viernes, 29 de junio de 2012

Semifinales de la UEFA Euro 2012 Alemania - Italia


La 'dolce' Italia barre a una Alemania experimental

Partido para decidir al rival de España en la final de la Euro que se disputará el próximo 1 de julio. En el campo, siete campeonatos del mundo entre ambos equipos y un clásico del fútbol europeo y mundial; un atractivísimo Alemania-Italia.

Comenzó fuerte Alemania con una ocasión clara de Hummels a la salida de un córner que Pirlo sacó bajo palos, así como otra en un centro de Boateng que casi transforman en gol entre Buffon y Balzaretti. Parecía que Alemania sería la de siempre, a pesar de cambiar su esquema para introducir a Kroos como apoyo en el centro a costa de un jugador de banda. Pero no, no sería la Alemania que enamora, ni mucho menos. Porque en el momento en el que Marchisio, Montolivo, De Rossi y, sobre todo, Pirlo tomaron el control del medio campo, los de Löw se vieron maniatados ante tal despliegue físico, táctico y técnico, ayudado por los despistes y desaciertos alemanes. Esto quedó patente a los veinte de juego, cuando después de que Chiellini llegara hasta línea de fondo sin oposición y se la diera a Cassano, ‘Talentino’ se deshiciera de tres defensas alemanes para poner un centro que Balotelli remató a placer sin la oposición del despistado Badstuber. Alemania seguía cuesta abajo y sin frenos: no era capaz de elaborar juego, Schweinsteiger y Özil no se encontraban a si mismos, Kroos desafortunado, sin noticias de Podolski… el único que se salvó fue Khedira, que apunto estuvo de lograr el empate con una volea sensacional que Buffon sacó de la escuadra. Pero la desgracia germana todavía aumentaría un poquito más, y es que un pase largo de Montolivo pilló a Lahm descolgado a la hora de hacer el fuera de juego, lo que aprovechó Balotelli para fusilar a Neuer con un precioso cañonazo que hundió a Alemania.


En la segunda mitad, Löw quiso reaccionar introduciendo a Reus y Klose por Podolski y Gómez, y Alemania salió beneficiada, sobre todo por la movilidad del ‘21’, que propició que Özil entrara más en juego y que Khedira se sumara más al ataque. Pero esto sólo duró veinte minutos, lo justo para que un disparo de Lahm se marchara rozando la escuadra y para que Reus pusiera en apuros a Buffon con un saque de falta que evitaron al alimón entre el meta italiano y el travesaño. Pero hasta ahí llegó el empuje alemán, soportado con éxito por Italia. A partir de ese momento el control volvió a tener nombre y apellidos italianos: Andrea Pirlo. Con el arquitecto como referencia en el centro del campo, Italia perdonó la vida a Alemania en dos ocasiones que tuvo en sus pies Marchisio, evitando de este modo una goleada que se hubiera antojado épica. Al final del encuentro, los alemanes quisieron hacer en cinco minutos lo que no habían hecho en ochenta y cinco, y aunque a punto estuvieron de lograrlo, gracias al penalti transformado por Özil tras las manos de Balzaretti, se hizo justicia e Italia se enfrentará a España el próximo día uno. Al final ganó el que supo a que jugaba.


ALINEACIONES

Alemania: Neuer; Boateng (71’ Müller), Hummels, Badstuber, Lahm; Schweinsteiger, Khedira, Kroos, Özil, Podolski (45’ Reus); Gómez (45’ Klose).

Italia: Buffon; Balzaretti, Bonucci, Barzagli, Chiellini; Pirlo, De Rossi, Marchisio, Montolivo (64’ Motta); Cassano (57’ Diamanti), Balotelli (69’ Di Natale).

PabloG.

jueves, 28 de junio de 2012

Semifinales de la UEFA Euro 2012 Portugal - España


A un paso de la Historia

Comenzaron las semifinales de la Euro 2012 con un emocionante 
Portugal-España, el duelo ibérico que decidiría al primer finalista de la máxima competición continental de naciones.

No estuvo cómoda España durante los primeros cuarenta y cinco minutos. La alta línea de presión portuguesa impedía a La Roja hacer circular el cuero con normalidad, desactivando las conexiones entre sus hombres más importantes y dejando a Xavi totalmente aislado de la creación de juego. Además, cada vez que los españoles se acercaban al área, no lograban inquietar en exceso al meta Rui Patricio. Pero a pesar de ello, Arbeloa pudo cambiar el signo del encuentro a los diez minutos tras una jugada de asociación entre Silva e Iniesta, pero su remate se marchó alto. Mientras tanto, Portugal esperaba al acecho en busca de un error que pudiera desencadenar una contra letal que se sirviera de la velocidad de Ronaldo y Nani para acabar con el mito español, pero el acierto luso también brilló por su ausencia, teniendo su ocasión más peligrosa en los pies de Ronaldo, que tras una pérdida de Alba sacó un buen disparo que se marchó rozando el poste de la meta de Casillas. Aunque España no podía mostrar su juego, y ninguno de los dos equipos se mostraba acertado cara al gol, el partido tenía una emoción digna de las grandes ocasiones.


En la segunda mitad, a medida que iba decayendo el físico de los portugueses, éstos comenzaron a trabar cada vez más el juego. Ya no se vio al Pepe que tan sólo llevaba una falta en la Euro, que además estaba acompañado por Veloso, João Pereira, Coentrão y especialmente por Bruno Alves, que realizó buena parte de las faltas de su selección, algunas con excesiva dureza. Con España minada físicamente, Portugal iba teniendo cada vez mayor presencia ofensiva con Hugo Almeida como principal referente. Las ocasiones claras brillaron por su ausencia en la segunda mitad, situación que tampoco mejoraron ni Navas, ni Cesc, que entraron por Silva y Negredo, la gran sorpresa del once, aunque si ayudaron a que el juego español fuese cada vez más fluido. Con el cero a cero, llegamos a la prórroga.

Ya en la prórroga, España decidió soltarse la melena y dar un recital de fútbol a los lusos. Decidieron quitarse los complejos y jugar como siempre lo han hecho; no importaba el rival, importaban ellos. Fue con esa mentalidad con la que aparecieron Iniesta y Alba por la izquierda, para generar una grandísima ocasión que sólo pudo evitar Rui Patricio con una fenomenal estirada. Portugal se veía falta de físico e impotente ante el vendaval de fútbol de La Roja. Un vendaval estéril por otra parte, porque siempre terminaba topándose con el muro portugués y principalmente con Rui Patricio, que tuvo una excelente actuación para evitar la derrota de su equipo y dejar paso a la tanda de penaltis.


