Catorce
años después se obró el milagro: el Atlético de Madrid ganó un derbi. En el
Bernabéu y con la Copa del Rey de por medio. No había mejor manera. Los
colchoneros fueron más equipo que el Real Madrid desde el comienzo de la final
hasta el último segundo de la prórroga. Sólidos e intensos, pero sobre todo
bien situados en el campo. Eso fue lo que le faltó al Madrid, que lamentó que
el hombre que lo dirige desde el banquillo estuviera más pendiente de “su
lucha” particular que del bien del equipo. Esto no viene de ahora. Y lo peor es
que lleva mucho tiempo intuyéndose.
José
Mourinho no se jugaba la Copa, sino la defensa de unos ideales. Para ello sacó
el equipo más extremista de cuantos se han visto: puso en el campo a sus
hombres, a los que están con él en todas, únicamente acompañados de aquellos
futbolista que él considera imprescindibles para el equipo, a pesar de que ya
hayan demostrado en más de una y dos ocasiones que su concepto del fútbol –no
sólo del juego– dista mucho de el del portugués. No encajaba en la cabeza del
madridista volver a Özil arrancando desde la derecha después del fracaso de
Dortmund. En la de Mourinho sí: Özil es imprescindible pero Modric es de los
suyos, ni uno ni otro podía quedar en el banquillo. Y mientras tanto, Pepe,
básico en sus esquemas hasta que se pronunció sobre el caso Casillas, veía el
partido desde la grada. Ni siquiera la lesión de Varane le permitió entrar en la
convocatoria. Decisión técnica.
Hasta
ahí la aportación de Mourinho en la final. Una vez que el árbitro señaló el
inicio del partido, el portugués se borró y no volvió a aparecer hasta el
minuto setenta y seis, cuando fue expulsado. Mientras, su equipo moría sobre el
césped, necesitado de un elemento aglutinador que mostrara el camino a seguir,
que cumpliera la labor del entrenador. El Madrid estaba roto, y sólo algún
destello individual de sus excepcionales futbolistas le permitía inquietar al
Atleti. Pudo llevarse la final porque se contaron hasta tres balones
estrellados en los postes de la meta de Courtois, pero jamás actuó como un
equipo, tan sólo como once muchachos con unas cualidades físico-técnicas
excepcionales que coincidieron sobre el césped con la misma ropa.
Mourinho
se va y dejará el club desértico, con un vestuario y una masa social dividida entre
mourinhistas, antimourinhistas y madridistas, que ven con vergüenza como una
persona en tres años ha tornado en guerracivilista su centenario sentimiento. Y
encima se les quiere encasillar forzosamente en el segundo grupo por “infieles”,
por no defender hasta las últimas consecuencias unas ideas tan demencialmente
perniciosas como también lo son las que están en sus antípodas. El madridismo,
el fútbol en general no necesita de guerras internas. Tampoco necesita de
circos paralelos, de espectáculos como el que ofreció el luso cuando salió al
Bernabéu cuarenta minutos antes de un partido para recibir el calor de su
público. Acudieron 3.000 de las 80.000 personas que caben en el Bernabéu.
Interpretó los aplausos como una victoria sin reparar en la inmensa
indiferencia que había causado en el madridismo.
Pero
el daño constante que Mourinho realiza a la institución puede ser suavizada con
éxitos deportivos. Este año ni eso le salva. El equipo sólo ha ganado la
Supercopa de España, un torneo que es consecuencia de la temporada anterior.
Atrás queda el segundo puesto en una liga que el Madrid perdió en diciembre, la
clara derrota en las semifinales de la Champions ante el Dortmund y la final de
Copa. El equipo juega a lo mismo que cuando llegó: a nada, pero ahora los
resultados tampoco llegan. Tres títulos en tres años es un balance altamente
insuficiente teniendo en cuenta el precio que ha tenido que pagar el club con
cada salida de tono del portugués.
Ahora,
la pelota está en el tejado del Madrid: con la salida de Mourinho se debe
cerrar una etapa e iniciar otra bien distinta. Encontrar a un entrenador que
sepa poner los cimientos de un proyecto ganador y levantar de las cenizas del
club un nuevo y glorioso imperio. El Madrid necesita a su ‘Cholo’, en definitiva.
