abril de 2012

32ª Jornada de la Bundesliga Borussia Dortmund - Borussia Mönchengladbach

Larga vida al Rey

Llegó el momento de disputar la final de la Bundesliga para el Dortmund, el momento de saber si todo el esfuerzo realizado durante la temporada se vería recompensado al levantar el título liguero con tres jornadas de adelanto. Enfrente, una buena pareja de baile como lo es el Borussia Mönchengladbach del talentoso Marco Reus, un Gladbach venido a menos durante las últimas semanas, pero que se ha venido ganando a pulso durante toda la campaña el respeto del resto de clubes de la categoría al ser un equipo que no se achica ante nadie.

Comenzó el duelo y desde ese mismo instante el Borussia Dortmund ya era virtualmente campeón de liga, ya que sólo le hacía falta un punto para alzarse con el título. Los locales comenzaron dominando el encuentro con sus habituales posesiones largas lideradas por Gündogan en el centro del campo.

La primera gran ocasión del encuentro la tuvo, pero su en sus pies Lewandowski, con un peligroso disparo raso desde la frontal que se marchó fuera tras tocar levemente en Dante y desviarlo lo justo Ter Stegen. Cinco minutos después, fue el turno de Kagawa, que enganchó de volea un centro de Piszczek, pero su disparo salió desviado. El Dortmund lo tenía claro: quería ganar el campeonato frente a su afición a toda costa.

A los veinte minutos, los aurinegros contaron con su ocasión más clara, y es que tras un centro raso de Schmelzer, Kagawa remató mordida al palo. Pero el primer tanto del Dortmund se palpaba en el ambiente, y se sabía que caería de maduro tarde o temprano. Y llegó temprano, ya que tres minutos más tarde, Schmelzer botó a la perfección una falta lejana e Ivan Perisic se elevó sobre el resto para mandar el balón al fondo de las mallas y poner a su equipo a un pasito del título.


El Dortmund, que estaba sometiendo completamente a su rival, no sólo desplegaba un juego vistoso, sino que creaba muchísimas ocasiones, como es habitual en todos los encuentros de este equipo, una de las claves que lo ha llevado al éxito. A pesar de su ventaja en el marcador, buscaban con insistencia un segundo tanto para desatar la fiesta, que a punto estuvo de llegar tras un balón largo de Kehl que Kagawa pegó a su bota, pero su posterior vaselina se marchó alta. La última gran ocasión antes del descanso estuvo en los pies de Hummels, que remató un centro de Schmelzer tras un rechace de un córner, pero se encontró con Ter Stegen.

En la segunda mitad, el Gladbach dio la primera señal de vida gracias a su estrella Marco Reus, el único que fue capaz de hacer un poco de daño a los que serán sus compañeros a partir de la próxima temporada. El joven delantero controló un balón largo a la contra y se metió en el área para regatear en velocidad a Weidenfeller, pero su remate se encontró con Schmelzer bajo palos que salvo el tanto del empate.

Tras este amago de los visitantes, el Dortmund siguió dominando el juego y haciendo patente su superioridad. Se veía que sus jugadores jugaban sin la más mínima presión y se divertían con el balón en los pies, lo que hizo que el equipo recuperara su mejor versión, esa que les llevó a la gloria la temporada pasada y que volvió a aparecer en algunos tramos de esta, y ya se sabe que cuando el Borussia Dortmund juega a su máximo nivel, es el mejor equipo de Alemania.

Y en este ambiente de diversión llegó el segundo y definitivo tanto, obra del japonés Shinji Kagawa. Schmelzer envió un gran balón en profundidad desde la defensa para la carrera de Lewandowski, que vio el desmarque de Kagawa y el nipón aprovechó el pase para batir a Ter Stegen tras haberlo sentado con el control orientado. Un golazo típico de este equipo que define a la perfección porqué es el campeón de liga. El estadio explotó de júbilo y hasta Jürgen Klopp salió del banquillo para celebrar el tanto con los jugadores.


Los minutos siguientes al gol fueron de un disfrute máximo. Lewandowski tuvo ocasión de ampliar la ventaja de su equipo con un certero remate de cabeza tras una nueva falta de Schmelzer, pero Ter Stegen respondió con un paradón. El jovencísimo meta alemán volvió a ser protagonista poco después al sacar de la misma escuadra un centro envenenado de Kehl.