Llegó el turno de la fatídica tanda, una como aquella en la que se puso la primera piedra para el campeonato de Europa y del Mundo frente a Italia hace cuatro años. Pero esta no comenzó también como aquella vez, porque Xabi Alonso, el especialista de la selección, volvió a darse de bruces con un colosal Rui Patricio. La suerte que tiene esta selección, es que nunca debe perder la confianza en sus jugadores, y menos si tiene a Casillas bajo palos, que volvió a lograr otra proeza al detenerle el penalti a Moutinho para igualar la tanda. A los tantos de Iniesta y Pepe, en el que Casillas estuvo a punto de detener el balón, le continuaron los de Piqué y Nani. Y entonces llegó el turno de Ramos, sobre el que pocos depositaban su confianza con la imagen de la tanda de la Champions grabada a fuego en la mente, pero el sevillano demostró que su mayor virtud es su valentía y se atrevió con un penalti “a lo Panenka”, parecido al de Pirlo, que hizo las delicias de todos los espectadores y que puso de manifiesto que España quería una nueva final. Tal fue el efecto del penalti de Ramos, que a Bruno Alves le tembló el pulso y envió su lanzamiento al larguero para ponerle el triunfo en bandeja a La Roja. Nuevamente, fue Fàbregas el encargado de tirar el penalti decisivo y de transformarlo para darle el pase a la Selección a su tercera final consecutiva a costa de los vecinos portugueses. La gloria esta a un solo paso.


ALINEACIONES

Portugal: Rui Patricio; Pereira, Alves, Pepe, Coentrão; Veloso (105’ Custodio), Moutinho, Meireles (111’ Varela); Nani, Ronaldo, Almeida (80’ Oliveira).

España: Casillas; Arbeloa, Ramos, Piqué, Alba; Busquets, Alonso, Xavi (86’ Pedro), Iniesta, Silva (59’ Navas); Negredo (53’ Cesc).

PabloG.

lunes, 25 de junio de 2012

Andrea Pirlo, el precursor del 'Dolce stil novo'


En la noche de ayer, Italia logró el último pase a las semifinales en la tanda de penaltis a costa de la pragmática Inglaterra de Roy Hodgson, que finalmente recibió su merecido. Y no es que no se conciba ese fútbol donde la efectividad prima sobre la brillantez, sino que Italia barrió a los pros desde el minuto uno al ciento veinte con un juego pocas veces visto en una selección tan tradicional como la italiana. Bien es cierto que Italia no siempre fue una selección defensiva, pero ¿qué fue antes el huevo o la gallina? Como la pregunta no tiene respuesta, mejor centrémonos en lo ayer acontecido, que no fue poco, porque los que tuvimos la suerte de ver el partido podremos contar algún día a nuestros hijos y nietos que vimos sobre el verde a un futbolista único: Andrea Pirlo.

Quizá ahora mismo no le demos la magnitud de importancia que merece la exhibición que dio ayer el ‘21’ frente al férreo centro del campo inglés, pero puede que esas imágenes se nos vengan a la memoria si por algún casual Gianluigi Buffon terminara levantando la copa el próximo domingo. Y es que si Italia está en semifinales es gracias a la magia que sale de las botas de Andrea, capaz de contagiar a un grupo y a toda una nación con un par de toques a la pelota, porque si esta selección juega como juega actualmente es debido a tres factores fundamentales: la supremacía de España en el fútbol mundial, la valentía de Cesare Prandelli, y, sobre todo, el talento de Pirlo, el único jugador cuya calidad ya sobresalía entre el músculo de la Italia del ‘catenaccio’ y la pieza angular del actual proyecto que parece caminar con buen pie. No nos olvidemos que Pirlo siempre fue la rosa en el desierto de equipos tan toscos como el que acabó siendo campeón en Alemania 2006, por lo que se le puede considerar el precursor de esta escuela.

Recuerdo que el año pasado me frotaba las manos cuando comenzó a sonar como futurible para el Málaga, sólo de pensar en poder disfrutar en vivo de sus brochazos de calidad. Finalmente terminó decantándose por la Juventus en una de las decisiones más acertadas de su carrera, ya que en Turín ha vuelto a vivir una segunda juventud de la mano de Conte como director de orquesta de un equipo bianconero que sabe a lo que juega y que se ha coronado campeón de la Serie A y subcampeón de la copa italiana con tan sólo una derrota en toda la temporada en Italia, precisamente en la final del torneo del K.O. frente al Nápoles. Por eso no es de extrañar que llegue a esta Eurocopa pletórico y en un estado de forma excepcional para llevar a la Azzurra a lo más alto, y no cabe duda de que lo logrará si sigue rindiendo de la manera que lo hizo frente al combinado inglés, porque Andrea fue el mejor jugador del encuentro de principio a final. Y, seguramente, si se hubiesen jugado un par de partidos más después, también. Pero no se conformó con ser el canalizador ofensivo de Italia desde la medular y con sembrar el pánico entre sus rivales con cada pase, por inofensivo que fuese. No, el bresciano quería entrar en la historia de la máxima competición europea de naciones por la puerta grande, por eso asumió la responsabilidad en la tanda de penaltis en el momento justo, después del fallo de Montolivo. No había margen de error y él lo sabía, pero es tanta la confianza que tiene en su clase que no le tembló el pulso a la hora de engañar a Hart y a todos los espectadores, regalándonos un toque sutil que entró con suavidad en la portería a la vez que como un cuchillo en la moral inglesa. El resto ya lo puso el bueno de Gianluigi, otro que tal baila.

Pero volvamos a ponernos en la situación de que Italia fuese la campeona de este precioso torneo que estamos viviendo. ¿Caerían en saco roto las exhibiciones de Pirlo, o por el contrario no sería descabellado que presentara su candidatura al próximo Balón de Oro? Sin duda, el tiempo nos dará la respuesta.

PabloG.

Cuartos de Final de la UEFA Euro 2012 Inglaterra - Italia

La fatídica tanda hace justicia al juego italiano

Último partido de los cuartos de final de la Euro 2012 entre Italia e Inglaterra, en el que probablemente fuera el duelo más igualado de todas las eliminatorias.

