domingo, 16 de diciembre de 2012

Demichelis contra la adversidad


Un pequeño detalle es capaz de hacer cambiar completamente y de forma irreversible el rumbo de un partido. Cuestión de fútbol. Uno de los ejemplos más claros de la historia se vio ayer en Sevilla, con las poco pobladas gradas del Sánchez Pizjuán como testigos de excepción: el Málaga pasó de estar acorralado por el Sevilla a ganar el partido con holgura con un simple cambio de apreciación. No varió la actitud, no varió la intención, tan sólo la posición de un futbolista. Pellegrini dio en la tecla con lo que en un primer momento se interpretó como una excentricidad. Volvió a demostrar por qué es uno de los mejores entrenadores del mundo con una jugada maestra.


Nada resulta más incómodo al Málaga que tener a Negredo enfrente. Dos goles anotados y uno originado la temporada pasada dan fe de ello. Esta vez no fue una excepción: el vallecano se mostró muy superior a Weligton en el uno contra uno y Demichelis poco pudo hacer para mejorar la situación. A los tres minutos, ya había estrellado un balón en el poste en una jugada en la que se cantó gol en Nervión. Enchufó al Sevilla, dueño y señor del encuentro a gracias a su intensidad, su carácter y lo que es más sorprendente, a la posesión. Parece mentira que un equipo como el de Míchel sea capaz de someter a otro como el de Pellegrini a base de posesión, pero lo cierto es que el dominio fue aplastante. Las ocasiones se sucedían y el primer gol se intuía pero no se terminaba de concretar. No había prisas, quedaba todavía un mundo por jugar. Con esta actitud, al Sevilla le haría falta poco más para vencer a un Málaga cuya pobre imagen casi asustaba.


Pero la fina capa de pesimismo malaguista y optimismo sevillista no permitía ver la realidad. El Sevilla dominaba técnicamente; el Málaga lo hacía en el aspecto táctico. Además, cada vez que lograba encadenar cuatro pases seguidos dejaba a su rival sin argumentos. Necesitaba un empujón para demostrar definitivamente que el partido podía ser suyo: en el descanso, Pellegrini decidió dar entrada a Sergio Sánchez por Iturra. El exsevillista pasó a ocupar el eje de la zaga y Demichelis el centro del campo. Ofensiva, control y victoria, en orden cronológico. El argentino tardó poco en aclimatarse a su nueva posición. Seguramente sirvió de ayuda el primer gol malaguista que él mismo logró a la salida de un córner. A partir de ahí, no hubo más Sevilla. Siguió manejando el balón, pero con apenas peligro.


Negredo no volvió a recibir un balón peligroso en lo que quedó de encuentro y Míchel comenzó a desesperarse. Quemó sus naves, en parte obligado por la lesión de Rakitic. Llegó a plantear un 4-3-3 con Manu del Moral y Reyes como integrantes del centro del campo, pero tampoco hubo tiempo para comprobar si era un acierto o un fracaso. Un balón largo de Sergio Sánchez permitió a Joaquín ganar limpiamente en velocidad a Fazio, que lo derribó en el área. Penalti, expulsión y gol de Eliseu. Hasta aquí el partido. Lo que se vio en los últimos veinte minutos fue un abuso, una humillación en toda regla. Cánticos de “¡Míchel, vete ya!” se mezclaban con los olés de la hinchada malaguista. Son las cosas de los derbis. La situación del Sevilla cada día es más crítica. A veces por la suerte, otras por la actitud… pero lo cierto es que ni siquiera su dominio sirvió para ganarle a un Málaga que se afianza en la cuarta plaza. Quizá algunos cambios no les vengan tan mal.

PabloG.

2 comentarios:

  1. Personalmente creo que el Sevilla merecio mas, fue un autentico vendabal delante de una defensa malaguista que sufrió bastante delante de Negredo, aunque el que perdona lo paga...

    Respecto al penalti de Fazio, creo que no lo es ( no por la falta que es claríssima en la que Fazio comete un error de cadete) creo que el agarrón empieza un pelín antes de llegar a la línea del area.

    aunque si el Sevilla juega asi durante el resto de la temporada no tendra problemas en cumplir sus objetivos.

    un saludo Pablo :)

    Xavier Carrasco.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Merecer mereció más, eso está claro. Acorraló al Málaga en la primera mitad y pudo meter más de tres. Pero perdonó, y el Málaga se rehizo. No estaba haciendo un mal partido tácticamente y supo explotar sus virtudes en la segunda parte. Después, Demichelis sentó cátedra en el ceentro del campo y mató el partido.

      En cuanto al penalti, no sabría decirte porque no he vuelto a ver imágenes al respecto más que las del partido. A mí en directo me pareció, y en las repeticiones que vi, también.

      está claro que con esta actitud el Sevilla llegará lejos. Lo que no tengo tan claro es que Míchel sea el ideal para llevar a este equipo al lugar que merece.

      Un saludo Xavi, un placer que te pases por aquí de vez en cuando.

      Eliminar