Pero Marco Reus quería también unirse a la fiesta, y de nuevo a la contra estuvo a punto de lograr el tanto, pero volvió a toparse con Schmelzer, como ya sucediera en su anterior ocasión.

Sin duda, el cénit de la alegría en el Signal Iduna Park llegó en el minuto setenta y tres, minuto en el que Gündogan y Kagawa dejaron su lugar en el campo para la entrada de Leitner y, sobre todo, Mario Götze. El mayor talento del equipo volvía a enfundarse la camiseta aurinegra después de haber superado una larga lesión que le mantuvo durante tres meses en el dique seco.

Ya en los últimos minutos, ambos equipos dieron por bueno el resultado y el Dortmund pudo proclamarse campeón de liga por segundo año consecutivo, un auténtico logro para un club que en los últimos años se había estancado en la zona media de la Bundesliga y que pudo volver a salir a flote de la mano de Jürgen Klopp. Los jugadores y técnicos celebraron el maravilloso triunfo en el campo, en una fiesta que hizo las delicias de todos sus aficionados.


ALINEACIONES

Borussia Dortmund: Weidenfeller; Piszczek, Hummels, Subotic, Schmelzer; Kehl, Gündogan (73’ Götze), Blaszczykowski (88’ Bender), Perisic, Kagawa (73’ Leitner); Lewandowski.

Borussia Mönchengladbach: Ter Stegen; Stranzl, Brouwers, Dante, Daems; Nordtveit, Jantschke, Arango (69’ Wendt), Herrmann (64’ Ring); Reus, Hanke.


PabloG.

sábado, 21 de abril de 2012

35ª Jornada de la Liga BBVA Barcelona - Real Madrid


Ronaldo sentencia la liga

Mucho se escribió, mucho se mostró, mucho se habló sobre el Clásico y por fin llegó el día D y la hora H, por fin llegó el momento en el que el Real Madrid pisó el Camp Nou para enfrentarse al Barça con algo más en juego aparte del orgullo: la Liga, porque una victoria en campo del eterno rival supondría un golpe definitivo al título.

El choque comenzó muy disputado y con opciones para ambos equipos, en lo que fue un tanteo para conocer las intenciones de cada uno. La primera ocasión se decantó del lado madridista, con un remate de cabeza de Ronaldo a la salida de un córner al que Valdés tuvo que meter la manopla. Poco después llegaría la réplica culé, cuando Alves llegó ante Casillas tras un pase profundo, pero el meta blanco salvó en la salida.

A medida que iban pasando los minutos, el Barça tomaba la iniciativa con el balón en los pies, aunque sus imprecisiones, algunas forzadas por la fuerte presión madridista, provocaban que su rival pudiera salir con su mejor arma: el contragolpe.

Pero el primer tanto merengue no llegó en una contra, sino en un saque de esquina en el que Pepe ganó la partida por arriba y su remate no pudo ser detenido por Valdés, por lo que Khedira aprovechó el rechace para empujarla a dentro y hacer el primero, ya que Puyol no acertó a despejar el cuero. El Madrid se adelantaba y miraba cara a cara el título.


Tras el tanto, al Barça le entró el pánico y los nervios. Se precipitaba a la hora de atacar y cometía muchos más errores de los habituales, quizá porque veía que la liga se escapaba. A pesar de lo acelerado que estaba el conjunto de Guardiola, contó con una oportunidad de oro para lograr la igualada, ya que Messi vio perfectamente el desmarque de Xavi y le puso un pase perfecto, pero el de Tarrasa cruzó demasiado el balón cuando se hallaba frente a Casillas.

Por el único lugar por el que el Barça lograba superar al Real Madrid era por el lateral derecho, donde Tello fue un auténtico tormento para Arbeloa, que fue superado por el canterano una y otra vez, pero estas continuas entradas no dieron sus frutos.

Ya en la segunda mitad, los culés parecieron cambiar el chip y empezaron a atacar de forma mucho más inteligente y pausada, aunque por momentos tenían sensación de “déjà  vu”, sólo que esta vez el contrario vestía de blanco, no de azul. Tuvieron una buenísima ocasión a los cincuenta y cuatro minutos con un fenomenal pase interior de Thiago para Tello, pero el joven extremo, solo ante el portero del Madrid, envió el balón a las nubes.