¿Dónde está la Italia del 'catenaccio'? Ni rastro de ella en un partido en el que la selección italiana de Prandelli mostró un juego de toque ante el que poco pudo hacer Inglaterra para robarle la pelota. Tuvo el primero en sus botas De Rossi, con una tremenda volea con la izquierda desde la frontal que se estrelló en el poste a los tres minutos, pero pronto llegó la respuesta inglesa, cuando el lateral Johnson se metió en el área para recibir un centro raso de Milner y rematar a puerta para encontrarse con la mano salvadora de Buffon. Inglaterra comenzó a tener presencia en campo italiano, pero poco a poco se fue imponiendo la calidad técnica de la zona ancha transalpina con un sublime Pirlo a la cabeza. El veterano centrocampista juventino dio una clase maestra de como llevar la batuta de una selección como la italiana. Pero el dominio italiano se transformaba en ocasiones que ni Cassano, ni Balotelli, ni De Rossi, ni ningún futbolista lograba transformar en el primer gol del encuentro. Mientras tanto, los pros sólo lograban inquietar algo a la contra, aprovechando la velocidad de Young y el poderío de Rooney.


Ya en el segundo acto, el ritmo del encuentro decayó considerablemente cuando los ingleses se centraron en mantener un resultado que al menos los mantuviera vivos hasta la prórroga, conscientes del peligro que entrañaba la Azzurra con el balón en los pies. La ocasión del encuentro volvió a tenerla De Rossi, nuevamente con la izquierda, cuando recogió un balón colgado desde la frontal después de un córner, pero cuando estaba solo, echó el balón fuera. Después llegó una triple ocasión para Cassano y Balotelli, quienes se toparon con Hart, que finalizó Montolivo mandando el balón alto. Hodgson veía que Italia se volcaba en busca de un tanto que merecía  y decidió introducir a Walcott para darle mayor velocidad a las contras, y a Carroll para que se metiera entre los dos centrales para ser una clara referencia ofensiva. Y la verdad es que Carroll peleó todo lo que le mandaron, pero estuvo demasiado aislado. Prandelli decidió meter a un activísimo Diamanti y a Nocerino para darle refresco al equipo e intentar lograr un tanto que evitara el tiempo extra, pero para entonces la seriedad y el oficio inglés ya habían logrado su objetivo.


En la prórroga se vio que a ambos equipo le pasaron factura los intensos noventa minutos vividos anteriormente y se vio demasiado cansados a los jugadores. A pesar de ello, la tónica siguió siendo la misma, con una Italia dominadora que tuvo el partido en sus manos, pero el centro-chut de Diamanti se estrelló nuevamente en el poste. Otra vez el poste impedía que Italia hiciera justicia. Y por si fuera poco, a cinco minutos del final de la prórroga, Nocerino hizo el gol que Italia tanto ansiaba, pero en posición antirreglamentaria. Inglaterra podía llevarse el premio en la lotería de los penaltis sin apenas merecerlo.

Una vez en la tanda, todo quedó igualado. No servían las ocasiones anteriores, el sesenta y siete por ciento de posesión italiana, o el recital de Pirlo; el que tuviera más suerte pasaría a semifinales. Y se mascó la tragedia en Italia, porque después de que los penaltis de Balotelli y Gerrard pasaran rozando las manos de Hart y Buffon respectivamente, llegó el turno de Montolivo. El flamante fichaje del Milán tomó carrera y ajustó tanto el tiro que se marchó rozando el poste. No se lo podía creer, y para colmo, Rooney marcó el siguiente; Italia se veía fuera de la Euro nuevamente en cuartos, nuevamente en la fatídica tanda. Pero entonces apareció la inmensa figura de Andrea Pirlo, y apareció para dar un soplo de aire nuevo a la tanda, porque donde a todos les tiembla el pulso, a él le sobra temple para hacer un lanzamiento “a lo Panenka” que serenara a los suyos y echara a temblar al rival. Tanto tembló Young como el larguero después de su lanzamiento, que igualaba la contienda. Era el turno de Cole tras el gol de Nocerino, pero esta vez Buffon quería su pedacito de gloria, por eso detuvo un lanzamiento crucial para poner a Italia a once metros de las semis. Y en estas, apreció Diamanti, para sellar el pase de una selección italiana que se verá las caras con Alemania en un clásico del fútbol europeo que determinará a uno de los finalistas.


ALINEACIONES

Inglaterra: Hart; Johnson, Terry, Lescott, Cole; Parker (94’ Henderson), Gerrard, Milner (60’ Walcott), Young; Rooney, Welbeck (60’ Carroll).

Italia: Buffon; Abate (91’ Maggio), Barzagli, Bonucci, Balzaretti; Pirlo, Marchisio, De Rossi (80’ Nocerino), Montolivo; Cassano (78’ Diamanti), Balotelli.

PabloG.

domingo, 24 de junio de 2012

Un Sueño de la Noche de San Juan


Ayer era la Noche de San Juan, esa que es la más corta del año, a la par que la más especial. Pero anoche, el protagonista de la fiesta no fue un Juan, sino un Xabi centenario, que llevó a España a acabar con el maleficio de los galos y a limpiar su nombre después de tantos y tantos días de desprestigio por culpa de los rancios guiñoles franceses.

Fue por eso que el partido de ayer fue como un plácido sueño de la Noche de San Juan, en el que España movió a su antojo los hilos de las marionetas francesas. Ni si quiera sirvió de nada el “Plan Anti Iniesta-Alba” que Blanc diseñó en la derecha, por la que llegó el primer tanto español y el penalti que provocó el segundo. Además, la presión de les bleus sólo sirvió para dejar un amplio hueco en la zona de medio campo que el General Alonso aprovechó para organizar el avance de sus tropas, un avance que él mismo culminaría hasta en dos ocasiones. Y por si fuera poco, las escasas llegadas de los galos fueron abortadas con éxito por un Casillas que lleva 780 minutos sin recibir un gol en una fase de K.O. desde aquel tanto de Zidane en el Mundial de Alemania 2006.

