domingo, 20 de mayo de 2012

Final de la UEFA Champions League Bayern Múnich Chelsea


Drogba lleva al Chelsea a la gloria

Llegó el día del partido más importante del año en Europa, Bayern y Chelsea se medirían en el Allianz Arena por el cetro de campeón continental. Partían como favoritos los muniqueses por el hecho de ser los anfitriones de la gran final, pero a pesar de ello, no eran pocas las opciones que se les daban a priori a los londinenses, que disputaban su segunda final en busca de su primer entorchado como campeones de Europa.

Fue una emocionantísima final en la que comenzaron dominando los alemanes en un monólogo que recordaba a la semifinal disputada por el Barcelona: dominio absoluto y poquitas ocasiones claras. El Bayern, a pesar de dominar el mediocampo con Schweinsteiger a la cabeza, no lograba encontrar arriba a Mario Gómez, sumergido en la muralla azul, y ni Ribèry ni Robben tenían el suficiente acierto de cara a portería. Los bávaros lo intentaban una y otra vez pero siempre se topaban con el complejo entramado diseñado por Di Matteo. La ocasión más clara la tuvo Robben, que tras un eslalon con caño incluido, disparó a puerta pero Cech logró desviar lo justo el balón para que saliera repelido por la escuadra de su portería. Tampoco se materializó una acción de Gómez que se fue alta tras quebrar a Cahill con un genial movimiento. Y en estas de claro dominio alemán, aparecieron Drogba, Mata y Lampard para elaborar una gran jugada al borde del área que finalizó con un potente disparo obra de Kalou con el que Neuer se tuvo que emplear a fondo y que demostró lo que se viene viendo durante toda esta Liga de Campeones: al Chelsea no se le puede dar por muerto.

Tras la reanudación, los anfitriones siguieron intentándolo todo para lograr el primer tanto del encuentro, pero siempre se topaban o con Cech, o con el búnker inglés, o con el árbitro que anuló de forma correcta un tanto de Ribèry poco antes de la hora de juego. Los alemanes se desesperaban ante el número de ocasiones pérdidas y los ingleses esperaban su momento. Pero a falta de cinco minutos para el final del partido, la emoción se apoderó del Allianz tras un centro de Kroos que Müller, después de ganarle la espalda a Cole y aparecer en el segundo palo, remató al fondo de las mallas. El joven mediapunta alemán, criado en las categorías inferiores del Gigante de Baviera explotó de júbilo cuando creía que le iba a dar el título a su equipo del alma. Y digo creía porque a sólo dos minutos del final, Mata botó un saque de esquina que Drogba transformó en gol tras entrar en el área como un tren de mercancías y realizar un perfecto giro de cuello. El Bayern había sacado diecisiete córners, el Chelsea sólo uno, pero valió más que todos los de su rival juntos. La segunda vez que se dio por muerto al Chelsea, se levantó para forzar la prórroga.


El tiempo extra comenzó aciago para Drogba y su equipo, ya que tres minuto después de la reanudación, el marfileño derribó a Ribèry dentro del área y el árbitro señaló la pena máxima, una pena máxima que Robben se encargó de lanzar y Cech de atajar para salvar a su equipo; volvía a errar un penalti el holandés. No pudo tampoco el Bayern con su férreo rival en la prórroga, por lo que nos fuimos a los penaltis con una clara sensación de superioridad e impotencia bávara.


La fatídica tanda que decidiría al campeón la inició el Bayern por medio de su capitán Philipp Lahm, que batió a Cech a pesar de que el meta checo tocó el cuero. Pronto se pondría todo de cara para el Bayern con el error del burgalés Juan Mata, al que Neuer le detuvo el penalti con una gran intervención. Tras esto, transformarían su disparo Mario Gómez, David Luiz, el sorprendente Neuer y el eterno Franck Lampard. Luego fue el turno para el croata Ivica Olic que se topó con una buena estirada de Cech y que después vio como Cole empataba de nuevo la tanda, por lo que toda la responsabilidad sería para la estrella del Bayern, Bastian Schweinsteiger. Schweini, colocó el balón en el punto y miró a Cech y a su afición, que depositaba toda su ilusión en su pierna derecha. Quizá fue eso lo que le pesó demasiado y le hizo dudar en la carrera, que finalmente acabó con un disparo que se estrelló en la madera después de que Cech la desviara lo justo y que ponía el título en bandeja al Chelsea y más concretamente a su jugador más carismático, Didier Drogba. El marfileño sabía lo que se jugaba, sabía de la importancia de ese último penalti y por eso lo tiró como mejor sabe: con el corazón. Fue eso lo que hizo que ese balón estrellado entrara en la portería y coronara al Chelsea como rey de Europa, ese Chelsea que probablemente sea el más light desde la llegada de Abramovich, pero que puso el broche de oro a una Champions espectacular en la que salió a relucir todo su pundonor y que hizo que los blues, así como Drogba grabaran con letras de oro su nombre en la historia del fútbol mundial. Volvió a levantarse el Chelsea una tercera vez cuando estaba totalmente KO, esta vez para alzar la Orejona.



ALINEACIONES

Bayern: Neuer; Lahm, Tymoshchuck, Boateng, Contento; Schweinsteiger, Kroos, Ribèry (97’ Olic), Robben, Müller (86’ Van Buyten); Gómez.

Chelsea: Cech; Bosingwa, David Luiz, Cahill, Cole; Mikel, Lampard, Bertrand (73’ Malouda), Kalou (84’ Torres), Mata; Drogba.


PabloG.

2 comentarios:

  1. Gómez y Robben desaprovecharon más oportunidades en este partido que en toda la temporada de CL. Pero el más desacertado fue el anciano Heynckes: designando a Robben para tirar el penalty luego de haber perdido la liga alemana porque el holandés falló uno ante el Dortmund días atrás, y sobre todo rompiendo la dinámica y la fortuna del equipo quitando a Müller en los minutos finales. (Fue tan fatal como cuando Hitzfeld quitó a Matthäus en la final de 1999 ante ManU.) Era una oportunidad de oro y los bávaros se derrotaron a sí mismos. Pasarán muchos años antes de que un equipo alemán gane la CL.

    Chelsea hizo lo poco que pudo y bastó. Años atrás, jugando mucho mejor, no había podido. En fin, esto sigue siendo fútbol, no lógica ni matemática.

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    1. Tienes razón en todo lo que dices, ni Gómez ni Robben estuvieron ayer a la altura. El Bayern parecía un equipo de NBA, con Robben jugándosela siempre él solo, y el resultado fue el mismo que obtienen los Lakers cuando Bryant no está inspirado, sólo que Robben casi nunca lo está. Para mi es un lastre. En lo de Müller, creo que pidió el cambio poco antes de marcar el gol, sino hubiera terminado la final. También hay que reconocer el poco mérito que hizo el Chelsea y la gran competición realizada por Drogba, un grande en esto.

      ¡Me alegra verte por aquí de nuevo, muchas gracias!

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