El Barcelona comenzaba por fin a dominar el encuentro con claridad y a ponerle la pausa necesario al ataque con triangulaciones de Iniesta, Xavi y Thiago, que movían a su quipo en la zona ancha para permitir la entrada por banda de Alves y Tello. En una de estas jugadas de toque, Xavi recibió el balón en la frontal y se sacó un buen disparo raso que se marchó rozando el palo de Casillas. El Barça vivía sus mejores minutos del duelo.

Pero tras esta jugada, Guardiola realizó un cambio cuanto menos sorprendente: sentó a Xavi, el cerebro del equipo, para dar entrada a la velocidad del chileno Alexis Sánchez. Y no le salió nada mal el cambio, porque nada más entrar al terreno de juego, Messi inició una de sus clásicas contras en la que fue dejando atrás un mar de piernas, abrió a la izquierda para Iniesta que realizó una “delicatesen” al dársela de espuela para Tello, que no logró culminar la obra de arte, ya que Casillas detuvo su lanzamiento, por lo que Alexis tuvo que ponerse el mono de trabajo y empujar con dificultades el posterior disparo de Adriano para igualar la contienda.


Con el marcador igualado y el Barça desplegando su habitual juego combinativo, los aficionados culés y los propios jugadores confiaban en darle la vuelta al encuentro y mantener la esperanza liguera. Pero la alegría azulgrana duro aproximadamente tres minutos, lo que tardó el Madrid en iniciar una contra que hizo que Özil recibiera el balón en la izquierda y pusiese un balón en profundidad que Ronaldo aprovechó de maravilla al ganarle la partida en velocidad a Puyol y batir a Valdés después de meterse en el área. La “Blitzrieg” madridista dejaba muy tocado al Barça y cortaba de raíz su sueño de remontada.


Después del gol, los culés bajaron los brazos y a pesar de que lo intentaron, lo hacían sin convicción alguna, sabiéndose perdedores del encuentro y prácticamente del campeonato. Ni si quiera la entrada de Pedro y Cesc logró cambiar el rumbo del equipo, que no encontraba ninguna posición clara para empatar de nuevo el encuentro.

Ya en el descuento, la diferencia se pudo ampliar, pero el envío del recién entrado Higuaín fue rematado por encima del larguero por Ronaldo cuando se encontraba solo bajo palos.

Al final, el Madrid logró la victoria más importante de la liga en casa del eterno rival, una liga que puede ser suya en el Bernabéu si gana su partido ante el Sevilla y el Barça pincha en Vallecas.

ALINEACIONES

Barcelona: Valdés; Adriano (74’ Pedro), Puyol, Mascherano; Busquets, Alves, Xavi (68’ Alexis), Thiago, Iniesta; Tello (80’ Cesc), Messi.

Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Ramos, Pepe, Coentrão; Alonso, Khedira, Özil (88’ Callejón), Di María (74’ Granero), Ronaldo; Benzema (92’ Higuaín).

PabloG.

viernes, 20 de abril de 2012

Ida de las Semifinales de la UEFA Europa League Atlético - Valencia


Pese al partidazo del Atlético, el pase se decidirá en Mestalla

Partidazo vivido en el Calderón entre dos de los mejores equipos españoles por un puesto en la final de UEFA Europa League: el Atlético de Madrid recibía al Valencia del cuestionado Emery para reditar la eliminatoria de cuartos de final de hace dos años en esta misma competición, en la que finalmente los colchoneros se proclamaron campeones.

El choque comenzó muy abierto y con opciones para ambos conjuntos, aunque el Atleti fue el que tomó antes las riendas del juego, creando mucho peligro sobretodo por banda derecha, donde las cabalgadas de Turan, el mejor de su equipo durante el primer acto, hicieron mucho daño.

La primera gran ocasión atlética llegó tras un centro del propio Turan que Diego remató a puerta, pero se encontró con Alves que se sacó una muy buena parada. Minutos más tarde, fue el turno de Adrián, que sacó un chut tras una jugada individual, inquietando a la defensa valencianista. El Atlético buscaba y merecía el primer tanto.

