Hoy
llega el Real Madrid a La Rosaleda para disputar el partido de la jornada.
¿Quién iba a imaginar que esto fuera posible hace tan sólo unos meses?
Probablemente, nadie. He aquí la prueba de que el crecimiento del Málaga ha sido
espectacular. El equipo ha sufrido una evolución dentro del campo sin
precedentes en la historia del fútbol en la Costa del Sol: cuartos en liga y en
octavos de la Champions y de la Copa del Rey. Pero todavía algunos se empeñan
en manchar esta impecable trayectoria con asuntos que poco o nada tienen que
ver con el fútbol. Sin ir más lejos, la UEFA, el máximo organismo del fútbol
europeo, con Platini a la cabeza. Ayer sorprendió con una sanción jamás vista
en Europa: el Málaga no disputará la próxima competición europea para la que se
clasifique y la sanción puede ser prorrogable otros cuatro años. Y todo esto por
unos pagos que, según fuentes del club, están totalmente solventados. Pero ¿por
qué se mira sólo al Málaga? ¿Acaso no hay equipos que deban más dinero? ¿Quizá
no hay equipos, ya no con problemas económicos, sino con peores y más
dañinas conductas? Al parecer la UEFA no se da cuenta de que
si esta sanción se lleva a cabo –el Málaga recurrirá ante el TAS– desvirtúa la
Liga BBVA quitándole a un equipo la ambición por quedar lo más arriba posible.
No
todo iba a ser malo este fin de semana. Y como el Málaga es, actualmente, uno
de los equipos que mejor juego despliega del continente, es por ahí por donde
le llegan los reconocimientos. Concretamente a su jugador franquicia: Isco
Alarcón Suárez. El de Arroyo de la Miel representa a la perfección la
transformación de este equipo: aterrizó en La Rosaleda siendo un
semidesconocido, poco a poco fue haciéndose un nombre y hoy por hoy es uno de
los mejores jugadores del mundo. Su exquisito juego ha sido premiado por la
revista Tuttosport con el prestigioso
Golden Boy, que premia al mejor futbolista de Europa menor de veintiún años. Si
echamos un vistazo a la lista de jugadores que ganaron el premio con
anterioridad, podremos hacernos una idea de lo que realmente significa. Gente
como Messi, Fàbregas, Rooney, Agüero, Pato o Mario Götze, campeón del año
pasado, levantaron con anterioridad este precioso trofeo dorado; sus éxitos
posteriores hablan por sí solos.
Esta
tarde estará en el campo Isco frente al que puede ser el ganador del Balón de
Oro de este año. Cristiano Ronaldo regresa a La Rosaleda, su hábitat natural.
El delantero luso ha marcado diez goles en seis partidos frente al Málaga, seis
en el coliseo blanquiazul y de ellos, tres la temporada pasada. Pero el
auténtico duelo se vivirá en los banquillos. Mourinho contra Pellegrini; la
fuerza contra la técnica; la visceralidad contra el temple. El portugués llegó
al Bernabéu para ocupar el puesto del chileno después de firmar la mejor
temporada liguera de la historia del Real Madrid. Ni si quiera eso bastó, pesó
más la eliminación copera –el famoso Alcorconazo–
y el batacazo en Champions frente al Lyon. Pero la vida da muchas vueltas: hoy
el que está contra las cuerdas es José Mourinho. Se encuentra a trece puntos
del Barcelona –hoy podrían ser dieciséis–, con un dos a uno en contra en la
Copa y con una eliminatoria más que complicada frente al Manchester United en
Champions. Si hoy no consigue la victoria, su situación puede hacerse
insostenible.
Lo
único que está claro es que el ambiente será hostil para el técnico luso.
Todavía escuecen en Málaga sus famosas
declaraciones de hace temporada y media. Quizá hoy se
arrepienta de aquella desafortunada frase: puede perder el puesto frente al
Málaga, su afición y Pellegrini. Eso sí, hay que romper una lanza a favor de
Mourinho, que ayer criticó la sanción impuesta a los boquerones en su rueda de
prensa, lo que él considera algo “triste”: "No estoy en condiciones de
analizar la decisión. Pero espero que hayan condiciones para que si el Málaga
se clasifica se pueda solucionar. Si ganan dentro del campo los profesionales y
los técnicos el derecho de jugar, no sería bueno que por decisiones extradeportivas
fueran ellos los sancionados”. De cualquier modo, el
partido tiene mucho significado para los dos equipos. Para uno porque puede
servir de celebración y a la vez de redención; para otros porque se juegan el
prestigio, el orgullo y quién sabe si el puesto. Ojalá que no decepcione,
porque promete ser fabuloso.
PabloG.
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