jueves, 27 de diciembre de 2012

#manifiestoporelMalaga


No hay derecho. El abuso sufrido por el Málaga el pasado viernes es el culmen de algo que se lleva apreciando desde hace mucho tiempo: la UEFA necesita un chivo expiatorio para limpiar su imagen. ¿Qué mejor equipo que el Málaga? Ninguno. Cumple todos los requisitos: un equipo que ha sufrido un crecimiento espectacular en los últimos dos años, instaurado casi definitivamente en la élite del fútbol de su país, manejado por capital catarí a través del jeque Abdullah Bin Nasser Al Thani, pero sin embargo débil en el panorama europeo y con una crisis económica galopante. No se han hecho bien las cosas, de eso no hay duda. Ni por parte de los dueños, que se han permitido el lujo de abandonar al equipo casi a su suerte con unos salarios desorbitados únicamente posibles gracias a su inversión; ni por parte de las autoridades locales, que no han permitido al jeque llevar a cabo sus proyectos extrafutbolísticos en la ciudad; ni por parte de las autoridades nacionales, que han puesto mil y una trabas para lograr un acuerdo con Hacienda que garantizara la supervivencia del club (acuerdo que otros equipos como Valencia o Atlético de Madrid sí han logrado aun debiendo quince veces más que el Málaga, que hoy, 27 de diciembre de 2012, sí ha podido lograr, milagrosamente).


El caso es que los errores cometidos pueden hacer que la sanción de no disputar la próxima competición europea para la que se clasifique el equipo andaluz parezca justa. No lo es. Y no ya porque su deuda con Hacienda sea ridícula (diez millones de euros), los atrasos en los pagos con los empleados y jugadores estén ya más que acordados y solventados, y que los pagarés que se debían a otros clubes se hayan cumplido en fecha y hora. El Málaga está “limpio” económicamente hablando. Pero lo más sangrante de este asunto está en cómo se ha llegado a esta situación. ¿Tan exagerado es el desbalance de cuentas de este equipo para que la UEFA tenga que entrar de oficio con una medida nunca vista en el fútbol europeo y, me atrevería a decir, mundial? ¿Tanto es el peso y la importancia de este equipo? No. Hay clubes que deben muchísimo más y desde hace mucho más tiempo. El escudo del Fair Play Financiero (FFP) no sirve; el FFP es una falacia.

Soy consecuente con lo que digo y pondré ejemplos: el Manchester City. Ese equipo en el que todo es posible; en el que cualquier jugador del mundo puede vestir de celeste y forrar las paredes de su casa con billetes de cien libras. Ese mismo equipo es el que ha cerrado el ejercicio económico 2011/12 con unas pérdidas de ¡97,9 millones de libras! Ese mismo equipo es el que el año pasado lo cerró con unas pérdidas de ¡197,5 millones de libras!, la cifra más alta de la historia del fútbol inglés. Ese mismo equipo es el que, por primera vez en la historia del fútbol en Inglaterra, gastará este año más de ¡200 millones de libras tan sólo en salarios! Pero bien, este equipo entrará en 2013 dentro de los límites del FFP, cosa que todavía no pueden garantizar otros grandes equipos de Inglaterra como su vecino United, por ejemplo. ¿Cómo es esto posible? Muy fácil: su volumen de negocio va in crescendo año a año. Mientras sea rentable para la UEFA, aquí no ha pasado nada.

El FFP es mentiroso por eso y por muchas otras cosas. Que los contratos firmados antes de junio de 2010 no entren dentro de él, por ejemplo, lo que permite a Cristiano Ronaldo seguir ganando trece millones de euros netos sin que su club se vea amenazado de forma alguna. Si los que llevan años y años beneficiándose del negocio del fútbol quedan exentos de la ley suprema, ¿cuál es la finalidad de esta medida entonces? ¿Aumentar las diferencias entre los gigantes del fútbol europeo y los que sueñan con llegar a serlo algún día? ¿Perpetuar la especie ganadora para que nuestros hijos y nietos no conozcan más campeones de Europa que Manchester United, Real Madrid, Barcelona, Bayern y compañía? Platini está jugando a ser Dios desde su cómodo despacho de Nyon y secundado por muchos hombres de traje que probablemente lo más redondo que hayan visto en su vida sea un pupitre. Eso sí, de negocios si que entienden un rato. Saben lo que les da dinero y lo que no. De lo que no se dan cuenta es de que esto les puede traer mucha cola.

No está todo perdido para el conjunto malaguista. El club pretende hacer un recurso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, en sus siglas en inglés) para revocar la sanción impuesta desde la sede de la UEFA. Para ello se ha rodeado de “los mejores abogados de España a nivel fiscal y deportivo”, según fuentes del club. Tiene la certeza de que ha cumplido, aunque sea sobre la bocina, con los requisitos. Para ello ha remado mucho desde este verano, lo que ha llevado consigo un riesgo deportivo considerable: tuvo que prescindir de tres de sus mejores futbolistas (el internacional español, Santi Cazorla; el venezolano, Rondón; y el holandés, Mathijsen) y realizar fichajes a coste cero que de momento están rindiendo de maravilla la mayoría (Manuel Iturra, Javier Saviola, Roque Santa Cruz y Oguchi Onyewu). O lo que es lo mismo, más de treinta millones de beneficios sólo con los traspasos.


Pero lo más importante es que la injusta sanción impuesta al Málaga ha servido para unir a la ciudad en contra del máximo organismo del fútbol europeo. De este modo surge el “Manifiesto por el Málaga”, un manifiesto que exige transparencia tanto a la UEFA, como al club y las autoridades locales y nacionales. Más de treinta mil personas se han sumado ya a la causa con un simple click a “Me gusta” en su página de Facebook y la publicación de su nombre, apellidos y profesión en el tablón de dicha página. Nada ni nadie podrá parar al pueblo malagueño en su cruzada contra las mentiras de los que mandan. El triunfo del Málaga puede y debe ser el triunfo del fútbol, el detonante para que salgan a la luz los turbios negocios que envuelven a este bello deporte que se juega con los pies con el objetivo de introducir el balón en la portería rival; que se juega con equipaciones, no con trajes; que se juega en el campo, no en los despachos. Que pasen unas felices fiestas y que tenga un próspero 2013.

PabloG.

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