Polonia se quita los complejos y logra el empate
Importante
choque en la segunda jornada del Grupo A por ganar el liderato de cara a la
última jornada. La anfitriona Polonia se enfrentaba a Rusia en un partido
cargado de sentimiento político y denominado de alto riesgo, como así se
encargaron de certificar sus aficionados en los aledaños del estadio,
tristemente.
La
selección polaca saltó al terreno de juego con ganas de darle una alegría a su
ferviente público y asediaron a los rusos con un juego sin demasiada brillantez
pero más o menos trenzado, basándose, como no, en el triunvirato del Dortmund, Piszczek,
Blaszczykowski y Lewandowski. Fue el delantero el que tuvo mayor peligro
durante los primeros lances del encuentro, pero a pesar de que le ganó la
partida varias veces a la defensa de Advocaat demostrando la calidad que
atesora, se encontraba demasiado abandonado a su suerte en campo ruso. Pero el
primer aviso serio polaco no vino de Lewandowski, sino de el lateral Boenisch,
que tocó lo justo una falta lateral botada por Obraniak, pero Malafeev estuvo
muy atento. Polonia seguía poniendo contra las cuerdas a Rusia, pero cuando
peor lo pasaba la selección rusa, apareció Arshavin para ponerle un balón
medido a Dzagoev tras una falta lateral, que el mediapunta del CSKA de Moscú
peinó para ponérsela imposible a Tyton y adelantar a su país a falta de siete
minutos para el final del primer acto.
En
la segunda mitad, los polacos decidieron quitarse de encima las dudas que había
creado el tanto rival y lanzarse a por el partido definitivamente, idea que se
vio reforzada gracias al pase interior que recibió Lewandowski, tras el que
dribló a Malafeev y el balón se fue a córner. Hay Polonia se quitó todos los
complejos y se dio cuenta de que no era inferior a la selección de Advocaat. Es
por eso que, a pesar de que el partido rozó la locura a los cincuenta minutos,
con ocasiones para ambos bandos, los polacos supieron aprovechar a la
perfección un error de Arshavin en la frontal para mostrar su mejor arma: el
contragolpe. Polanski agarró el balón y salió como una exhalación franqueado
por Lewandowski y Blaszczykowski, que sería finalmente quien recibiera el balón
en la derecha, y tras una diagonal, sacara un tremendo zurdazo que se coló por
la escuadra de Malafeev. Quién mejor que Kuba, el capitán polaco, para desatar
la euforia en todo el país y dar un golpe de autoridad en el partido y en el
grupo.
Tras
el tanto del empate, Polonia no se rindió y continuó en busca de un nuevo tanto
que dejara mucho más encarrilada su presencia en cuartos, pero para entonces,
Rusia ya había cerrado filas dando por bueno un empate que deja con opciones de
clasificación a todos los equipos del grupo a falta de una sola jornada, pero
que también hace depender de sí mismos tanto a Rusia como a Polonia.
ALINEACIONES
Polonia:
Tyton; Piszczek, Wasilewski, Perquis, Boenisch; Dudka (73’ Mierzejewski),
Polanski (85’ Matuszczyk), Obraniak (93’ Brozek), Murawski, Blaszczykowski;
Lewandowski.
Rusia:
Malafeev; Anyukov, Berezoutski, Ignashevich, Zhirkov; Denisov, Zyryanov,
Shirokov; Dzagoev (79’ Izmailov), Arshavin, Kerzhakov (70’ Pavlyuchenko).
PabloG.
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