jueves, 19 de julio de 2012

Jesse Owens y el 'Black Power', los gestos que marcaron a la raza negra (Parte I)

A lo largo de la historia, muchas voces, principalmente provenientes de los grandes intelectuales, han tratado al deporte como algo banal, sin ningún valor con respecto a la vida. Bien es cierto que el del deporte es un universo paralelo, como también lo es que representa todos y cada uno de los valores de la vida, tanto los positivos como los negativos, y más aún si se mezclan con la política. El deporte puede ser utilizado para inculcar los ideales más malignos y repugnantes, pero también sirve para cambiar el mundo con pequeños gestos que se magnifican y se hacen enormes con el paso de los años. Esos gestos casi nunca producen una reacción positiva inmediata. Al contrario, la mayoría de las veces lapidan la vida de las personas, de los mayores atletas de la historia, pero el tiempo permite que sean utilizados como el sustento que provoque un cambio monumental, no sólo en el ámbito deportivo, sino en una nación, en un continente y en el mundo entero.

Corría el año 1936, el período de mayor turbulencia de la historia de Europa. En aquel tiempo, el Viejo Continente y el mundo entero centraban sus miras en Berlín. También en el plano deportivo, donde tendrían lugar los Juegos Olímpicos, unos Juegos adulterados y teñidos de propaganda nazi; unos Juegos para mostrar al mundo la vitalidad y la superioridad de la gran Alemania de Hitler, apoyada en su mayoría por los pesos pesados del COI y del resto de organizadores olímpicos. La finalidad de estos Juegos no era otra que mostrar al mundo la superioridad de una raza definitiva de superhombres: la raza aria. Pero las ambiciosas aspiraciones de Hitler se vieron duramente trastocadas con la presencia de un atleta irrepetible, una de los que marcan época, el mejor de su tiempo. Jesse Owens arribó en Berlín como el héroe de los Estados Unidos paradójicamente, era el héroe de una nación caracterizada por su gran segregación racial–, título que se había ganado un año antes en las pruebas universitarias, en las que batió tres récords mundiales (salto de longitud, 200 metros y 220 yardas vallas) e igualó otro (100 yardas) en menos de una hora. Sin lugar a dudas, era el rival a batir por el Imperio nazi. Pero Jesse Owens era imbatible. Logró cuatro oros: 100 metros lisos, 200 metros lisos, 4 x 100 metros lisos, y su victoria más impresionante, la que alcanzó en salto de longitud.

No lo tuvo fácil en la prueba de salto. En las rondas previas, le fueron contabilizados como nulos sus dos primeros saltos –probablemente forzados por los jueces de la competición, que querían evitar una nueva victoria de un atleta negro –, obligándole a realizar un último salto que superara la marca mínima establecida. En frente tenía a un rival excepcional, un poderoso atleta alemán llamado Luz Long. Alto, rubio y de ojos azules, representaba el ideal del atleta ario; altamente deportivo y gran admirador de Owens, personificaba el espíritu olímpico. Fue por eso que ante los problemas que tenía su ídolo, se acercó a él, lo tranquilizó y le aconsejó que no arriesgara tanto en el salto. Hay se inició una amistad que superó cualquier ideología política, y que duró hasta la muerte de Long en el frente, en 1943. Jesse le hizo caso, y superó sin problemas la prueba. Finalmente se verían en la gran final, una final que se convirtió en un acontecimiento sin precedentes.

Tras los cinco primeros saltos, Long y Owens llegaron empatados, con una marca de 7’87 metros, pero Long se situó en cabeza al poseer una segunda marca superior a la de Owens, con 7’84 metros. En ese momento, la prueba se trasladó a la zona situada junto al palco presidencial, a la vez que el resto quedaron aplazadas por orden expresa del Führer, en una decisión de la que probablemente se arrepintió durante el resto de sus días. Porque Jesse Owens es uno de los atletas más importantes de la historia, y como tal, es capaz de vencer en cualquier escenario, también en las situaciones más adversas, por eso se desmarcó con un salto de 7’94 metros, que sorprendió sobremanera a su rival. Tanto fue así, que su siguiente salto fue un nulo. Owens había ganado; el Reich había perdido. Pero no sólo lo derrotó, sino que lo humilló al marcar 8’06 metros en el último salto, récord olímpico que perduró veinticuatro años. Hitler entró en cólera: un negro le había humillado en su propia casa. La supremacía aria se derrumbaba.


Cuenta la leyenda, que Hitler abandonó el estadio hecho una furia y negó el saludo a Owens. Pero según cuenta el propio héroe de tal hazaña, la historia no fue así. El Führer sí que le saludó y él le devolvió el saludo. Es más, cuenta que no se sintió humillado por Hitler. La mayor humillación la sufrió poco después. Fue expulsado del equipo olímpico por el COI por motivos poco claros, y a su llegada a su país nadie fue a recibirlo. Se negó a ello el presidente Roosevelt, enfrascado en el proceso electoral, ante la reacción que provocaría en el sector sureño del país, altamente segregacionista. Pocos años antes de su muerte, recibió la Medalla Presidencial de la Libertad, pero ya era demasiado tarde. Sin embargo, su hazaña en Berlín puso la primera piedra contra la segregación racial.

PabloG.

2 comentarios:

  1. Buena información, pero falta la parte II y por favor si puedes añadir algo sobre no sé que de un guante negro, me serviría de gran ayuda, ya que mi trabajo va de eso. Gracias

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  2. Muchas gracias. La parte todos también la tengo, y precisamente trata sobre el tema al que te refieres: el 'Black Power'. Aquí te dejo el enlace:

    http://elbanquillodelcuartoarbitro.blogspot.com.es/2012/07/jesse-owens-y-el-black-power-los-gestos_25.html

    Además, también te dejo otros dos enlaces a otros artículos sobre el mismo tema:

    Santi Segurola,"Los puños de la dignidad humana". MARCA: http://archivo.marca.com/edicion/marca/atletismo/es/desarrollo/1177018.html

    Sergio Pinto, "Tommie Smith y el 'black power'. En pie con el puño en alto". Perarnau Magazine: http://www.martiperarnau.com/olimpicos/tommie-smith-y-el-black-power-en-pie-con-el-puno-en-alto/

    Espero que te sirva de ayuda.

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