El argentino es hoy en día lo que cualquier equipo español desea. Ha hecho del
Atlético perdedor que le entregaron un ejemplo deportivo casi a la altura de lo
que el Dortmund significa en Alemania o el Oporto en Portugal. Victorias
cimentadas en la estrecha vinculación de la afición y los jugadores con el
club.
Su
Atlético es el bloque más sólido de la Liga. Vivió sus mejores momentos
coincidiendo con el declive madridista y, aunque últimamente se ha desinflado,
ya está clasificado para la Champions por la vía rápida. Sólo hace falta echar
un vistazo a sus alineaciones para tomar conciencia de lo que quiere: Falcao,
Mario Suárez, Godín, Koke, Diego Costa; mentalidad ganadora, intensidad, no dar
un balón por perdido, sacrificio y pelea. Se basa en el fundamento que llevó a
la gloria a los mejores equipos de la mitad sur del continente americano y hace
que la afición, más unida que nunca, se sienta orgullosa de su equipo. No es
cuestión de campeonatos ganados, es una cuestión de estilo. Simeone parte con
una ventaja: conoce a la perfección y ama al club.
Toda
esa elegancia que pierde su equipo en el campo, la derrocha él en el trato con
el público y con la prensa: nunca una palabra más alta que otra, nunca vender una
falsa modestia, nunca querer ser el personaje principal. Dice las verdades a la
cara pero sin arrugarse el traje. Y eso que siempre fue un hombre impulsivo,
emocional, como su Atleti. No es cuestión de dorar la píldora al nefasto
periodismo deportivo que habita en nuestro país, es cuestión de hacer las cosas
de la forma correcta. Es cuestión, en definitiva, de no crear odios entre la
gente a la que –al menos en teoría– le gusta este deporte. El fútbol es algo
demasiado bonito como para dejarlo en un segundo plano. Esa es la gran
diferencia, no sólo entre Mourinho y Simeone, sino entre un buen entrenador y
uno más.
PabloG.
la clave de la final fue la auencia de Varane y la habilidad espectacular de Benzema apra borrarse de los partidos que cuentan
ResponderEliminaryo como hincha del Real llamaría al Real Madrid a reflexionar un poco, reflexionar acerca del proyecto de los fichajes de bernabeu y en especial del corazón, no puede ser que ahroa en el Madrid si no hace algo cr7 nadie hace nada, que futuro nos depara con una institución tan mal armada
yo partiría por renovar ciertos elementos como la línea defensiva trayendo a David luiz y en traer a un par de mediocampistas como Gundogan y Scheweinstaiger para dar futbol y en especial un delantero de verdad porque a mi benzema me tiene hafrto ya.
O para el mediocampo también traería a Francisco Alarcón, el cual puede jugar de pivote y permitirá tener alternativas a Xabi Alonso
ResponderEliminarde hecho yo creo que Francisco Alarcón es el próximo Xabi Alonso
Sí, está claro que la ausencia de Varane ahora mismo se nota muchísimo. Precisamente por eso dejar fuera de la convocatoria a Pepe me pareció un suicidio. No seré yo quien defienda a Pepe, pero me parece un gran central que está varios peldaños por encima de Albiol. Por el bien del club hay que dejar a un lado las -absurdas- rencillas personales.
EliminarEn cuanto a lo que comentas sobre la cristianodependencia, estoy absolutamente de acuerdo contigo. Cristiano es muy bueno, pero en un equipo que cuesta más de 500 millones no puede ser el único capaz de desequilibrar un partido. No creo que hagan falta muchos cambios: falta que Benzema espabile de una vez por todas, que Higuaín sea el de hace dos o tres temporadas y que Di María recupere su nivel. En definitiva, que tenga detrás un entrenador que los motive y los tenga dentro de la dinámica del equipo.
En cuanto a Isco, no creo para nada que sea del perfil Xabi Alonso. Isco es Isco, un jugador único y genuino, pero partiendo de esa base, es más del estilo Iniesta. Es más desequilibrante, más arriesgado y, sobre todo, más dinámico. Su hábitat natural está en la frontal y no tanto en el círculo central. Quizá al final de su carrera si se adepte mejor a esas posiciones, pero ahora mismo mientras más cerca del área juegue, mejor.
