lunes, 28 de mayo de 2012

XIX Torneo Nacional BlueBBVA Alevín de Fútbol 7 en Benalmádena


Desde el pasado viernes 25 de mayo hasta el día 27 del mismo mes, se desarrolló en Arroyo de la Miel el XIX Torneo Nacional BlueBBVA Alevín de Fútbol 7, el torneo Brunete de toda la vida, ese por el que pasaron talentos tales como Iniesta o Fernando Torres, promovido por José Ramón de la Morena a través de la Fundación El Larguero. A la cita acudieron como cada año los veinte equipos de primera división representados a través de sus equipos alevines para brindarnos a los allí presentes un espectáculo formidable y rebosante de talento futbolístico.

El Atlético de Madrid se proclamó campeón del torneo después de derrotar al Valencia por tres a uno en la gran final gracias a un hat-trick de Salomón Obama, que con diez dianas, fue galardonado con el trofeo al máximo goleador de la competición. Los colchoneros pasaron cómodamente por encima de un Valencia que a pesar de contar con el mejor jugador del torneo, Abel Ruiz, no pudo hacer nada ante el despliegue físico de Salomón y Silvano y la calidad de Óscar entre otros.


No fue sencillo el camino hacia la final para ninguno de ellos. Los rojiblancos vencieron en la fase de grupos a Racing, Athletic Club y Levante, pero se vieron sorprendidos por el Osasuna, que los venció por uno a cero. Una vez en la fase final del torneo, el Atlético hizo gala de una gran superioridad y dejó en el camino al Villarreal en cuartos y al Barcelona en semifinales. Por su parte, los chés se plantaron en la final invictos, tras haber derrotado a Málaga, Real Sociedad, Real Madrid y Betis en la fase de grupos, y al Rayo Vallecano y nuevamente al Málaga en cuartos y semis respectivamente.

También pudimos presenciar un magnífico partido por el tercer y cuarto puesto entre el equipo anfitrión, el Málaga, y el Barcelona, que llegó a los penaltis tras un empate a uno en el tiempo reglamentario gracias a los tantos de Arnau y Alfredo. Una vez en la fatídica tanda, ambos porteros mostraron un gran acierto al detener tres penaltis el meta malaguista y dos el culé, ya que el disparo de Alfredo lo repelió la madera. Finalmente, se alzaría con el tercer puesto el Barça con el fallo del portero José Antonio, después de que Pau hubiera anotado su pena máxima.


El torneo nos dejó sin duda un gran ramillete cracks a los que habrá que seguir muy detenidamente de cara al futuro, ya que en unos años los veremos exhibiendo su talento en los campos de primera división. Como nos sería imposible analizarlos a todos, nos centraremos en los más destacados de los cuatro primeros clasificados:

Alfredo Sousa: Este pequeño y habilidoso extremo portugués del Málaga logró meter a su equipo en la fase final del torneo con un tanto sobre la bocina que eliminó al Real Madrid. Salido de la cantera del Sporting de Lisboa, destaca por su desparpajo, por su calidad a la hora de desbordar, por su laborioso trabajo de presión y por su gran colocación a la hora de marcar gol. A veces peca de individualista y eso genera algún que otro problema a la zaga malacitana. Recuerda en más de un gesto a su compatriota Cristiano Ronaldo.

Arnau Comas: Este rubio y espigado futbolista es el líder absoluto de su equipo, además del capitán. Puede actuar tanto de central como en el centro del campo, rindiendo de maravilla en ambas posiciones. Posee un talento descomunal a la hora de sacar el balón jugado y una gran potencia física que utiliza tanto para pisar el área rival como para defender su propia portería, a lo que suma una inteligencia táctica impropia de su edad. Probablemente en unos años sea el heredero de Guardiola en el mediocampo azulgrana.

Abel Ruiz: El nueve del Valencia se coronó finalmente como el mejor jugador del torneo. Es un jugador muy alto que aprovecha todas su cualidades físicas y técnicas para rematar cualquier balón que le llega, por difícil que sea. Pero sin duda, la faceta que mejor realiza es la de recibir el balón de espaldas y aguantarlo, permitiendo la entrada de los extremos para finalizar la jugada, lo que le otorga un valor táctico impagable. Como bien dijo Kiko Narváez, quien lo apadrinó durante la competición, recuerda al ex colchonero cuando era joven.

Salomón Obama: Sin duda fue el jugador más dominante del campeonato, ya que tiró de su equipo en todo momento, lo que le llevó a anotar la friolera de diez tantos en siete encuentros. Con un físico descomunal para sus doce años de edad, este ariete del Atlético de Madrid es pura potencia, aunque no exenta de una calidad deslumbrante. Líder natural del equipo campeón, es dueño de un poderosísimo disparo y de una amplia zancada que le permite ir dejando atrás a los rivales con suma facilidad. No cabe duda de que en pocos años será el Drogba del Atlético de Madrid y llevará a su equipo a lo más alto como ya hizo en el torneo alevín.

Aquí os dejo con una foto que me hice con el máximo goleador de la competición. ¡Qué grande eres Salomón!

Aquí os dejamos el siete ideal de El Banquillo del Cuarto Árbitro:


JOSÉ ANTONIO
(MÁLAGA CF)
BENJAMÍN GARAY     ARNAU COMAS
(REAL MADRID)     (FC BARCELONA)
SILVANO         SALOMÓN OBAMA         ALFREDO SOUSA
(ATLÉTICO)                (ATLÉTICO)               (MÁLAGA CF)
ABEL RUIZ
(VALENCIA CF)

PabloG.

sábado, 26 de mayo de 2012

Amistoso Internacional España - Serbia


Adrián y Cazorla iluminan a una España experimental

Partido de preparación para la Eurocopa en el que España se enfrentaba a la siempre complicada serbia. Ambos equipos presentaban notables ausencias en sus convocatorias, como por ejemplo Krasic o Vidic por parte de los serbios, o los jugadores de Barça y Athletic en la roja, que se presentaba en Austria sin buena parte de su núcleo duro.

Desde el principio, ambos entrenadores declararon sus intenciones: Del Bosque salió con una dupla ofensiva formada por Soldado y Negredo y la gran novedad del debut de Juanfran en el lateral derecho, para dotar de mayor profundidad desde esa zona al juego de toque de la selección; Mihajlovic optó por un equipo rocoso, que se basaba en sus dos ejes de la zaga, Ivanovic y Subotic, y que contaba con un doble lateral en la zona izquierda formado por Tosic y Kolarov para dejar a Lekic arriba sólo ante el peligro.