Es curioso que en la previa del partido de ayer ya no se escuchara hablar de la que fuera tan famosa maldición de los cuartos de final, aquella que se eliminó de un plumazo con el tanto de penalti de Cesc Fàbregas hace cuatro años y dos días, y con ella el complejo de inferioridad del fútbol español. Ahora nos vemos en la cima del fútbol con un Mundial y una Eurocopa bajo el brazo y con el respeto del resto de países. Pero no por que seamos los nuevos ricos del fútbol mundial debemos de caer en las excentricidades y vicios de los que pecaron otros, y no me refiero a otra cosa que al doble pivote y al falso nueve. Alguno me acusará de ventajista tras ver el fenomenal partido que realizaron ayer la pareja Busquets-Alonso, pero la realidad es que veo esa pareja necesaria para el buen devenir de la selección. Bien es cierto que en ese centro del campo podría estar Xavi Hernández en sustitución de Xabi o Sergio, pero es que ellos dos aportan un equilibrio y una consistencia al medio campo insuperable, que permite el lucimiento absoluto de una segunda línea letal que tan sólo tiene que mirar atrás para recibir el balón y ponerse a imaginar. En la cuestión del falso nueve si que tengo más dudas, sobre todo teniendo a un grandísimo delantero de área como Llorente en el banquillo, pero mientras la cosa funcione, no se debe cambiar. No olvidemos que quien decide las alineaciones de La Roja es Vicente del Bosque, el único entrenador español que posee un campeonato del mundo en su palmarés.

Pero volviendo al partido, no hubo una ocasión en la que supiera más dulce la victoria sobre nuestros vecinos del norte que en este 2012. En el campo no hubo ni acusaciones de dopajes, ni Noah, ni clembuterol, ni guiñoles, sólo fútbol, y en eso España es la mejor, no sólo de Europa, sino del mundo. Quizá por eso las marionetas nos comparaban con Los Vengadores, porque sabían la que se avecinaba. Por cierto, como esta semana tendrán bastante trabajito, desde aquí me gustaría lanzarles un guante, ¿para cuándo un guiñol de Xabi Alonso?

PabloG.

Cuartos de Final de la UEFA Euro 2012 España - Francia


Xabi Alonso trató a Francia como a un guiñol

Llegó la hora del tercer encuentro de los cuartos de final. Pero no fue un partido cualquiera, ya que un España-Francia nunca deja indiferente a nadie; en juego había algo más que un billete a las semifinales: el orgullo de una nación.

Era un partido crucial, y Laurent Blanc se dio cuenta de ello mucho antes que cualquier otra persona, por eso quiso tener guardada la espalda no sólo con el trivote M’Vila-Malouda-Cabaye, sino también en la banda derecha, donde colocó a la pareja Réveillère-Debuchy con el objetivo de parar a Iniesta y Alba. Vamos, que al ataque no fue ni mucho menos. Vicente del Bosque también trató de innovar con una nueva apuesta por Cesc en la punta de ataque para sacar de zona a los centrales franceses. Pero lo realmente interesante de la primera mitad fue como España movió el balón como quiso enfrente de una Francia que sólo podía correr tras él. Y esto fue gracias a Xabi Alonso, que aprovechó el agujero que dejó Blanc en el centro del campo para dar un recital en la organización y distribución de juego. Aunque hasta que el jugador más determinante de España no tocó el balón con claridad, La Roja no entrañó un peligro real. Esto sucedió a los diecinueve minutos, cuando Iniesta le puso un balón en profundidad a Alba, porque a ellos no les importan ni dobles ni triples laterales, y el valencianista lo llevó a línea de fondo para centrar al segundo palo, donde apareció entrando desde segunda línea y libre de marca, quién si no, Xabi Alonso, para atizar al orgullo galo con un gran remate de cabeza. Pero la verdad es que en la primera mitad no hubo ni rastro ofensivo de los hombres de Blanc, a excepción de un venenoso golpe franco de Cabaye que Casillas sacó de la escuadra con maestría y elegancia.


En la segunda parte, España dio un  paso atrás en el dominio del encuentro, lo que permitió que Francia se acercara un poquito más a la meta de Casillas, aunque con escaso peligro. Más peligroso fue el pase interior de Xavi para Cesc que Lloris evitó a la salida que se convirtiera en el segundo tanto en español. Pero entonces Blanc lo vio claro y decidió quemar sus naves dando entrada a Nasri y Ménez por Debuchy y Malouda, a lo que del Bosque respondió con la entrada de Pedro y Torres por Cesc y Silva. Aunque Francia buscaba su tanto a la desesperada, España no le permitía tener ocasiones claras, salvo un centro-chut de Ribery que Casillas evitó, gracias a su monopolización del balón, la manera más inteligente de defender. Pero no todo iba a ser defensa en el mejor equipo del mundo, y por eso, con la entrada de Cazorla, La Roja se volcó en busca de un segundo tanto que diera tranquilidad a todos los corazones de España, un segundo tanto que se mascaba en un pase interior de Cazorla a Pedro que Pedro transformó en un regate increíble sobre Rami, pero que se vio truncado cuando Réveillère lo arrolló y Rizzioli señaló la pena máxima. En los once metros, el héroe del partido, el centenario Xabi Alonso, no perdonó a Lloris ni a los franceses que tanto se han reído del deporte español y les endosó el segundo tanto a falta de cuatro minutos para el final. Ahora sólo queda pensar en Portugal en semifinales.


ALINEACIONES

España: Casillas; Arbeloa, Ramos, Piqué, Alba; Busquets, Alonso, Xavi, Iniesta (84’ Cazorla), Silva (64’ Pedro); Cesc (66’ Torres).

Francia: Lloris; Réveillère, Rami, Koscielny, Clichy; M’Vila (79’ Giroud), Malouda (79’ Nasri), Cabaye, Debuchy (64’ Ménez), Ribèry; Benzema.

PabloG.

sábado, 23 de junio de 2012

Joachim Löw y su Máquina del Fútbol


Ya está la increíble Mannschaft entre las cuatro mejores selecciones del continente, además, siendo la única con pleno absoluto de victorias. Bien es cierto que finalmente el “grupo de la muerte” no fue tan fiero como lo pintaban, sobre todo gracias a la desengrasada Naranja Mecánica, y que Grecia no es el rival más fuerte de estos cuartos de final, pero la realidad es que ahí están, y que no sorprende a nadie, porque el nivel de juego exhibido sólo está al alcance de los elegidos. Probablemente, Alemania sea, junto a España, la única selección que ha cumplido todas las expectativas que en ella se depositaban; es el rival a batir y el que más respeto produce actualmente.

