No
pasará a la historia el partido disputado en Cornellà-El Prat. Que las
ocasiones más claras del partido las tuviera Demichelis dice mucho del choque. Fue
un partido muy contenido, en el que los dos equipos se tuvieron demasiado
respeto y donde la frescura brilló por su ausencia. El centrocampismo llevado
al extremo y alentado en todo momento por Delgado Ferreiro y su sorprendentes
nueve tarjetas en un partido sin más historias. Ninguno de los dos equipos
logró transmitir un peligro real a la portería contraria. El Espanyol jamás dio
sensación de llevarse el partido; el Málaga, salvo los remates aislados de
Demichelis a balón parado y un cabezazo de Santa Cruz sobre la hora que Cristian
sacó de la base del poste, tampoco.
Pellegrini
decidió dar descanso a algunos jugadores y el equipo lo notó. No es lo mismo
jugar con Portillo, Joaquín y Saviola adelante que con Duda, Seba y Santa Cruz.
El equipo perdió agilidad a la hora de combinar y con ello, lógicamente,
brillantez. Si a eso le sumamos que a Isco le pesó demasiado su partidazo
frente al Milan, tenemos a un Málaga del montón que no es capaz de sacar
ventaja de su mejor arma y que tiene que resignarse a jugadas aisladas o a
inspiraciones individuales. Inspiraciones que tampoco abundaron, por otra
parte. De cualquier forma, el Málaga logró mantener bajo control en todo momento
a un pobre Espanyol, resignado a algún golpe de suerte.
Los
de Pochettino acusaron durante todo el partido un complejo de inferioridad
preocupante. Y lo que es peor, normal. Mucho debe mejorar el equipo blanquiazul
si no quiero pasar apuros al final. Desde luego, lo mostrado hasta el momento
no será suficiente. Ni si quiera frente al peor Málaga de la temporada fueron
capaces de dar un paso al frente y llevar el peso del partido. La potencia de
Wakaso, jugador secundario en el Villarreal del año pasado, es el mayor y,
prácticamente, único argumento de este equipo que suma seis puntos en nueve
partidos.
Pero
no todo fue negativo hoy. Fue una nueva ocasión para poder disfrutar del oficio
de un jugador sensacional y casi imprescindible. Por segundo partido
consecutivo, Iturra volvió a ser el mejor del Málaga. No cabe duda que está
siendo el fichaje más rentable de todos este año. Su posicionamiento,
inteligencia y dominio de las situaciones aporta a la ya de por sí gran defensa
malacitana un plus impagable. Su compenetración con Camacho está haciendo que
nadie eche de menos a Toulalan y con razón, porque además es capaz de aportar
soluciones en ataque, aunque hoy haya sido imposible comprobarlo. Y es que sólo
la entrada de Joaquín hizo despertar ligeramente al Málaga, que comenzó a hacer
daño por la izquierda aunque sin acierto. El empate fue justo, el partido soso
y el punto importante. Esa es la clave.
PabloG.
No hay comentarios:
Publicar un comentario