Es por eso que a España le costó más de la cuenta trazar las conexiones entre sus hombres de mayor calidad para perforar la meta serbia. Cazorla lideraba el juego en el centro del campo dándole un mayor sentido al juego de un equipo que carecía de chispa y que notaba en demasía la ausencia de pilares básicos en la elaboración del juego como lo son Xavi o Iniesta. Para colmo, la punta de ataque española tampoco respondía con efectividad. Lo intentó sin suerte un Negredo aguerrido que no se amilanó ante el poderío físico de los centrales rivales y que se topó varias veces con las manos de Kahriman, mientras Soldado estaba desaparecido en combate, algo que seguramente le pasará factura de cara a su inclusión en la lista para la Eurocopa. Tanto fue el desatino ofensivo de los españoles que el que más cerca estuvo de lograr el primer tanto del encuentro fue Xabi Alonso con un disparo desde medio campo que se marchó rozando el larguero de la portería de un Kahriman muy adelantado.


La sombra del Chelsea, ese equipo que tan hondo a calado en los rivales de los equipos que tratan bien el cuero, planeaba sobre el estadio: España dominaba ampliamente la posesión, pero no conseguía materializar ese dominio en ocasiones claras de gol. La culminación de esa especie de pesadilla en la que vivía inmersa la roja la puso Lekic, que empujó al fondo de las mallas un envío desde la izquierda de Kolarov, aunque lo hizo en posición antirreglamentaria, por lo que el árbitro anuló el tanto. Ese fue el punto clave que llevó a Del Bosque a realizar una profunda revolución en su equipo en el descanso, en el que se quedaron en la caseta Soldado, Ramos, Xabi Alonso y Negredo para dar entrada a tres debutantes, Beñat, Adrián y Domínguez, y un “veterano”, David Silva.

Con los cambios, España mejoró mucho su imagen. No a practicar el juego que realiza liderados por Xavi e Iniesta, pero logró romper los esquemas balcánicos gracias a que al talento y la creatividad de Cazorla se unieron los de Beñat y Silva, que abrieron una autopista para Navas en la derecha en la que el sevillano se hallaba en su salsa. De hecho, así llegó el primer tanto español, con un precioso pase medido al hueco de Beñat desde cincuenta metros al que Navas respondió con un sprint que culminó con un preciso centro para la llegada de Adrián, que empujó el balón al fondo de las mallas. El asturiano logró en veinte minutos lo que ni Negredo ni Soldado pudieron conseguir en cuarenta y cinco, y debutaba de la mejor manera posible, con un importante tanto para su selección. Pero no se limitó a eso la participación del delantero rojiblanco, que fue un auténtico quebradero de cabeza para la defensa serbia, con una movilidad que recordó por momentos al añorado David Villa. Fruto de uno de esos movimientos llegó la jugada que desencadenaría el segundo tanto de la roja, cuando Ivanovic le derribó dentro del área para provocar un penalti a favor que el malaguista Santi Cazorla transformó sin que le temblara el pulso en el segundo tanto de España.


Al final, cómodo triunfo español ante Serbia en el que la roja no demostró su excelencia en el juego, mermada por las sensibles bajas de casi toda su medular, compuesta por los jugadores del Barcelona. Adrián, junto a Cazorla, guio a la selección al triunfo y demostró por qué está entre los elegidos por Del Bosque, postulándose como un firme candidato para suplir a Villa en la Eurocopa. También cabe destacar el debut de cinco jugadores en la roja: Juanfran, Domínguez, Beñat, Adrián y Javi García, toda una demostración del óptimo estado en el que se encuentra el fútbol español.


ALINEACIONES

España: Casillas; Juanfran, Ramos (45’ Domínguez), Albiol (65’ Monreal), Alba; Bruno (69’ García), Alonso (45’ Beñat), Cazorla, Navas; Soldado (45’ Silva), Negredo (45’ Adrián).

Serbia: Kahriman; Basta, Ivanovic, Subotic, Tosic; Radovanovic (68’ Matic), Ignjovski (65’ Fejsa), Djuricic (65’ Jankovic), Kolarov, Ljajic (76’ Z. Tosic); Lekic (76’ Sceporovic).

PabloG.

domingo, 20 de mayo de 2012

Final de la UEFA Champions League Bayern Múnich Chelsea


Drogba lleva al Chelsea a la gloria

Llegó el día del partido más importante del año en Europa, Bayern y Chelsea se medirían en el Allianz Arena por el cetro de campeón continental. Partían como favoritos los muniqueses por el hecho de ser los anfitriones de la gran final, pero a pesar de ello, no eran pocas las opciones que se les daban a priori a los londinenses, que disputaban su segunda final en busca de su primer entorchado como campeones de Europa.

Fue una emocionantísima final en la que comenzaron dominando los alemanes en un monólogo que recordaba a la semifinal disputada por el Barcelona: dominio absoluto y poquitas ocasiones claras. El Bayern, a pesar de dominar el mediocampo con Schweinsteiger a la cabeza, no lograba encontrar arriba a Mario Gómez, sumergido en la muralla azul, y ni Ribèry ni Robben tenían el suficiente acierto de cara a portería. Los bávaros lo intentaban una y otra vez pero siempre se topaban con el complejo entramado diseñado por Di Matteo. La ocasión más clara la tuvo Robben, que tras un eslalon con caño incluido, disparó a puerta pero Cech logró desviar lo justo el balón para que saliera repelido por la escuadra de su portería. Tampoco se materializó una acción de Gómez que se fue alta tras quebrar a Cahill con un genial movimiento. Y en estas de claro dominio alemán, aparecieron Drogba, Mata y Lampard para elaborar una gran jugada al borde del área que finalizó con un potente disparo obra de Kalou con el que Neuer se tuvo que emplear a fondo y que demostró lo que se viene viendo durante toda esta Liga de Campeones: al Chelsea no se le puede dar por muerto.