La clave de este éxito no es fruto de un día, sino de un concienzudo trabajo de reconstrucción que Joachim Löw llevó a cabo tras la dolorosa derrota en la final de la Euro 2008 frente a España, con un solo objetivo: parecerse lo más posible a ese equipo de ensueño español sin perder la identidad alemana. Esta idea llegó al Mundial de Sudáfrica a medio madurar, pero a pesar de ello, la selección alemana asombró al mundo y se coronó tercera del campeonato, volviendo a ser eliminada por su referente, España. Pero esta vez, el proceso que comenzara Löw en 2008, se encuentra en el momento óptimo para ser coronado con un título, porque a los jugadores que lograron el tercer puesto en Sudáfrica, se ha sumado una hornada de jóvenes talentos alemanes con un potencial asombroso, como el fantástico central Hummels, que no han hecho más que multiplicar el poderío de una selección aspirante a todo.

Quizá fue sorpresivo para muchos que en el partido de ayer y sin venir a cuento aparentemente, el bueno de Joachim decidiera dejar en el banquillo a pesos pesados como Müller o Podolski para dar entrada a Schürrle y al inédito Marco Reus. Tiene fácil explicación que no le temblara el pulso al seleccionador alemán a la hora de tomar esas decisiones tan importantes a simple vista, y es que la confianza que tiene Löw en sus jugadores es infinita, pero no porque él sea un hombre que la deposite con facilidad, sino porque sus futbolistas siempre responden en el campo, porque prácticamente cualquiera de los que tiene en el banquillo podría ser titular sin despeinarse mucho.


Lo que no fue una sorpresa fue el rendimiento que dio entre líneas Marco Reus, jugador que ya analizamos en este blog con anterioridad, porque su verticalidad ofensiva es archiconocida en Alemania y allende sus fronteras. De todas formas, en el partido de ayer estuvo pletórico y rindió al máximo nivel que se le ha visto esta temporada al Mejor Jugador de la Bundesliga 2011/12, sólo comparable al partidazo que realizó ante el Bayern Múnich en liga y poco más. Pero lo realmente asombroso de Alemania es que su fondo de armario no termina en Schürrle o Reus, o en el relevo que se puedan dar mutuamente Klose y Mario Gómez. Joachim Löw tiene todavía mucho talento por enseñar sentado en la banca, como Gündogan, el cerebro del Dortmund bicampeón de Alemania, o su compañero Mario Götze, que a buen seguro es el jugador con más calidad de esta selección alemana, y que aunque ayer disputó algunos minutos, entró cuando el partido estaba totalmente roto.

Pero tampoco hay que centrarse únicamente en la savia nueva que ha entrado de cara a esta Euro 2012, porque si Alemania es un equipo aspirante a todo es gracias a lo que queda de la Euro 2008 y al bloque que fue a Sudáfrica. De ahí brillan seis nombres con luz propia, los “veteranos” Lahm y Schweinsteiger, y los Khedira, Özil, Müller y Mario Gómez. Los dos primeros son el alma de la Mannschaft, los capitanes del equipo, y el símbolo del viejo estilo alemán. Aunque Schweinsteiger sigue arrastrando las molestias que le han lastrado durante toda la temporada, su presencia es imprescindible por el carácter que le imprime al equipo. Los cuatro últimos son el claro ejemplo del cambio de ciclo en el fútbol alemán, ese cambio que les ha llevado a la gloria. Con la calidad técnica de Müller y Özil, el director de orquesta de los germanos, en la mediapunta, y el instinto goleador de guante blanco del hispano-alemán, la presencia 'box to box' de Khedira es lo poco que diferencia a Alemania de su referente, España.

Sin duda, Alemania sigue manteniendo la esperanza de todos sus aficionados y de los aficionados al buen fútbol en general. Con su candidatura ya más que presentada, sólo queda ver quién puede parar a esta máquina de fútbol. Y la verdad es que sólo se me ocurre un candidato, el de siempre.

PabloG.

viernes, 22 de junio de 2012

Cuartos de Final de la UEFA Euro 2012 Alemania - Grecia


Alemania da miedo

Segunda jornada de cuartos de final de la Euro 2012, esta vez la aspirante a todo Alemania se enfrentaba a la autentica sorpresa del torneo, la Grecia de Santos, que llegaba al duelo con la intención de continuar aumentando su mito.

¿Quién dijo que Alemania ha dejado de ser una apisonadora? Bien es cierto que el estilo del “Sturm und Drang” ha dejado paso a una brillantez en el juego sólo al alcance de los más grandes, lo que no ha hecho más que aumentar la mordacidad de una selección que no se conforma con ser subcampeona del mundo y tercera del mundo; quiere un título que los consagre. Quizá por eso Joachim Löw decidió dejar en el banquillo a los estériles Müller y Podolski, así como al tocado Gómez para dar paso a los hambrientos Schürrle y, sobre todo, Reus, y también al eterno Klose. La superioridad alemana quedó patente desde el pitido inicial, con el que Alemania se volcó en el área del calamitoso Sifakis con unas combinaciones rapidísimas, llegando a tener dos ocasiones claras y un gol anulado a Schürrle por fuera de juego en tan sólo cinco minutos. El desorden ofensivo alemán hizo demasiado daño a Grecia, con un Özil pletórico, un Reus que supo aprovechar perfectamente su oportunidad y exhibió el nivel que acostumbra en la Bundesliga, y un Khedira que a cada segundo que pasa se aleja más del que juega en el Madrid. Pero a pesar de la aplastante superioridad germana, con un ochenta y uno porciento de posesión en la primera mitad, no se reflejaba en el marcador, ya que a los de Löw les temblaba el pulso en los últimos metros, a pesar de contar con ocasiones claras, y tuvo que ser un no habitual de estos asuntos quien abriera la lata: el capitán Philipp Lahm. El lateral recibió en la izquierda un cambio de orientación de Özil y realizó una diagonal hacia dentro para romperla con la derecha y marcar, con la ayuda de Sifakis, un tanto que tranquilizaba a los teutones de cara al descanso.


Tras la reanudación, Santos movió ficha e introdujo a Fotakis y Gekas con el fin de dar la vuelta al marcador. Los alemanes volvieron al terreno de juego muy relajados, quizá en exceso, lo que les costó un disgusto mayúsculo cuando Fotakis metió un balón perfecto para la carrera de Salpingidis, que llegó  a línea de fondo para ponerle un centro a raso a Samaras que la empujó ante la atenta mirada de Boateng. El mundo del fútbol no podía creer lo que veía, que se asemejaba mucho a la vieja leyenda del equipo de 2004. Pero Alemania no estaba por la labor de resucitar viejos fantasmas, y por ello tardó sólo cinco minutos en volver a adelantarse, lo que tardaron en trenzar una jugada entre todos los jugadores que llegó a los pies de Boateng para que la pusiera al corazón del área, donde apareció imperial Khedira para marcar un tremendo gol de volea para poner el broche de oro a su partidazo.


