El Barça se hunde, el Chelsea se citará con la Historia
Partidazo
el vivido en el Camp Nou, algo que viene siendo habitual en los últimos años
cuando se cruzan los caminos de estos grandes del fútbol europeo, y más aún si
se trata de una semifinal de la Champions League con todo por decidir tras el
abierto 1-0 de la ida.
No
vino el Chelsea a jugarse el partido al ataque ni muchísimo menos, sino a
plantar un denso entramado defensivo y a esperar que el tiempo corriera para
poder alcanzar la ansiada final de Múnich. Ante este panorama, al Barça le
tocaba acosar a su rival en busca de los dos tantos que le hicieran superar la
eliminatoria.
Declararon
pronto sus intenciones los culés, que tuvieron una buena ocasión de Messi tras
una pared con Alexis que se marchó al lateral de la red. Pero pronto se le puso
mucho más de cara el encuentro al equipo de Guardiola, ya que a los once
minutos, Gary Cahill tuvo que dejar su lugar en el campo para que entrara
Bosingwa debido a una lesión muscular.
La
oleada de ocasiones blaugrana continuó mientras el Chelsea defendía con sus
once jugadores dentro del área. La tuvo de nuevo Messi para abrir el marcador
con otra pared, esta vez con Fábregas, pero el argentino se topó con Cech. Un
minuto más tarde fue el propio Cesc quien tuvo la ocasión de marcar el primero,
pero su volea se fue desviada.
Minutos
más tarde, las fuerzas se igualaron un poco, ya que Gerard Piqué tuvo que ser
sustituido, consecuencia de un encontronazo con su compañero Valdés en la
disputa de un balón con Drogba, por lo que Alves entró al terreno de juego.
Pero
el Barça, que seguía dominando totalmente el balón ante un Chelsea muy bien
plantado defensivamente, cambió en tan solo dos minutos el escenario del
encuentro: primero porque Alves, que recibió un rechace de un córner y abrió el
balón a la izquierda para que Cuenca, con mucha sangre fría, pusiera el balón
atrás y Busquets la empujara a gol para empatar la eliminatoria; segundo,
porque John Terry, en una de sus clásicas pérdidas de papeles, agredió a Alexis
propinándole un rodillazo que le supuso la expulsión. Con, al menos, cincuenta
minutos de juego por delante, el Chelsea debía afrontar el encuentro sin sus
centrales titulares y con un hombre menos.
Los
blaugranas no cesaron en su empeño y, motivados por el gol y la expulsión, se
volcaron al ataque con una mayor frescura. Fruto de ello fue el segundo tanto
culé, que llegó tras una contra en la que Messi entregó el balón para Iniesta y
el manchego batió a Cech con un disparo cruzado que se introdujo en la portería
“blue”. El Barcelona estaba en Múnich con este resultado.
Pero
cuando reinaba en el Camp Nou un ambiente de júbilo y optimismo, apareció el
Chelsea, ese Chelsea rácano pero a la vez demoledor que el Barça sufrió en la
ida. Y volvió a aparecer en su hábitat natural: el descuento de la primera
mitad. Ahí, como ya ocurriera en la ida, tras una pérdida culé, Lampard mandó
un balón en profundidad que Ramires ganó en velocidad y definió de maravilla en
el mano a mano con Valdés, sacándose una preciosa vaselina que entró como un
cuchillo en la meta azulgrana. Volvían los fantasmas.
La
segunda mitad comenzó de maravilla para el cuadro barcelonista, ya que a los
cinco minutos de la reanudación, Cesc fue derribado en el área por un Drogba
que se acopló al lateral izquierdo. Messi, el especialista en este tipo de jugadas,
colocó el balón en el punto, miró a Cech y lanzó, pero su disparo y su moral
salieron repelidos por el travesaño. “La Pulga no volvió a ser el mismo desde
ese instante.
El
acoso culé no se detuvo en ningún momento, pero no cosechó ningún fruto, chocando
en todo momento con una defensa londinense liderada por un Drogba que lideró a
su equipo en todas las parcelas del campo. Ni si quiera las variaciones
tácticas de Guardiola lograban romper la maraña del Chelsea.
El
Barcelona estaba esperanzado a un nuevo “Iniestazo” que les clasificara de
nuevo in extremis, y de hecho eso estuvo a punto de ocurrir, cuando Messi, en
su única jugada lúcida tras errar el penalti, se sacó un buen disparo desde la
frontal que Cech desvió lo justo para que se estrellara en el palo. Poco
después, el Camp Nou cantó gol de Alexis a centro de Alves, pero la jugada
quedó invalidada por fuera de juego del lateral brasileño. La impotencia culé
aumentaba por segundos, los que se restaban del cronómetro para el final del
duelo.
Pero
sin lugar a dudas, el llanto de los barcelonistas se desató en el minuto
noventa y uno, otra vez en el descuento, cuando Fernando Torres, que acababa de
entrar sustituyendo a Drogba, recogió en su campo un despeje de su defensa ante
un envío a la desesperada de los de Guardiola y, sin oposición, recorrió medio
campo y sentó a Valdés para llevar a su equipo a la final de Múnich. El Barça
lloró, y el Chelsea podrá vengarse de la final pérdida ante el United en la
tanda de penaltis en 2008.
ALINEACIONES
Barcelona:
Valdés; Mascherano, Piqué (25’ Alves), Puyol; Busquets, Xavi, Iniesta, Cesc
(74’ Keita); Cuenca (67’ Tello), Alexis, Messi.
Chelsea:
Cech; Ivanovic, Cahill (11’ Bosingwa), Terry, Cole; Mikel, Lampard, Meireles,
Ramires, Mata (58’ Kalou); Drogba (80’ Torres).
PabloG.
Sólo he leído esta crónica, la del partidazo de hoy. Me he metido en tu blog tras ver el anuncio que has puesto en marca.com. La verdad es que te doy mi enhorabuena por la calidad de la narración y por la objetividad con la que hablas de fútbol, algo que cada vez se echa más en falta. Además las fotos que has escogido definen muy bien los minutos finales en el Camp Nou. Un saludo y sigue así
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias!
Eliminar¡Espero que sea la primera crónica que lees, pero no la última!
Un saludo.
Felicidades por tu buen hacer. te seguiré leyendo desde mi "anonimato".
ResponderEliminarSaludos. Miguel
¡Muchas gracias!
EliminarAquí te espero.
¡Saludos!
He visto crónicas de periodistas veteranos con menos alma. Vas por buen rumbo, chaval.
ResponderEliminarY en cuanto al partido, creo que éste es el punto de inflexión definitivo para la caída del tiqui taca. Ya no sólo Mourinho quiebra al Barça, sino cualquiera que imite al portugués con suficiente calidad en el banquillo. Florentino ha conseguido matar a este Barça, y por fuerza con él morirá La Roja. Lo veremos este verano.
¡Muchísimas gracias!
EliminarLamentablemente, estoy totalmente de acuerdo contigo. Crucemos los dedos para que si España no puede alzarse campeona este verano, el título lo levante Alemania, otra máquina de jugar al fútbol.
¡Saludos!
Felicidades por la crónica, está muy bien hecha y me gustó mucho.
ResponderEliminarTe felicito, y sigue así.
Saludos.
¡Muchas gracias!
EliminarEspero que te pases por aquí más veces.
Muy bueno, leo que tienes un gran futuro periodístico, el resto lo dice el primer comentario que te dejaron, te leeré otra vez después del partido real - bayer, también vi tu anunció en marca.com. te felicito....
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
EliminarAquí tendré la crónica preparada para que puedas disfrutar de ella.
Saludos.