Tras la reanudación, los anfitriones siguieron intentándolo todo para lograr el primer tanto del encuentro, pero siempre se topaban o con Cech, o con el búnker inglés, o con el árbitro que anuló de forma correcta un tanto de Ribèry poco antes de la hora de juego. Los alemanes se desesperaban ante el número de ocasiones pérdidas y los ingleses esperaban su momento. Pero a falta de cinco minutos para el final del partido, la emoción se apoderó del Allianz tras un centro de Kroos que Müller, después de ganarle la espalda a Cole y aparecer en el segundo palo, remató al fondo de las mallas. El joven mediapunta alemán, criado en las categorías inferiores del Gigante de Baviera explotó de júbilo cuando creía que le iba a dar el título a su equipo del alma. Y digo creía porque a sólo dos minutos del final, Mata botó un saque de esquina que Drogba transformó en gol tras entrar en el área como un tren de mercancías y realizar un perfecto giro de cuello. El Bayern había sacado diecisiete córners, el Chelsea sólo uno, pero valió más que todos los de su rival juntos. La segunda vez que se dio por muerto al Chelsea, se levantó para forzar la prórroga.


El tiempo extra comenzó aciago para Drogba y su equipo, ya que tres minuto después de la reanudación, el marfileño derribó a Ribèry dentro del área y el árbitro señaló la pena máxima, una pena máxima que Robben se encargó de lanzar y Cech de atajar para salvar a su equipo; volvía a errar un penalti el holandés. No pudo tampoco el Bayern con su férreo rival en la prórroga, por lo que nos fuimos a los penaltis con una clara sensación de superioridad e impotencia bávara.


La fatídica tanda que decidiría al campeón la inició el Bayern por medio de su capitán Philipp Lahm, que batió a Cech a pesar de que el meta checo tocó el cuero. Pronto se pondría todo de cara para el Bayern con el error del burgalés Juan Mata, al que Neuer le detuvo el penalti con una gran intervención. Tras esto, transformarían su disparo Mario Gómez, David Luiz, el sorprendente Neuer y el eterno Franck Lampard. Luego fue el turno para el croata Ivica Olic que se topó con una buena estirada de Cech y que después vio como Cole empataba de nuevo la tanda, por lo que toda la responsabilidad sería para la estrella del Bayern, Bastian Schweinsteiger. Schweini, colocó el balón en el punto y miró a Cech y a su afición, que depositaba toda su ilusión en su pierna derecha. Quizá fue eso lo que le pesó demasiado y le hizo dudar en la carrera, que finalmente acabó con un disparo que se estrelló en la madera después de que Cech la desviara lo justo y que ponía el título en bandeja al Chelsea y más concretamente a su jugador más carismático, Didier Drogba. El marfileño sabía lo que se jugaba, sabía de la importancia de ese último penalti y por eso lo tiró como mejor sabe: con el corazón. Fue eso lo que hizo que ese balón estrellado entrara en la portería y coronara al Chelsea como rey de Europa, ese Chelsea que probablemente sea el más light desde la llegada de Abramovich, pero que puso el broche de oro a una Champions espectacular en la que salió a relucir todo su pundonor y que hizo que los blues, así como Drogba grabaran con letras de oro su nombre en la historia del fútbol mundial. Volvió a levantarse el Chelsea una tercera vez cuando estaba totalmente KO, esta vez para alzar la Orejona.



ALINEACIONES

Bayern: Neuer; Lahm, Tymoshchuck, Boateng, Contento; Schweinsteiger, Kroos, Ribèry (97’ Olic), Robben, Müller (86’ Van Buyten); Gómez.

Chelsea: Cech; Bosingwa, David Luiz, Cahill, Cole; Mikel, Lampard, Bertrand (73’ Malouda), Kalou (84’ Torres), Mata; Drogba.


PabloG.

martes, 15 de mayo de 2012

De Manolo a Don Manuel


“Estás despedido Manolo”. Así de contundente fue la portada del diario Marca un día después del empate del Real Madrid en La Rosaleda y de que el Barcelona se proclamara campeón de liga con noventa y nueve puntos. A pesar de que el Madrid de Pellegrini logró su récord histórico de puntuación en liga, no gustaron en la capital ni la dura eliminación copera ante el Alcorcón, ni el varapalo de la Champions en la que el Lyon apeó a los merengues en octavos de final por sexta temporada consecutiva. Finalmente, tras una serie de discrepancias con el equipo directivo del club (con el que traía un tira y afloja desde pretemporada, en la que pidió que no se traspasara a Robben ni a Sneijder y que se concretara la incorporación de Cazorla, pero ninguna de sus anteriores peticiones se realizó), Pellegrini fue cesado en su cargo, que fue rápidamente ocupado por José Mourinho.

He aquí el inicio de la historia de un hombre que como Dante, tuvo que descender a los infiernos para volver a tocar el cielo con sus manos. Ya lo hizo en Villarreal, donde con duro trabajo y mucho sacrificio, llevó a un equipo de mitad de la tabla a toda una semifinal de la Liga de Campeones, en la que cayó de la manera más cruel posible ante el Arsenal, con un penalti fallado por Riquelme en los últimos instantes que hubiera supuesto la clasificación para la gran final. De hecho, fue su buen hacer en tierras castellonenses lo que le abrió las puertas del Bernabéu, avalado por su atractivo juego colectivo y los buenos resultados cosechados, ya que llegó a hacer subcampeón de liga al Villarreal.

Pero tras la dolorosa salida por la puerta trasera del estadio de Chamartín, Pellegrini, ese hombre que aterrizó en Madrid con la etiqueta de mejor entrenador de la Liga de las Estrellas, se encontraba en el paro. No le faltaron ofertas, se habló incluso de que el Liverpool se interesó por sus servicios para llevar a Anfield de nuevo al primer plano futbolístico mundial, pero al chileno no le sobraban las ganas. Estaba hundido después del trato que tuvo tanto por la prensa como por su propio club en Madrid. Pero entonces llegó una llamada procedente del sur de la Península: el Málaga, nuevo rico del fútbol español tras el desembarco del jeque Abdullah Bin Nasser Al-Thani, había cesado al técnico portugués Jesualdo Ferreira y necesitaba un golpe de timón que lo recondujera a la parte noble de la clasificación. La empresa no era sencilla, ya que el equipo costasoleño se hallaba decimoctavo con tan sólo siete puntos. Sin duda, era un reto muy diferente para un técnico acostumbrado a otros objetivos más altos.