Lamentablemente el Real Madrid como dicen le falta jerarquía.
EliminarLe falta un equipo mas equilibrado pero a diferencia del barca no requerimos gente para todos lados.
Por un lado ojala no intentar fichar clones que ya hemos visto el resultado.
El real Madrid debe apostar por gente nueva,(Francisco Alarcón(me carga el termino Isco)) y traer también gente de jerarquía como Schweinsteiger y en delantera sacar a benzema porque le falta una cosa, Sangre, dejar a Higuain y arriesgarse con Morata dándole muchos minutos
En cuanto a Di Maria, lo dejo porque el tiene un gran talento y con Carvajal de lateral podrá soltarse totalmente en ataque
Dicen que el Madrid traerá a Bale no? tu crees que sea un buen fichaje, yo creo que no porque ya hay gente para el puesto de Bale, aunque seria un buen reemplazante para CR7
Yo también como punto clave llamaría a reflexionar, porque el equipo DEBE ganar los partidos que cuentan
Como ya dije el Madrid debe fichar gente de talento y calidad como Francisco Alarcón y otra gente mas para equilibrar la plantilla como Gundogan
Resumiendo, traer a un par de mediocampistas buenos.
EliminarArriesgarse con Morata y cruzar los dedos porque Carvajal cuaje
en cuanto al tema de los centralles trataría de traer a un central que pegue menos que pepe y mas joven para que lo reemplaze
asi el Madrid será un equipo equilibrado y constante
En cuanto al caso Di Maria creo que el retomara nivel cuando deje de tener a arbeloa de escudero
A quien ves tu como técnico del real Madrid, cuando digo técnico me refiero a uno que le de un futuro bueno?
EliminarSigo pensando que al Madrid, con la grandísima plantilla que tiene, no le hacen falta grandes cambios. No necesita cinco o seis fichajes -más bien nombres- que no se adapten a ningún esquema concreta. Lo que necesita el Madrid es un proyecto, que ahora mismo no lo tiene. Un proyecto que no dependa de un único entrenador ni de un único jugador, sino que sea capaz de perdurar al menos diez años. Y en base a ese proyecto y una vez que se firme al entrenador adecuado, comenzar a hacer los fichajes. Dos o tres, tampoco más, pero con calidad y atendiendo a las necesidades del equipo.
EliminarEn cuanto al entrenador para el Madrid, estoy convencido de que será Ancelotti. Esto no es ni bueno ni malo siempre y cuando cumpla el perfil de entrenador que el Madrid quiere para su proyecto. Si no es así, nunca volvera a ser lo que fue. Podrá ganar ligas, copas y Champions, pero no tendrá una seña de identidad que lo defina como club y como equipo.
Para mí el entrenador ideal sería alguno de un perfil más bajo que pusiera unas bases sólidas de cara al futuro. Laudrup, por ejemplo. Un hombre que conoce el club, que sacado con nota su máster en la Premier y que practica un juego excelente. En uno o dos años podría meter al Madrid entre los más grandes, no sólo a nivel deportivo, sino como institución. Pero claro, para eso hay que tener paciencia. Y si con Pellegrini después de conseguir noventa y seis puntos en liga no se tuvo, dudo mucho que se tuviera con Laudrup.
mmmmmmmmmmmm
Eliminarinteresante reflexión, la verdad opino también que el Madrid no requiere grandes cambios a CORTO PLAZO, quizá como mucho, ponerle presión a benzema, y emepzar a buscar a alguien que reemplaze a Alonso(primera vez desde la época de redondo que tenemos un pivote bueno) y nad mas, muy cierto, el Madrid primero debería decidir a que quiere jugar aunque parece que la llegada de Ancelotti es porque a lo mejor el Madrid por fin aprendio y quiere quien sabe jugar a lo Mourinho y por eso traen a Ancelotti
espero sea una seña de que hay una idea y un proyecto
cuando vi lo de que se fichara si o si a un sustituto para Alonso me alegre mucho, es la primera señal de planificación en mucho tiempo