Y tras este tanto, llegó el dominio absoluto de Alemania, porque si durante los sesenta minutos anteriores había sometido totalmente a los helenos, en los treinta minutos restantes abusó de ellos, no tanto por la brillantez en el juego sino por lo letal de este. Primero con un gol, como no, de cabeza de Klose a remate de una falta lateral de Özil en la que Sifakis se comió el balón, y unos minutos más tarde con otro golazo, esta vez de Reus al enganchar de primeras el rechace de Sifakis a disparo de Klose que sirvió para confirmar los mejores presagios sobre el mejor jugador de la Bundesliga esta temporada. Ya en los minutos finales, Grecia buscó la épica y logró forzar un penalti por manos, en otro error de bulto de Boateng. Esta vez, el encargado de tirarlo fue Salpingidis, que no falló ante Neuer y puso el punto final de la participación de su selección en esta Eurocopa. Alemania espera rival en semifinales mientras Italia e Inglaterra se echan a temblar.


ALINEACIONES

Alemania: Neuer; Boateng, Hummels, Badstuber, Lahm; Schweinsteiger, Khedira, Özil, Schürrle (67’ Müller), Reus (79’ Götze); Klose (79’ Gómez).

Grecia: Sifakis; Torosidis, Papadopoulos, Sokratis, Tzavelas (45’ Fotakis); Makos (71’ Liberopoulos), Maniatis, Katsouranis, Ninis (45’ Gekas), Samaras; Salpingidis.

PabloG.

jueves, 21 de junio de 2012

Cuartos de Final de la UEFA Euro 2012 República Checa - Portugal


Ronaldo hace justicia

Primer partido de los cuartos de final en la Euro 2012. Los encargados de dar el pistoletazo de salida a la segunda fase del torneo fueron Portugal y República Checa, con el objetivo de hacerse con una plaza en las semifinales del máximo torneo continental de naciones.

Comenzaron bien el encuentro los hombres de Bilek con un dominio en el centro del campo abrumador que creo muchas dudas en el cuadro luso. Plasil y Hübschmann, pero sobre todo Jiracek y Pilar que partían de banda, lograron imponerse en la zona ancha durante unos primeros quince minutos en los que la República Checa se mostró demasiado mansa de cara al gol, ya que a pesar de tener el control del juego, no dispararon ni una sola vez entre los tres palos, algo que acabaron pagando. Perdonar ocasiones siempre es malo, pero más aún cuando tienes enfrente a un equipo tan vertical como Portugal, que poco a poco y sigilosamente fue tomando las riendas del encuentro en la primera mitad. Meireles, Moutinho y Veloso le comieron la tostada al inexperto Darida que no dio la talla como recambio del lesionado Rosicky. Pero a pesar de que Portugal tampoco daba una gran sensación de peligro, en los últimos compases del primer acto apareció su principal argumento ofensivo: Ronaldo controló con el pecho un envío medido de Meireles, se giró con un gran movimiento, pero su remate salió repelido por el poste, lo que dejó a los lusos un sabor agridulce de cara al descanso.


En la segunda mitad, los de Paulo Bento se soltaron la melena y se lanzaron a por el partido, con Ronaldo asumiendo todo el protagonismo ofensivo. Y no exagero cuando digo todo, ya que el del Real Madrid disparó ocho de los veinte tiros que realizó su selección, la mayoría desde posiciones bastante alejadas de la frontal del área. Bien es cierto que en una de esos golpeos lejanos, esta vez a balón parado, estuvo a punto de inaugurar el marcador, pero volvió a toparse con el poste de la meta de Cech, y ya van cuatro en lo que llevamos de competición. Pero si Ronaldo fue decisivo para el devenir de su equipo, Raúl Meireles no fue menos. Sin noticias de Chequia, el centrocampista del Chelsea asumió todas las responsabilidades en el medio campo y canalizó el juego ofensivo luso, con un gran porcentaje de acierto y dejando una ingente colección de pases a la espalda de la defensa checa que se transformaron en serias ocasiones de gol. La más clara la tuvo Moutinho con un poderoso disparo al que Cech, sin duda el mejor de su selección, respondió con una inmensa estirada y mandó el balón a córner.


Portugal seguía acosando a su rival y  estaba totalmente volcada al ataque. Ya ni si quiera existía un orden  claro en ataque: Nani y Ronaldo habían abandonado las bandas para aparecer por el centro, Moutinho y Meireles cada vez tenían más presencia por fuera, los laterales aparecían en los extremos… sólo importaba un gol que se venía mascando hacía tiempo y que Portugal merecía ante la pasividad de una República Checa diluida como una pompa de jabón. Y en estas volvió aparecer un Meireles en estado de gracia, que vio el avance de Moutinho por la derecha y le dio el balón para que lo colgara al área, en el que apareció Ronaldo libre de marca, tras ganarle a Gebre Selassie en el cuerpo a cuerpo, para realizar un remate en plancha y picado al que ni si quiera Cech pudo dar respuesta. Ronaldo marcó el gol de la justicia, un tanto que valen unas semifinales que hacen que Portugal esperé impaciente a España o Francia de cara al encuentro del próximo miércoles.


ALINEACIONES

República Checa: Cech; Selassie, Sivok, Kadlec, Limbersky; Plasil, Hübschmann (85’ Pekhart), Darida (60’ Rezek), Jiracek, Pilar; Baros.

Portugal: Rui Patricio; Pereira, Pepe, Alves, Coentrão; Veloso, Moutinho, Meireles (87’ Rolando); Nani, Ronaldo, Postiga (39’ Almeida).

PabloG.

lunes, 18 de junio de 2012

3ª Jornada del Grupo C de la UEFA Euro 2012


Casillas salva a España y Navas la lleva a cuartos

Día de finales en la última jornada del Grupo C, en el que se decidiría finalmente a los equipos clasificados para los cuartos de final. La salsa estaba en el Croacia-España, en el que un empate a dos favorecía a ambas selecciones, pero también se podía dar que Croacia perdiera y se despidiera, o incluso que lo hiciera la campeona del mundo en caso de derrota y victoria italiana.