Lo primero que hizo Pellegrini, junto al director deportivo Antonio Fernández, a su llegada a Málaga fue intentar recomponer una plantilla demasiado descompensada y rodearse de jugadores de su plena confianza. De este modo aterrizaron en la capital de la Costa del Sol Maresca, Demichelis, Baptista, Camacho y Asenjo, toda una columna vertebral nueva para sacar al equipo del abismo. No fue un inicio fácil, lleno de irregularidad y con unos jugadores que no lograban asimilar la filosofía de su nuevo entrenador. Tampoco ayudaron las lesiones, que mermaron al equipo blanquiazul, dejándole primero sin Baptista y después sin Asenjo, que se volvió a romper el ligamento cruzado anterior, por lo que el club se apresuró en fichar a Caballero, del Elche de Segunda División. Los resultados continuaban sin llegar y la afición se desesperaba. No era este su sueño del jeque. Para colmo, el día que Pellegrini volvió al Bernabéu, decidió sacar al campo a los menos habituales, lo que acarreó un siete a cero que ruborizó a todos los malaguistas.

Pero poco a poco el equipo se fue asentando y asimilando conceptos, algo que después, con la vuelta de Baptista, se fue transformando en goles y victorias. Con el brasileño como estrella y con Caballero asentado, por fin, en la portería, el Málaga firmó un final de temporada meteórico y acabó décimo primero, desplegando además un juego envidiable. Pellegrini lo había logrado y la ilusión por la siguiente temporada iba en aumento.

El verano fue agotador en las oficinas del club, que no pararon de trabajar hasta tener confeccionada una plantilla que permitiera luchar por Europa: la Europa League era el objetivo. Pero para lograrlo debían de llegar refuerzos de calidad, y el que abrió la veda no fue otro que Ruud Van Nistelrooy. La llegada del legendario ariete holandés elevó la marca a otro nivel y propició el desembarco de grandes jugadores a Málaga. Por La Rosaleda pasaron Toulalan, Joaquín, Sergio Sánchez, Monreal, Mathijsen, Buonanotte e Isco, pero todavía se necesitaba la guinda del pastel, por eso Pellegrini, como ya hiciera en el Madrid, pidió el fichaje de Santi Cazorla, su pupilo predilecto en su época del Villarreal. Con el fichaje de Cazorla por diecinueve millones de euros, el más caro de la historia del club, el técnico chileno se sentía en condiciones de darle a su afición la tan ansiada clasificación europea.


Tras el intenso verano, se dio el pistoletazo de salida a la liga más ilusionante de la historia del malaguismo. Pero pronto, los aficionados se encontraron con la realidad, y es que como ocurriera en la llegada de Pellegrini a Málaga, había demasiados jugadores nuevos como para asimilar su filosofía de primeras, por eso el inicio de liga fue de lo más irregular. A esto hubo que sumarle el enfrentamiento abierto que Apoño mantuvo con el técnico, lo que quebró un poco más el ambiente del vestuario. Tampoco era Cazorla el líder que se esperaba de él, lo que irritaba a la afición y tenía a Pellegrini en el alambre. A pesar de todos los problemas, el equipo fue sacando poco a poco los resultados y se asentó en la parte alta con un juego que se veía que podía ser brillante, pero que todavía no lo era. Con la salida de Apoño en la segunda vuelta, el clima del equipo mejoró y tras un período negativo que alejó al Málaga de los puestos europeos, el cinco a uno al Zaragoza marcó el inicio de un nuevo final de liga meteórico con Cazorla como director de orquesta. Tal fue la hazaña que en su visita al Bernabéu, Pellegrini pudo tomarse la revancha de la manera más dulce, con un gol de falta de Cazorla, su extensión en el campo, en los últimos instantes del encuentro. Ni siquiera las lesiones de los jugadores más importantes impidieron la proeza blanquiazul. Tras el sprint final, el Málaga llegó a los últimos partidos de liga con opción de disputar la Liga de Campeones e incluso de conseguir la tercera plaza, después de derrotar al Valencia en La Rosaleda. El objetivo de la Europa League se quedaba pequeño. Finalmente, la tercera plaza fue inalcanzable, pero si se logró el mayor objetivo de la historia del club, y es que Málaga la próxima temporada será de Champions. Una vez más, Pellegrini había logrado el objetivo, esta vez con matrícula de honor.


Es por eso que Pellegrini ha pasado de Manolo a Don Manuel, porque este Málaga, basado íntegramente en su filosofía de toque y sacrificio, juega como los ángeles y ha conseguido instalarse en la élite del fútbol europeo, sorprendiendo a propios y extraños. Sin duda, el gran público, así como la ilusionada hinchada malaguista, tiene que reconocer lo que es un secreto a voces: Pellegrini es un grande en lo suyo.

PabloG.

lunes, 14 de mayo de 2012

38ª Jornada de la Liga BBVA Málaga - Sporting


¡A la Champions oé!

Llegó el momento más esperado en la vida de cualquier malaguista. Se acabó luchar por la permanencia, se acabaron los sufrimientos, esta vez la última jornada de liga traía de la mano otro tipo de nervios: en La Rosaleda se jugaba, hoy ya definitivamente, la final por la Champions. En frente, un Sporting que dependía de una carambola para mantener la categoría, pero que a pesar de eso, daría guerra hasta el último minuto.

Antes del partido, los aledaños del estadio se engalanaron y se bañaron del blanquiazul de una afición entregada a su equipo. También se podían observar aficionados asturianos, totalmente integrados en el ambiente festivo de sus “hermanos” malaguistas, todo un ejemplo para el mundo del deporte. Málaga se preparaba para hacer historia.


Ya en el campo, tras los emocionantes cánticos previos y el himno que puso la piel de gallina a todos los presentes, dio comienzo el espectáculo, ambos equipos estaban a noventa minutos del cielo o del infierno. Comenzó dominando el Málaga, algo que haría durante todo el encuentro ante un Sporting que se limitó a defenderse del vendaval de juego malaguista. En los primeros minutos se pudo ver a un Málaga muy metido en el encuentro, con mucha intensidad, liderado por el temple de Cazorla y sobre todo por la calidad de Isco.

La primera gran ocasión la tuvo Eliseu, con un fuerte disparo que se topó con una gran estirada de Juan Pablo. Pero la gran ocasión del encuentro para los de Pellegrini llegó tras un centro de Joaquín en una falta lateral que Rondón convirtió en un perfecto remate que logró superar a Juan Pablo, pero que se estrelló en el poste cuando todo el estadio cantaba el gol. La Rosaleda se ponía nerviosa y se lamentaba de la ocasión perdida, pero no cesaba de animar.


