domingo, 6 de octubre de 2013

Lo que rodea al jugador de moda

Diego Costa está en boca de todos. Lo está por su buen hacer en el campo y por sus goles, pero también por un tema que lo persigue donde quiera que va: ¿jugar con España o con Brasil? El debate interminable pronto llegará a su fin. Diego Costa lo apuesta todo al rojo.



Es el delantero centro más en forma de España. Así debe comenzar cualquier texto que verse sobre Diego Costa, autor de diez goles en ocho partidos de liga con el Atlético de Madrid. Su progreso ha sido fulgurante: de vivir a la sombra de Falcao a sostener sobre sus hombros el peso del equipo colchonero. Su buen hacer sobre el césped no ha pasado desapercibido para nadie. Pero eso tiene también sus consecuencias negativas. La selección española lo quiere reclutar pero no puede; la brasileña, con la que ya disputó dos partidos amistosos, en principio no, pero duda. Ahora, Diego Costa vive inmerso en una espiral de debate sin fin. ¿Debe ir convocado con la selección española o con la brasileña?

Las dudas en la selección española en torno a la figura del delantero centro no son nuevas. Ya en la Eurocopa de 2012, disputada en Polonia y Ucrania y ganada precisamente por España, hubo bastante ruido alrededor del tema. Incluso durante la fase de clasificación al torneo. Por aquel entonces se optó por colocar a Cesc Fàbregas en la punta del ataque, haciendo de falso delantero, para paliar la baja de David Villa y el bajo nivel de forma mostrado por Fernando Torres en el Chelsea. También comenzaron a aparecer en las convocatorias los nombres de Soldado y Negredo, gracias a sus buenos registros goleadores con Valencia y Sevilla respectivamente.

Ahora aparece el nombre de Diego Costa por una cuestión meramente futbolística: aporta cosas que el resto, por cualidades técnicas, físicas y mentales, no puede. Costa es un futbolista letal en el área, potentísimo al espacio y sensacional en el juego aéreo, lo que permitiría una salida en largo fiable cuando fuera necesario. Pero sobre todo, es ultracompetitivo. En ese sentido daría a la Roja algo que le falta: carácter para superar las dificultades.

Para jugar con la selección española, Diego Costa debería seguir una serie de trámites entre los que se encuentra su nacionalización (ya la tiene); es decir, sería una especie de fichaje burocrático que adulteraría en cierto modo la naturaleza de las selecciones nacionales. En este punto, es conveniente señalar que el jugador del Atlético aterrizó en Portugal con dieciséis años para jugar en el Sporting de Braga y un año más tarde, en 2007, el club de la capital de España acordó su fichaje, por lo que su formación futbolística en Brasil llegó únicamente hasta la categoría de cadete.

La RFEF, contenta con la actitud del jugador

Uno de los puntos a tener en cuenta es la adaptación del hispano-brasileño al bloque y al vestuario de la campeona del mundo, y ahí juega un papel vital la personalidad del jugador. Costa ha sido señalado en multitud de ocasiones como un futbolista conflictivo y antideportivo, un carácter difícil de contener. Pero en las últimas fechas Diego Costa ha sido capaz de reeducar esos impulsos y adaptarlos a su estilo de juego. El resultado ha sido más que satisfactorio: su competitividad ha alcanzado niveles increíbles.

En ese sentido, la Federación Española de Fútbol (RFEF) se muestra muy satisfecho con el delantero. Incluso Vicente del Bosque está sorprendido con la forma de ser del jugador. Fuentes cercanas al seleccionador cuentan que a Del Bosque le agradó mucho la cercanía de un Diego Costa cuya actitud fuera del campo es diametralmente opuesta a la que muestra dentro. Es un hombre sencillo y cercano.

Pero lo que más gusta en la Federación es la predisposición que muestra para vestirse de rojo. Ya ha dicho por activa y por pasiva a su entorno que su deseo es jugar con España, el país que lo formó como futbolista. Si la Roja desea contar con él, estaría encantado.

Las dudas brasileñas

"Si un jugador quiere jugar aquí o allí, no será nuestra entidad quien diga no. Esta es mi posición y tengo la certeza que es también la posición del presidente (José María Marín)". Esas fueron las palabras del vicepresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) acerca del ‘caso Costa’. Son bastante claras: la CBF no pondrá ninguna traba para que Diego Costa juegue con España si ese es su deseo.

En la práctica, la cosa no ha sido igual. Lo único que impide a Diego Costa jugar con España es un documento sellado por la CBF que indique que el jugador no ha disputado ningún partido oficial en ninguna categoría con la selección brasileña. Un documento que la federación brasileña ha retrasado convenientemente para que no estuviera listo para esta convocatoria de la selección española.

La canarinha, como anfitriona del próximo mundial de 2014, no tiene que disputar partidos de clasificación. O lo que es lo mismo: no tiene ningún compromiso oficial hasta la cita mundialista. El motivo de no entregar el certificado a tiempo esta vez responde a una táctica para ganar tiempo y tratar de convencer a un Costa que sólo quiere jugar con España.

PabloG.

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