Cuánta hipocresía hay en la prensa deportiva española.
Los mismos que después del Mundial de Alemania 2006 pedían la cabeza de Luis
Aragonés y no pararon de dar la tabarra hasta 2008 con que Raúl tenía que ir a
la selección sí o sí, hoy lo entronizan.
Luis es un ejemplo. Un ejemplo de cómo no venderse
ante los poderes. Un ejemplo de cómo no bajarse los pantalones ante nadie,
porque tenía "el culo pelao". No diré que lo hizo en silencio porque
sería mentira, Aragonés nunca se calló nada, pero a base de trabajo y más
trabajo demostró a toda España que el único que tenía razón era él. Y se fue
cuando estaba en lo más alto, cuando la prensa y la afición le limpiaban las
botas, porque a cabezón jamás le ganó nadie. Si no lo quisieron en las malas,
él no se iba a dejar querer en las buenas, porque de todas todas ese
sentimiento era falso.
Aún me acuerdo de la primera vez que vi a España en
directo. Fue un España-Francia pocos meses antes de la Eurocopa 2008. Yo vi ese
día una pancarta en la que un señor, orgulloso supongo, ponía que Luis se
dejara de juegos y convocara a Raúl, haciendo referencia a su ya superada
ludopatía. Supongo también que esa pancarta se la comería a cachitos durante la
celebración de la Eurocopa. Y seguramente hoy esté camuflado entre esos aduladores
que elevan la figura de Luis Aragonés a la altura de los ángeles, cuando el
Sabio de Hortaleza jamás fue así.
Hoy, en el día que hemos perdido no sólo a un gran
trabajador sino a un gran hombre que se ha ido a la tumba con sus principios,
no creo que sea tiempo de elevar su figura a los altares, sino de reflexionar
un poco. Si todos esos piropos son sinceros, ¿por qué no se le dedicaron en
vida? ¿Por qué se le persiguió sin piedad y se miró con lupa cada uno de sus
gestos si tan bueno y tan santo era? No seamos hipócritas.
Hoy el fútbol español se ha quedado huérfano. Ha
perdido a uno de los personajes más importantes de su historia. Como Joaquín
Peiró, Luis Suárez y muchísimos otros a los que no se les reconocerá lo que
fueron hasta que ya no estén con nosotros.
Descansa en Paz, Sabio de Hortaleza. Tu carácter y
tu manera de hacer las cosas siempre fueron un ejemplo. Hiciste de tu manera de
ver el fútbol tu estilo de vida y muy poquitos te entendieron. Qué pena.
PabloG.
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