Siguió con su asedio el conjunto blanquiazul, que continuaba dominando a su rival con un juego atractivo, como venía haciendo toda la temporada. Se sucedían las ocasiones, pero todas confluían en un denominador común: el meta Juan Pablo. El portero rojiblanco realizó una soberbia actuación durante todo el encuentro, siendo un verdadero quebradero de cabeza para los delanteros malaguistas y el sustento de un Sporting que se sabía en Segunda. Lo intentaron Isco, Rondón Cazorla… ¡hasta Demichelis!, pero ninguno pudo superar al cancerbero que se lució con auténticos paradones como el realizado a Cazorla al filo del descanso.

En la segunda mitad, los de Pellegrini salieron a por todas con un empuje digno de la ocasión. En tan sólo tres minutos, contó con tres ocasiones claras de gol, dos de Joaquín y una última de Cazorla que Juan Pablo mandaría a córner. Pero precisamente de ese córner saldría el que probablemente sea el gol más importante de la historia del malaguismo. Cazorla sacó un centro preciso desde la esquina que encontró en todo lo alto la cabeza de Salomón Rondón, y el venezolano, esta vez sí, tras superar a Juan Pablo, introdujo el balón dentro de la portería sportinguista. La Rosaleda perdió la cabeza y se dejo llevar por el desenfreno del tanto que le hacía tocar la Champions con las dos manos. A falta de cuarenta minutos para el final de liga, el Málaga se encontraba cuarto.


No cesaron en su empeño los boquerones tras el gol de Rondón, y siguieron acosando al Sporting en busca de un segundo tanto que diese aún más tranquilidad a una afición totalmente entregada a la causa. Lo siguió intentando el incombustible Joaquín, que destrozó al rival por el costado derecho, también lo intentaron el goleador Rondón y Santi Cazorla, e incluso el holandés Ruud Van Nistelrooy, en sus últimos minutos como profesional en activo, pero no pudieron perforar la meta de un Juan Pablo demasiado inspirado.

Ya en los últimos minutos, la nota triste del encuentro la puso el arroyero Isco que fue expulsado por doble amonestación después de realizar una fea entrada tras llegar tarde al balón.

¡Y por fin llegó el pitido final del árbitro, y Málaga entera vibró con la fiesta de su equipo! Finalmente no hubo invasión de campo en un gesto de civismo de la afición costasoleña. Tras uno serie de vítores y aplausos por parte de la afición malacitana a sus compañeros sportinguistas, los héroes de la Champions salieron de nuevo al césped con camisetas conmemorativas para realizar la vuelta de honor. En ella hubo tiempo para todo, para los pases taurinos del “matador” Joaquín, para las espectaculares volteretas de Kameni, para los manteos a Van Nistelrooy… también salió el jeque Al-Thani, muy ovacionado por esos seguidores a los que a hecho soñar como niños. El ambiente era histórico e irrepetible. Afición y equipo se hicieron uno sólo para celebrar un hecho único en la historia del malaguismo: Málaga es de Champions.


ALINEACIONES

Málaga: Kameni; Gámez, Demichelis, Mathijsen, Monreal; Camacho, Cazorla, Eliseu (69’ Duda), Joaquín (86’ Sánchez), Isco; Rondón (75’ Rondón).

Sporting: Juan Pablo; Damián (45’ Orfila), Botía, Gregory, Menéndez; Gálvez, Lora, De las Cuevas, Trejo (65’ Cases), Ayoze (45’ Colunga); Sangoy.

PabloG.

sábado, 12 de mayo de 2012

Final de la DFB Pokal Borussia Dortmund - Bayern Múnich


Rey de Reyes

Se enfrentaban en el Olimpia Stadium de Berlín el Borussia Dortmund y el Bayern de Múnich en el mejor partido que se puede ver actualmente en Alemania, más aún si está encuadrado en el contexto de la final de la DFB Pokal, la copa alemana. El bicampeón de la Bundesliga y el flamante finalista de la Champions League se volvían a ver las caras unas semanas después de que los de la cuenca del Ruhr les endosaran una dolorosa derrota a los bávaros que les privó del campeonato liguero. Volvió a estar divido Berlín, esta vez con sus calles inundadas por los colores rojo y amarillo de los seguidores de ambos equipos.

El partido contó con un ritmo trepidante desde el pitido inicial, ya que a los tres minutos de juego y tras una gran jugada combinativa del Dortmund, Luiz Gustavo recuperó el balón pero cometió un gravísimo error al ceder el balón atrás, ya que Blaszczykowski aprovechó el fallo y se la puso en bandeja a Kagawa para que el japonés la mandara al fondo de las mallas. El Dortmund golpeaba primero.


Tras el tanto, el Bayern intentó despertar, y tuvo una magnífica ocasión en los pies de Mario Gómez tras un pase interior de Robben, pero Weidenfeller se mostró muy valiente y abortó la ocasión. Como consecuencia de la jugada, el portero aurinegro se llevó un fuerte golpe por el que tuvo que ser atendido durante cinco minutos en el terreno de juego.

Después del parón, pareció como si el partido comenzara de nuevo y se pudo ver el planteamiento de ambos entrenadores, fieles a su estilo: el Dortmund intentaba generar peligro con un fútbol de toque, aunque sin crear ocasiones claras; el Bayern buscaba el tanto del empate mediante un fútbol de empuje, típico alemán, y lograba aproximarse más a la meta del Borussia. Fruto de una de estas aproximaciones fue un pase interior de Kroos para Gómez, al que Weidenfeller arrolló en la salida, por lo que el colegiado señaló la pena máxima y esta vez Robben no falló, como ocurriera en el encuentro liguero, y puso las tablas en el marcador.

Con el empate, el Bayern acosó a su rival y tuvo a tiro el segundo tanto con una internada de Ribèry por la izquierda a la contra que finalizó con un disparo de Lahm, sacado por Hummels bajo palos. Un minuto más tarde, llegó un duro varapalo para el Dortmund, ya que Weidenfeller, que arrastraba molestias de la jugada con Gómez, tuvo que ser sustituido por el casi inédito Langerak.

Pero no por eso se desmoralizó el campeón de liga, que vio como tras una buena jugada colectiva, Schmelzer era derribado en el área por Boateng y el árbitro pitaba una nueva pena máxima. Hummels colocó el balón en el punto y desde los once metros batió a Neuer, que acertó a tocar el esférico pero no fue suficiente para evitar el tanto.