El encuentro comenzó sin ritmo alguno. España parecía querer darle otra marcha al juego, pero los croatas tenían las líneas demasiado juntas y no había espacio alguno que permitiera el movimiento entre líneas de Iniesta o Silva. Para colmo, cada vez que La Roja animaba algo el choque, Croacia trababa el juego a base de faltas y pérdidas de tiempo que impedían el espectáculo, porque a ellos también les valía un empate siempre y cuando Italia no marcase. De hecho, en esta primera mitad de hastío, sólo cabe destacar un pase maestro de Silva al que Iniesta sólo pudo meter la puntera, así como una entrada de Torres por la derecha que se topó con la pierna de Pletikosa. Nada más, porque aunque Croacia también tuvo el balón, y tenía urgencias tras el gol de Cassano, tampoco creó ningún peligro, quizá porque los movimientos de Mario Mandzukic hoy no tenían a Jelavic a su espalda. Sea como fuere, el partido se fue al descanso sin nada que aportar.


Tras la reanudación, parecía que ambos equipos tendrían que arriesgar algo más, especialmente Croacia que estaba virtualmente eliminada, pero no fue así. Es más, el ritmo hasta descendió algo más, si es que eso era posible. Pero a partir de los cincuenta de juego, Croacia empezó a animarse a la contra y ver la realidad: un gol les clasificaba y dejaba fuera a España. Eso debió pensar Modric cuando inició una contra vertiginosa a la par que letal por el flanco derecho que culminó con un venenoso centro al área al que Rakitic llegó de pleno, pero Casillas volvió a ejercer de héroe como en los viejos tiempos para salvar a la vigente campeona de un drama inesperado. Del Bosque reaccionó, pero lo hizo de una manera extraña al dar entrada primero a Navas por Torres, y luego a Cesc por Silva; más claro fue Bilic, que sacrificó a Vida y a Pranjic para sacar la artillería con Jelavic y Perisic. Croacia, con todo en el campo, se encomendó a las contras para lograr la ansiada clasificación y apunto estuvo de lograrlo de nuevo, esta vez con una cabalgada de Mandzukic por la izquierda que finalizó Perisic de volea, pero volvió a aparecer Casillas como salvador de España.


Ya en los compases finales, La Roja tomó todo el peso del encuentro y dominó el balón en todo el campo, pero acusó graves problemas de finalización, ya que parecía que los jugadores querían meterse con el balón dentro de la portería, lo que desesperaba a sus seguidores. El momento cumbre se vivió con una jugada de Cesc dentro del área en la que pareció pararse el tiempo para el de Arenys de Mar, que no veía hueco por ningún lado. Pero sí que lo vio cuando nadie más que él lo veía, y vaya que si lo vio. Le mandó un preciso pase picado para Iniesta que fue generoso tras controlar la delicia de su compañero y se la dio a Navas para que, esta vez sí, se metiera dentro de la portería para clasificar a España como primera de grupo a falta de tres minutos para el final.


Pero no por eso murió ahí el encuentro, porque un gol croata clasificaba a ambas selecciones y dejaba fuera a Italia, a pesar del golazo de Balotelli. Por eso los de Bilic lo intentaron de todas las maneras posibles, incluso mandando a Pletikosa a rematar, pero España no quiso ni “biscotto” ni cosas raras. No es el talante de esta selección campeona de Europa y del mundo, que estará en cuartos junto a Italia, y espera rival a expensas de lo que ocurra mañana en el Grupo D.

ALINEACIONES

Croacia: Pletikosa; Vida (65’ Perisic), Corluka, Schildenfeld, Strinic; Vukojevic (81’ Eduardo), Rakitic, Srna, Modric, Pranjic (65’ Jelavic); Mandzukic.

España: Casillas; Arbeloa, Piqué, Ramos, Alba; Busquets, Alonso, Xavi (89’ Negredo), Iniesta, Silva (73’ Cesc); Torres (60’ Navas).

PabloG.

domingo, 17 de junio de 2012

3ª Jornada del Grupo B de la UEFA Euro 2012 Dinamarca - Alemania


Alemania elimina a Dinamarca en un precioso encuentro

Última jornada con todo por decidir en el Grupo B de la Euro 2012. Alemania llegaba al partido sin mucho que perder, pero no podía bajar la guardia, porque una derrota ante Dinamarca y una victoria portuguesa podían dejarla fuera de la competición. Con más urgencias llegaban los daneses, que necesitaban vencer, o empatar siempre y cuando Holanda venciese a Portugal.

El partido su puso bonito desde el primer momento, con Alemania desplegando el juego que le caracteriza, mientras Dinamarca no se amedrentaba y trataba de hacerle frente con una propuesta idéntica. Pero la selección de Joachim Löw es demasiado para Dinamarca y para buena parte del resto de selecciones que están en el torneo, y más si exhibe su nivel más alto de juego, como hizo hoy. Esta selección teutona se puede resumir perfectamente en la jugada que ocurrió a los ocho minutos de juego: tras una transición correcta hasta la media punta, Özil recibió el balón y subió un puntito la velocidad en el juego para que Podolski se metiera y la colgara en busca de un remate de y Müller que salvó Andersen ‘in extremis’. Esto es Alemania y esto fue lo que hizo que el marcador se abriera a los veinte minutos, esta vez tras un aparentemente inofensivo saque de banda hacia Müller que el del Bayern convirtió en una perfecta asistencia de gol, primero para Mario Gómez que no llegó, y acto seguido para Podolski, que apareció desde la segunda línea para fusilar al meta danés y enterrar las opciones que había dado a sus rivales el tanto de Van der Vaart.


Bien es cierto que a fases logró imponerse el centro del campo de la valiente selección danesa, con Kvist, Jakob Poulsen y un Zimling algo mermado, y que lograron crear bastante peligro sobre todo por la izquierda con las subidas de Simon Poulsen, pero el gol danés no llegó en una jugada colectiva, sino al remate de un saque de esquina botado por Jacobsen que encontró la cabeza de un Bendtner que saltó más que todos para ponerle el gol en bandeja a Krohn Dehli y devolver la clasificación virtual a su país, algo que sólo duró cuatro minutos, el tiempo que tardó Ronaldo en hacer el primero en su cuenta particular. Para ese entonces ya había vuelto a dominar el centro del campo teutón con Özil y sobre todo Khedira a la cabeza. Desde luego que estos jugadores sólo se parecen a los del Madrid en el color de la camiseta, especialmente el de origen tunecino, que dio un recital a la hora de aproximarse al área y se atrevió incluso con algún que otro pase arriesgado que realizó con éxito.


