Ayer
era la Noche de San Juan, esa que es la más corta del año, a la par que la más
especial. Pero anoche, el protagonista de la fiesta no fue un Juan, sino un
Xabi centenario, que llevó a España a acabar con el maleficio de los galos y a
limpiar su nombre después de tantos y tantos días de desprestigio por culpa de
los rancios guiñoles franceses.
Fue
por eso que el partido de ayer fue como un plácido sueño de la Noche de San
Juan, en el que España movió a su antojo los hilos de las marionetas francesas.
Ni si quiera sirvió de nada el “Plan Anti Iniesta-Alba” que Blanc diseñó en la
derecha, por la que llegó el primer tanto español y el penalti que provocó el
segundo. Además, la presión de les bleus sólo sirvió para dejar un amplio hueco
en la zona de medio campo que el General Alonso aprovechó para organizar el
avance de sus tropas, un avance que él mismo culminaría hasta en dos ocasiones.
Y por si fuera poco, las escasas llegadas de los galos fueron abortadas con
éxito por un Casillas que lleva 780 minutos sin recibir un gol en una fase de
K.O. desde aquel tanto de Zidane en el Mundial de Alemania 2006.
Es
curioso que en la previa del partido de ayer ya no se escuchara hablar de la
que fuera tan famosa maldición de los cuartos de final, aquella que se eliminó
de un plumazo con el tanto de penalti de Cesc Fàbregas hace cuatro años y dos
días, y con ella el complejo de inferioridad del fútbol español. Ahora nos
vemos en la cima del fútbol con un Mundial y una Eurocopa bajo el brazo y con
el respeto del resto de países. Pero no por que seamos los nuevos ricos del
fútbol mundial debemos de caer en las excentricidades y vicios de los que
pecaron otros, y no me refiero a otra cosa que al doble pivote y al falso
nueve. Alguno me acusará de ventajista tras ver el fenomenal partido que
realizaron ayer la pareja Busquets-Alonso, pero la realidad es que veo esa
pareja necesaria para el buen devenir de la selección. Bien es cierto que en
ese centro del campo podría estar Xavi Hernández en sustitución de Xabi o
Sergio, pero es que ellos dos aportan un equilibrio y una consistencia al medio
campo insuperable, que permite el lucimiento absoluto de una segunda línea
letal que tan sólo tiene que mirar atrás para recibir el balón y ponerse a
imaginar. En la cuestión del falso nueve si que tengo más dudas, sobre todo
teniendo a un grandísimo delantero de área como Llorente en el banquillo, pero
mientras la cosa funcione, no se debe cambiar. No olvidemos que quien decide
las alineaciones de La Roja es Vicente del Bosque, el único entrenador español
que posee un campeonato del mundo en su palmarés.
Pero
volviendo al partido, no hubo una ocasión en la que supiera más dulce la
victoria sobre nuestros vecinos del norte que en este 2012. En el campo no hubo
ni acusaciones de dopajes, ni Noah, ni clembuterol, ni guiñoles, sólo fútbol, y
en eso España es la mejor, no sólo de Europa, sino del mundo. Quizá por eso las
marionetas nos comparaban con Los Vengadores, porque sabían la que se
avecinaba. Por cierto, como esta semana tendrán bastante trabajito, desde aquí
me gustaría lanzarles un guante, ¿para cuándo un guiñol de Xabi Alonso?
PabloG.
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