Comenzaban a gustarse los aurinegros, que se aprovechaban del desajuste defensivo bávaro y buena muestra de ello fue la jugada que desencadenó el tercer tanto del Borussia, en el que tras un envío largo de Hummels, Lewandowski la peleó arriba y Boateng se comió el balón, por lo que Kagawa aprovechó el error y se la cedió al delantero polaco que fusiló a Neuer para, prácticamente, sentenciar el duelo a sólo tres minutos para el final de la primera mitad.

En la segunda mitad, Müller entró por Luiz Gustavo para intentar arreglar la situación, desfavorable para su equipo. Empezó bien el Bayern, con mucho empuje, lo que puso en aprietos al Dortmund. Pero los de Jürgen Klopp supieron aprovechar los espacios que dejaba el centro del campo bávaro para salir con velocidad a la contra comandados por Blaszczykowski, aunque fallaban en el último pase, algo que no hizo Grosskreutz cuando, tras una genial contra de Kagawa, le puso el gol en bandeja a Lewandowski para que la clavara y lograra el cuarto. El Dortmund abusaba de un Bayern demasiado impotente.


El Gigante de Baviera, apelando a su orgullo, volvió a asediar a la defensa aurinegra a la contra aprovechándose de la velocidad de sus extremos. Primero fue Robben quien puso un centro medido a Mario Gómez que el hispano-alemán transformó en un testarazo que se estrelló en el travesaño. Luego fue el turno de Ribèry, que recibió en la frontal y tras fintar a Schmelzer con un regate de crack, batió a Langerak con la izquierda. No perdonó el ídolo francés.

Pero este partido había sido entero de un Dortmund que quería más y más, y en medio de un ambiente festivo, Gündogan filtró un pase al que Neuer llegó con aparente facilidad, pero entonces se le escapó el balón al cancerbero bávaro y Blaszczykowski aprovechó la ocasión para centrar el esférico y que Lewandowski lograra un hat trick y el quinto de su equipo.


Al final, el Dortmund se llevó su tercer entorchado copero y el primer doblete de su historia en una final en la que dio una absoluta lección de fútbol al Bayern de Múnich y demostró por qué está considerado como el mejor equipo de Alemania actualmente. La figura del partido fue Robert Lewandowski con sus tres tantos, respaldado por las genialidades de Gündogan, Blaszczykowski o Kagawa, del que pudo ser su último partido con la camiseta aurinegra.

ALINEACIONES

Borussia Dortmund: Weidenfeller (34’ Langerak); Piszczek, Hummels, Subotic, Schmelzer; Kehl, Gündogan, Grosskreutz, Blaszczykowski (83’ Perisic), Kagawa (80’ Bender); Lewandowski.

Bayern Múnich: Neuer; Lahm, Boateng, Badstuber, Alaba (69’ Contento); Luiz Gustavo (45’ Müller), Schweinsteiger, Kroos, Robben, Ribèry; Gómez.


PabloG.

jueves, 10 de mayo de 2012

Final de la UEFA Europa League Atlético de Madrid - Athletic Club


El Tigre se comió a los leones

Llegó el día de las emociones, el más esperado por leones y colchoneros, el día en que el Athletic volvía a una final europea treinta y cinco años después,  el día en que el Atlético podría coronarse  de nuevo campeón como hizo dos años atrás. Llegó el día de la final de la UEFA Europa League y Bucarest se tiñó de rojiblanca.

El duelo estuvo servido desde el primer momento, también en el banquillo, donde dos estrategas como Simeone y Bielsa, pupilo y maestro, se verían las caras e intentarían ganar el dominio táctico en el terreno de juego. Pronto tomaron ventaja los atléticos, que con una presión asfixiante lograron incomodar mucho al Athletic a la hora de sacar el balón jugado y le hacían regalar balones en largo o realizar peligrosas pérdidas en pases cortos. De hecho, en una de estas pérdidas, Diego logró enviar un balón interior para que Falcao se metiera en el pico del área y una vez allí, cuando ya parecía que iba a perder el cuero, driblara a su rival y se sacara un zapatazo con la izquierda que sacó las telarañas de la escuadra de Gorka Iraizoz y acercaba a su equipo a una nueva Europa League.


Tras el bonito tanto del “Tigre”, el Athletic por fin pudo desplegar algo más ese juego atractivo que le ha llevado a la final de la segunda máxima competición europea, aunque sin su chispa característica debido al buen hacer de la férrea defensa atlética liderada por Godín. A pesar de ello, a punto estuvo de hacer el primero de su equipo Fernando Llorente, con un remate mordido a centro de Ander Herrera que se marchó rozando el poste. Poco después el que lo intentó fue Muniain, que sacó un peligroso disparo desde cuarenta metros al que Courtois respondió con un paradón. Los leones lo intentaban una y otra vez, pero no lograban percutir la defensa colchonera con claridad.

Pero entonces, cuando los vascos vivían sus mejores minutos del encuentro, una nueva pérdida les volvió a condenar. Y es que de nuevo Diego vio el hueco para que Turan se metiera hasta la cocina y sirviera en bandeja el balón a Falcao, un balón que el colombiano recibió de espaldas y tras realizar un movimiento de crack que sentó a Aurtenetxe, clavó en la red de Gorka, al que supero al meter el pie por debajo del cuero. El “Tigre”, máximo goleador de la competición por segundo año consecutivo, hacía realidad el sueño atlético, ya que a falta de cuarenta y cinco minutos para el final, tenían una ventaja de dos goles sobre un Athletic al que hicieron mucho daño con gran seriedad defensiva y un juego simple, pragmático y ante todo eficaz.


La segunda mitad comenzó con una revolución en el equipo de Bielsa, que dio entrada a Íñigo Pérez e Ibai Gómez para sentar a Aurtenetxe e Iturraspe, a fin de enderezar una situación excesivamente complicada. Los resultados fueron inmediatos, ya que tan sólo un minuto más tarde Miranda tuvo que salvar in extremis una internada de Muniain. Minutos más tarde el que lo intentó fue Íñigo Pérez con un lejano disparo de falta que puso en aprietos a Courtois.

El Athletic volvió a tomar las riendas del partido, pero pagó caros muchos errores causados por el nerviosismo de sus jóvenes jugadores, a los que a ratos pesó en exceso el escudo que llevaban en el pecho. Para colmo, su líder natural, Llorente, naufragaba una y otra vez ante la pareja de centrales colchonera, sublime en la noche de hoy.