Ya en la segunda mitad, Alemania decidió no correr riesgos innecesarios; los que necesitaban el tanto para clasificarse eran sus rivales, así que se limitaron a defender con la pelota y a bajar el ritmo del encuentro. Ya no aparecieron tanto por el área ni Khedira ni Schweinsteiger, y ni Özil ni Müller le daban chispa a la mediapunta, algo que aprovechó Dinamarca para aparecer más y con mayor peligro por las inmediaciones de Neuer. El cénit de este tramo del encuentro se vivió con una subida de Simon Poulsen que finalizó Jakob Poulsen con un disparo al palo. Ahí Alemania se dio cuenta de que estaba jugando con fuego, y Joachim Löw, que sorprendió a propios y extraños al incluir a Bender en el once como lateral derecho para suplir a Boateng, decidió dar refresco a la banda izquierda con el talento de Schürrle, y su selección lo notó, porque el hambre del jugador del Bayer Leverkusen permitió darle otro aire a la media punta y contagió al grupo. Khedira volvió a despertar y quiso agradecérselo a su compañero con una asistencia sensacional, pero Andersen estuvo muy atento, aunque ya se mascaba la tragedia danesa, y finalmente fue en el minuto ochenta, siete después de que Ronaldo diera una estocada mortal al sueño de los de Olsen, cuando Alemania asestara el golpe de gracia con una contra genial que culminó Lars Bender incorporándose desde atrás gracias a un pase mortal de Schürrle, que deja a Alemania como primera del “grupo de la muerte”, y jugará los cuartos de final frente a Grecia.


ALINEACIONES

Dinamarca: Andersen; Jacobsen, Kjaer, Agger, S. Poulsen; Kvist, J. Poulsen (82’ Mikkelsen), Zimling (78’ C. Poulsen), Eriksen, Krohn Dehli; Bendtner.

Alemania: Neuer; Bender, Hummels, Badstuber, Lahm; Schweinsteiger, Khedira, Özil, Müller (84’ Kroos), Podolski (64’ Schürrle); Gómez (74’ Klose).

PabloG.

sábado, 16 de junio de 2012

3ª Jornada del Grupo A de la UEFA Euro 2012 República Checa - Polonia


Jiracek y Karagounis asaltan el Grupo A

Partido decisivo en la última jornada del Grupo A. No había vuelta atrás; el que quisiera pasar a cuartos, debería lograr la victoria, aunque a los checos también les servía un empate su Grecia no ganaba. Especialmente crítica era la situación de Polonia, anfitriona de esta Eurocopa.

Comenzaron bien los chicos de Smuda, con muchísimas ganas de agradar a los suyos y lograr un gol pronto que facilitara mucho más el complicado panorama que se vivía en el grupo. Esta puesta en escena tuvo su parte positiva, ya que Polonia barrió a la República Checa del campo durante los primeros minutos del encuentro, con un magnífico despliegue físico, que sumado a la calidad de sus jugadores de medio campo, le permitió contar con varias ocasiones claras de inaugurar el marcador, pero también tuvo sus puntos negativos. El principal, la precipitación, que hizo que ocasiones tan claras como las que tuvieron tanto Lewandowski, como Polanski o Boenisch, se fueran al limbo debido a la enorme ansiedad con la que jugaba el cuadro polaco.


Con el paso de los minutos, los checos empezaron a entrar poco a poco en la dinámica del partido, y ya no lo hacían con balones en largo como en los primeros compases, probablemente fruto de la inseguridad que representa no tener a un jugador de la importancia de Rosicky en la zona de creación. Kolar comenzó a recibir en zonas más retrasadas para ayudar a Hübschmann y a Plasil, que asumió el papel de líder en el centro del campo, a sacar el balón jugado, a lo que hubo que añadir que Pilar, probablemente el más desequilibrante de esta selección, se empezó a destapar por la izquierda. Todo esto sucedía mientras Polonia comenzaba a mostrar el otro punto negativo de su valiente apuesta: el cansancio. Así, con la República Checa dominando el cuero, llegamos al descanso de este encuentro, donde ambos equipos conocerían el tanto de Karagounis para Grecia en el descuento. Ahora ya no valían empates, sólo la victoria.


Con este escenario salieron ambos combinados en busca de la victoria, pero mientras los checos lo hicieron dominando de nuevo la posesión, los polacos lo hicieron con más corazón que otra cosa. La República Checa seguía amasando el balón en busca del tanto, y Pilar cada vez aparecía más cerca del área de Tyton, lo que hacía temblar las piernas de la defensa polaca. Pero no fue Pilar el que tuvo la ocasión más clara del encuentro, sino Sivok, que remató a bocajarro una falta lateral, a la que el meta polaco respondió con un paradón para salvar a su país, algo que sirvió de poco, porque el primer tanto ya se mascaba en el ambiente, y no tardó demasiado en llegar, con una contra perfectamente guiada por Baros, prácticamente su única aportación en el partido, que remató Jiracek con la derecha tras sentar a su par con la izquierda y clasificar virtualmente a los suyos.


Tras el tanto checo, a Smuda no le quedó otra que volcarse al ataque para intentar lograr dos tantos que permitieran a la anfitriona seguir viva en la competición de su país, por lo que sacó a toda su artillería, y Polonia tuvo una gran ocasión de empatar el encuentro gracias a un remate de cabeza de Wasilewski, que se marchó alto por muy poco para alivio checo. Ya en la última jugada del encuentro y sin ningún tipo de opción de clasificar a los suyos, Blaszczykowski estuvo a punto de lograr un tanto del empate que hubiera dado el pase a Rusia, pero Sivok se convirtió en héroe nacional al sacar el balón en la línea de gol. ¡Quién lo iba a decir en la primera jornada, República Checa y Grecia jugarán los cuartos de final dejando fuera a la gran Rusia y a la anfitriona Polonia!

ALINEACIONES

República Checa: Cech; Selassie, Sivok, Kadlec, Limbersky; Hübschmann, Plasil, Kolar, Jiracek (83’ Rajtoral), Pilar (87’ Rezek); Baros (90’ Pekhart).

Polonia: Tyton; Piszczek, Wasilewski, Perquis, Boenisch; Polanski (55’ Grosicki), Dudka, Murawski (73’ Mierzejewski), Obraniak (72’ Brozek), Blaszczykowski; Lewandowski.

PabloG.