Pero poco tardó en llegar éste, ya que a los dieciocho de juego, tras un balón largo, Turan la ganó y consiguió llegar hasta la línea de fondo a trancas y a barrancas y con mucho coraje, tocando lo justo el balón para que, tras tocar en Víctor Ruiz, le cayera franco a Falcao, para que en plancha y con un difícil remate, abriera el marcador haciendo retumbar al Calderón.


Tras el tanto colchonero, el Valencia pareció reaccionar y contó con dos ocasiones peligrosas. La primera tuvo como protagonista a Soldado que remató de cabeza un centro de Tino Costa desde la derecha que detuvo, Courtois; la segunda, la más clara del Valencia en la primera mitad, la tuvo en la cabeza Rami, que remató a la perfección un saque de esquina, pero su remate se marchó lamiendo el poste.

El Valencia no lograba mantener la posesión debido a la intensa presión rojiblanca, que no permitía a los centrocampistas chés dar más de dos pases seguidos, por lo que el equipo de Emery se limitaba a enviar balones largos a un Soldado que se veía muy solo ante la defensa del Atleti. A pesar de ello, en uno de estos balones, Soldado ganó la partida y logró penetrar en campo atlético, dándole un balón a Jonas que el brasileño transformó en un trallazo desde la frontal que se fue alto por poco.

Aunque el Atlético estaba siendo dueño y señor de la posesión gracias al dominio de Gabi, Diego y Mario Suárez en la zona ancha, y el Valencia se limitaba a posesiones cortas y a improductivos balones largos en busca de Soldado, los chés obraron el milagro del empate tres minutos por encima del tiempo reglamentario de la primera mitad, cuando Tino Costa botó un córner desde la izquierda que Rami remató con todo, y Jonas aprovechó el remate de su compañero para empujarla adentro y hacer que el Valencia se llevara un empate al descanso.


Después del parón, el Atlético salió enchufadísimo para lograr pronto el segundo tanto, algo que sucedió en el minuto cuarenta y ocho, porque Miranda remató con todo al fondo de la red un centro de Diego de falta desde la frontal para poner en ventaja a los suyos.

Pero no acabó ahí la alegría colchonera, que cinco minutos más tarde vio como Adrián, en una jugada individual en la que se metió hasta la cocina con una gran zancada y mucha potencia, batía a Alves para lograr el tercero de su equipo y dejar el partido sentenciado.

Tras el tanto del asturiano, el Valencia se hundió un poco y el Atlético siguió manteniendo el nivel pero con una mayor confianza, lo que le permitió gozar de algunas ocasiones de gol, como un disparo desde la frontal que detuvo Alves, al igual que el posterior remate de Turan, en una jugada en la que estuvo muy atento el cancerbero brasileño. Una de las mayores ocasiones colchoneras llegó a balón parado, con un zapatazo de Diego al que Alves respondió con un paradón a la escuadra.

Emery, que no veía claro el futuro de su equipo, decidió introducir a Canales y a Piatti en busca de un mayor control del juego. Pero le sirvió de poco, porque poco después, tras una contra, Falcao recortó a dos defensas y, casi cayéndose, se sacó un zurdazo que se transformó en un golazo brutal, probablemente uno de los mejores de la competición, que se coló por la escuadra izquierda de Diego Alves, dejando sin opciones al conjunto ché.


Al final, el partido bajó el ritmo y el Atlético dominó el juego con tranquilidad, aunque en los últimos minutos del encuentro, el Valencia pareció resurgir y creó algún que otro problema a la zaga rojiblanca, algo que se vio culminado en el descuento, ya que, como sucediera en la primera mitad, el Valencia logró el segundo tanto a la salida de un córner botado a la perfección por Tino Costa que Ricardo Costa remató a la red para dejar algo de emoción para el partido de vuelta.

ALINEACIONES

Atlético: Courtois; Juanfran, Domínguez, Miranda, Filipe; Suárez, Gabi, Diego (87’ Perea), Turan (81’ Tiago); Adrián (89’ Salvio), Falcao.

Valencia: Alves; Costa, Ruíz, Rami, Alba (72’ Piatti); Topal, Tino Costa, Mathieu, Feghouli (72’ Canales); Jonas, Soldado.

PabloG.