A falta de veinte minutos, los leones se volcaron a la desesperada para lograr un tanto que les pudiera meter de nuevo en la final. Se sucedieron la ocasiones: un centro de Iraola al que Llorente no llegó por poco, un remate de Ibai alto, un jugada del propio Ibai que salvó Courtois y De Marcos en el rechace envió el balón fuera, un disparo de Susaeta que se fue rozando el poste tras tocar en Miranda, otra ocasión de Susaeta a bocajarro que Courtois abortó… El Athletic lo intentaba de todas las maneras, pero se topaba una y otra vez con el muro atlético.

Mientras tanto, los madrileños seguían buscando sin hacer ruido el tercer y definitivo tanto que certificara la consecución del ansiado trofeo. Avisó Falcao, que se vació en una jugada en la que se enfrentó el solo a la defensa bilbaína y en la que tras driblar a dos adversarios, sacó un buen disparo que salió repelido por el poste. Pero el definitivo tanto llegaría de la mano de Diego, que agarró un balón a cuarenta metros del área y, tras entrar en ésta, regateó a Amorebieta arrastrando la bola para después batir a Iraizoz con la izquierda y desatar la locura colchonera que veía a su equipo de nuevo campeón dos años después. Lloraba de emoción el “Cholo” y reía todo el equipo y toda la afición del Atlético de Madrid que vibraba con un nuevo título de su equipo, esta vez logrado gracias al innegable talento y liderazgo de Radamel Falcao y al inmenso trabajo de los Adrián, Turan, Diego, Godín, Filipe… El Atlético de Madrid volverá a pisar Neptuno.


ALINEACIONES

Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Godín, Miranda, Filipe; Suárez, Gabi, Diego (90’ Koke), Turan (93’ Domínguez), Adrián (88’ Salvio); Falcao.

Athletic Club: Iraizoz; Iraola, Amorebieta, Martínez, Aurtenetxe (45’ Pérez); Iturraspe (45’ Ibai), Herrera (62’ Toquero), De Marcos; Muniain, Susaeta, Llorente.



PabloG.

domingo, 6 de mayo de 2012

37ª Jornada de la Liga BBVA Atlético - Málaga


La Champions pasará por La Rosaleda

Se jugaba la Champions en el Calderón. El Málaga visitaba al Atlético con el fin de certificar definitivamente su presencia en la próxima edición de la máxima competición europea, pero los locales no lo iban a poner fácil, ya que ellos también estaban implicados en la lucha.

Ambos equipos saltaron al césped con todos sus titulares, también el Atleti, a pesar de que el próximo miércoles se jugará en Bucarest la Europa League frente al Athletic de Bielsa. Pero el futuro no importaba, la ocasión lo requería.

Comenzó muy bien el encuentro el conjunto blanquiazul, que dominaba a su rival y a los cuatro minutos contó con una buena ocasión de Isco que se plantó ante Courtois tras un pase de Rondón, pero el meta belga resolvió la situación. Poco después llegó la respuesta rojiblanca con un disparo de Falcao desde el pico del área que se marchó alto.

Minutos más tarde, llegó el turno de la polémica, ya que Demichelis fue derribado por Mario Suárez a la salida de un córner con un claro empujón que ni el colegiado ni su asistente vieron.

El Málaga tenía el control del juego y Cazorla le daba a su equipo desde el centro del campo la pausa que necesitaba. No había prisa, él ya había vivido esta situación y sabía que las precipitaciones no ayudarían a su equipo, por eso marcaba el tempo e intentaba abrir hueco en la defensa rojiblanca moviendo el cuero desde una banda a la otra.

Otro que ya había vivido una situación similar y también puso en apuros a la defensa colchonera fue Joaquín. El siete malaguista fue una pesadilla tanto para Juanfran como para Filipe, ya que entraba por ambos costados y generaba mucho peligro. De hecho suyo fue el centro que Rondón remató alto por milímetros en el veintiocho. No estuvo muy acertado el venezolano, que desperdició una enorme ocasión tras un robo de Isco que le puso el gol en bandeja, pero falló incomprensiblemente tras resbalar cuando se preparaba para fusilar a Courtois. Aunque para fallo incomprensible, el de Falcao en la siguiente jugada, que tras una enorme galopada del asturiano y un perfecto pase de gol, el delantero atlético erró la ocasión a puerta vacía.

Pero el Málaga, que ya había tenido el gol a tiro, no se amilanó y siguió buscándolo con insistencia, tanto fue así, que después del clamoroso fallo de Falcao y de una falta botada por Cazorla desde la derecha, el balón llegó al área, aunque ni Isco, ni Rondón, ni Weligton acertaron a introducirlo en la meta colchonera, ya que se topaban con la defensa atlética, pero en uno de estos rechaces, el balón cayó en los pies de Eliseu, que no se lo pensó y se sacó un auténtico misil desde cuarenta metros que se coló por toda la escuadra de Courtois. Un golazo soberbio que metía al Málaga en la Champions a esa hora de la noche.

Tras la reanudación, el Atlético salió muy enchufado y los blanquiazules cometieron el error más grande que podían cometer: echarse atrás. Cedieron el balón a un Atlético que en la primera mitad incomodó al Málaga aún sin la posesión. Ante esto, Simeone reaccionó con un cambio para conservar aún más el cuero, al dar entrada a Koke por Mario Suárez.

La primera gran ocasión atlética, probablemente la más clara del encuentro, llegó con una jugada de Adrián, que se fue en carrera y dribló a Kameni, pero después se quedó sin espacios y no pudo concretar la ocasión. Poco después llegaría una nueva ocasión para los locales, esta vez por medio de Diego, pero su disparo se marchó rozando el palo. Avisaba el Atleti.

Pero el minuto sesenta y nueve fue el minuto de la discordia. Porque en un córner, Pellegrini decidió realizar un cambio y dar entrada a Van Nistelrooy por Rondón. El cuarto árbitro mostró el cartelón, pero a su vez Muñiz Fernández ordenó sacar el córner que, con el Málaga despistado y Rondón en la banda, Kameni despejó defectuosamente y Koke aprovechó el error para igualar el partido. La cara de los malaguistas era un poema. Error o despiste, el tanto subió al marcador, aunque con ese resultado el Málaga seguía siendo equipo Champions.


Tras el gol ingresaron en el campo tanto Van Nistelrooy como Seba, que entró por Joaquín. De hecho el charrúa tuvo una magnífica oportunidad al poco de entrar, pero Courtois estuvo más listo.

Minutos más tarde, se ampliaría el disgusto malacitano, porque tras un saque de puerta de Courtois y un fallo en cadena de la zaga de Pellegrini, Adrián aprovechó el regalo para batir a Kameni con la izquierda y mandar a la lona al Málaga a falta de diez minutos.


No le quedaba otra a los boquerones que volcarse ante la meta de Courtois, ya que con la momentánea victoria  del Mallorca ante el Levante, con un gol eran equipo de Champions. Y en este asedio llegó la jugada que decidió el devenir del encuentro con un nuevo error del colegiado, uno más, que privó al Málaga del merecido empate, porque la volea de Isco golpeó a Camacho mientras este se encontraba en posición legal y el posterior remate de Sergio Sánchez a puerta vacía debió subir al marcador y llevar a los blanquiazules a la élite del fútbol europeo. Así las cosas, la Champions pasará por La Rosaleda.


ALINEACIONES

Atlético: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Suárez (57’ Koke), Tiago, Diego (74’ Turan), Salvio (92’ Domínguez), Adrián; Falcao.

Málaga: Kameni; Sánchez, Weligton, Demichelis, Monreal; Camacho, Cazorla, Isco, Eliseu (81’ Duda), Joaquín (70’ Seba); Rondón (70’ Van Nistelrooy).

PabloG.

jueves, 3 de mayo de 2012

36ª Jornada de la Liga BBVA Barcelona - Málaga


Messi y Turienzo dejan muy difícil la tercera plaza para el Málaga

Choque entre dos conjuntos con filosofías similares en el Camp Nou. El Barcelona, a siete puntos del Real Madrid y con la misión de, al menos, retrasar un poquito más el alirón merengue y aumentar el número de goles de Messi de cara al Pichichi, recibía a un Málaga que visitaba el feudo culé para puntuar y poder mantener la distancia para lograr una plaza de Champions.

A pesar de la trascendencia del encuentro, sobre todo para los malacitanos, tanto Guardiola como Pellegrini decidieron dar oportunidades a los menos habituales como Keita, Cuenca o Pedro por los azulgranas y Portillo, Buonanotte o Eliseu por los blanquiazules.

Ambos equipos comenzaron el duelo disputándose la posesión con el fin de abrir pronto el marcador y tomar ventaja sobre su rival, aunque ninguno lograba tener una clara posición de tiro. Abrió el fuego el Málaga con un impecable lanzamiento de falta directa de Duda que, tras superar a Pinto, salía repelido por el poste. Los malacitanos daban el primer aviso.

Pero poco después, el Barcelona volvió a demostrar por qué son tan temibles los grandes equipos, y no es por otra cosa que por su inmensa pegada, porque hasta un central como Puyol te puede hacer un tanto en una jugada de ataque. Messi puso un buen balón interior para Iniesta que el manchego colgó para que Puyol, en posible fuera de juego, rematara al fondo de las mallas y adelantara a su equipo en el marcador. El Barça golpeaba primero.

No se rindió el Málaga, que tras el tanto local siguió buscando con insistencia el esférico, que ya sí dominaban los culés, con una buena presión y sobre todo mucho orden. A partir de los veinte minutos, los malaguistas tomaron un poco la iniciativa del juego y jugaron de tú a tú al Barcelona en su campo, tanto fue así, que en una buena jugada colectiva de los de Pellegrini, Gámez sacó un preciso centro desde la derecha que Rondón aprovechó a la perfección para introducir el balón en la portería de Pinto con un bonito remate de cabeza y gritar que el Málaga quería tomar el Camp Nou.

Aunque poco duró la alegría a los boquerones, que vieron como lo barcelonistas tomaron de nuevo el cuero y volvían a inquietar el marco de Kameni. De hecho, fruto de este asedio nació una de las jugadas más polémicas del encuentro, cuando Iniesta fue derribado por Gámez y el árbitro señaló penalti, aunque después se pudo apreciar que dicha falta realmente existió, pero fuera del área, por lo que el penalti no debió ser señalado. Desde los once metros, Messi no desaprovechó la ocasión como hiciera ante el Chelsea y deshizo la igualada.


Poco antes del descanso, el Málaga contó con una gran ocasión por medio de Duda, al que le cayó el balón en los pies tras un fallo de Pinto a centro de Gámez desde la derecha, pero Cesc Fábregas se lanzó a tiempo para evitar el tanto.

Tras el descanso, los boquerones salieron muy enchufados y tomaron de nuevo el dominio del encuentro con buenas triangulaciones que hicieron retroceder a los azulgranas, y el empate se veía más cerca que un nuevo tanto culé. Pero todo se vio cortado de raíz con un nuevo error arbitral, cuando Turienzo Álvarez volvió a señalar una pena máxima inexistente en una caída de Messi ante Duda en la que el portugués robó el balón con total legalidad al argentino. Messi, de nuevo solo frente a Kameni, no dudó y volvió a batir al portero camerunés para matar el encuentro.


Después del tercer tanto, Pellegrini decidió dar entrada  a Van Nistelrooy y a Seba para intentar enderezar el rumbo de la nave malaguista e intentar igualar el marcador, pero tras varias ocasiones malaguistas como un disparo del propio Van Nistelrooy a centro de Gámez, o un latigazo de Eliseu que Pinto sacó con maestría, Iniesta se encargó de que eso no sucediera, porque el manchego puso un pase maestro a Messi para que el argentino la picara ante la salida de Kameni y la empujarla después al fondo de las mallas. El argentino lograba un hat trick y batía el récord del Torpedo Müller de 67 tantos en una misma temporada.


Ya en los minutos finales, un Málaga que bajó los brazos y se puso a pensar en su “final” del Calderón, pudo acortar la ventaja con un centro lejano de Duda que Van Nistelrooy remató de manera acrobática, pero su disparo fue detenido por Pinto.

Al final, victoria culé que retrasa el alirón blanco, lanza a Messi hacia el Pichichi y dificulta mucho la tercera plaza para un Málaga muy valiente y que posiblemente junto al Rayo Vallecano sea el equipo que más cara ha plantado al Barça en el Camp Nou.

ALINEACIONES

Barcelona: Pinto; Mascherano, Puyol (67’ Bartra), Adriano; Keita, Alves, Iniesta (75’ Afellay), Cesc; Messi, Pedro (84’ Tello).

Málaga: Kameni; Gámez, Demichelis, Sánchez, Eliseu; Camacho, Cazorla (67’ Recio), Duda, Buonanotte (61’ Seba), Portillo; Rondón (61’ Van Nistelrooy).

PabloG.