Después de
el recital exhibido la pasada noche, la Selección Española entró en el olimpo
de las selecciones de la historia del fútbol al lograr encadenar la Eurocopa
2008, el Mundial 2010 y la Eurocopa 2012, lo que la convirtió en la mejor de
todos los tiempos. Pero no queda ahí la épica hazaña de este fantástico grupo
de jugadores que hace soñar a todos los aficionados al fútbol, y a los
españoles en particular, tan sólo con saltar al césped.
La
verdadera hazaña de este bloque radica en que ha logrado hacer de una forma de
juego un estilo propio, arraigado en el subconsciente de todos y cada uno de
ellos, un sello de identidad que muchos intentan imitar pero que nadie consigue
plasmar al cien por cien. Como muestra tenemos a la Alemania de 2010 y o la
Italia de la final, dos auténticos equipazos basados en una filosofía similar a
la española pero que no pudieron superar al original, siendo derrotados, e incluso
humillados en el último caso. ¿Que a qué se debe este fracaso? La respuesta es
sencilla: puedes tener un Özil y un Schweinsteiger, un Pirlo y un Montolivo que
jueguen de maravilla, pero jamás tendrás a un Xavi y un Iniesta que te muevan a
tu equipo y al rival como les venga en gana. No, eso es imposible. Estos
hombres son únicos, y por suerte, españoles.
Pero,
seguramente conscientes de que jamás alcanzarían la excelencia en el juego que
tiene La Roja, desde estos países se ha criticado a la Selección diciendo que
le falta profundidad y que su juego era aburrido, en un intento de ensalzar el
espíritu nacional aún a sabiendas de que eran inferiores cualitativamente. Como
los números están ahí para consultarlos y dar la razón al que la lleva, estos
me dicen que España es la más goleadora, la menos goleada y la que más posesión
ha tenido de toda la Eurocopa. Pero no queda ahí la cosa, a pesar de no jugar
con un nueve titular fijo y de los experimentos de los falsos nueves, etc.,
España puede decir orgullosa que cuenta en sus filas con el máximo goleador de
la Eurocopa. Ni Ronaldo, ni Ibrahimovic, ni Balotelli, ni Gómez, al final el
pichichi fue un hombre muy criticado y en el que muy pocos creían, Fernando
Torres. Y volviendo al tema del aburrimiento, ¿algún aficionado al fútbol que
se precie puede decir que esta final de la Eurocopa fue aburrida? España y Xavi
dieron un recital pocas veces visto, una lección magistral de cómo aunar
belleza y efectividad en un mismo estilo.
Como ya he
comentado antes, ahora esta selección está considerada como la mejor selección
de la historia del fútbol en base a los títulos obtenidos. En mi opinión, a los
títulos sólo hay que darles el valor que tienen. Bien es cierto que es muy
difícil encadenar tres torneos importantes en cuatro años, de hecho es la
primera vez que se consigue, pero tampoco me parece justo que se juzgue a una
selección exclusivamente por lo que ha logrado. Ahí tenemos a un auténtico mito
como la “Naranja Mecánica”, aquella del “Fútbol Total”, que lo único que ganó
fueron tres disgustos, dos en las finales de los mundiales de 1974 y 1978, y
uno intermedio en las semifinales de la Eurocopa de 1976, pero que sin embargo
está situada a la altura de otras como el Brasil del 70, la Argentina del “Pelusa”
o la Alemania de Beckenbauer. Sería absurdo entrar a una comparación directa
entre estas grandes selecciones y la España actual debido a las diferentes
épocas, pero sí que veo una ligera aunque importante diferencia con respecto a ellas.
¿Qué hubiera sido de la Alemania del Kaiser sin el Kaiser? ¿Y de la Argentina
de Maradona sin Maradona? ¿Y del Brasil del 70 sin Pelé? Nunca lo sabremos, pero
lo que es seguro es que su nivel se vería rebajado considerablemente. La
diferencia es que España no depende de un único futbolista, depende del bloque.
Sin ir más lejos, en esta Eurocopa se ha presentado sin dos pilares
fundamentales, su líder dentro del campo, Carles Puyol, y el máximo goleador de
la historia de la Selección, David Villa. Se dice pronto, pero para cualquier
equipo estas bajas hubieran supuesto un adiós definitivo al campeonato. Para
cualquier equipo menos para España. Porque incluso sin que Xavi mostrara su
verdadero nivel hasta la final, ha ido pasando de ronda con autoridad y
brillantez, aunque no por todos apreciada. Y es que cuando no es Iniesta, es
Silva; cuando no es Silva, es Alonso; cuando no es Alonso, es Torres…
Cualquiera de los veintitrés jugadores que forman esta selección es capaz de
decidir un encuentro en el momento menos esperado. Esa es la diferencia de un
equipo que ha sabido restructurarse y suplir bajas de vital importancia como
las de Marchena, Capdevila o Senna con jugadores de un nivel incluso superior
como Piqué, Jordi Alba o Busquets.
Y ya
dejando a un lado lo estrictamente futbolístico, lo mejor que tiene este equipo
son sus valores humanos, unos valores que no son una mera pose, y que muestran
al mundo porque les salen de dentro. ¿A quién no le emocionó ver a Torres, con
el trofeo de máximo goleador en juego, regalarle el último gol de la final a su
amigo y mayor apoyo en esta durísima temporada en el Chelsea, Juan Mata? Bien,
pues esto es sólo un pedazo de esos valores que menciono, también hay otros
como el recuerdo a los que ya no están en la camiseta de Cesc, el querer ganar
hasta el último minuto en el partido frente a Croacia cuando ya no nos jugábamos
nada, la camiseta que sacó Iniesta cuando metió el gol más importante de su vida,
y un largo etcétera que sería imposible de enumerar aquí. Es por estos valores,
por el juego, por el bloque, por el espíritu de superación, por el
compañerismo, por las ganas de ganar, que esta selección es única, irrepetible
e inimitable.
PabloG.
Cierto cabrón portugués no consiguió estropear la fiesta inyectando veneno durante dos años. (Ahora mismo debe fastidiarle que los epítetos para España –claramente “barcelonizada”– él nunca los recibirá.)
ResponderEliminarUn grupo así es muy difícil de repetir. Es más, creo que no se repetirán –parafraseando a Serrat– “esos locos bajitos” que provocan la desesperación del rival: “niño, deja ya de joder con la pelota…”
No os enteráis, pero la admiración por este equipazo es mundial. No me refiero a Europa o a las América, porque ahí es obvio. Ahora mismo estaba revisando unos documentos internos de un gigantesco consorcio informático de la India y… ¿qué coño ponen de carátula? Sí, La Roja, tío. Es una previsión de ganancias y los putos indios no saben jugar fútbol, pero el éxito en 2012 tiene una sola imagen.
Muy de acuerdo, más de un portugués y más de un español, lo que me sorprende sobremanera, debe estar ahora mismo revolcándose en su propia bilis. Y lo mejor es que hay gente que eso nunca lo verá y seguirá rezando para que el Salvador evite un Apocalipsis inevitable.
EliminarEs imposible que jugadores como estos vuelvan a aparecer, al menos tantas grandes figuras juntas. Es por eso que en lugar de intentar desprestigiar la imagen de tan bello grupo, todos deberíamos admirarlo y disfrutar del tiempo que nos quede de él.
La verdad es que sí, parece que si ahora quieres triunfar, tu sello debe ser La Roja o el deporte español, por mucho que le pese a cierto sector del país vecino. O si no que se lo digan a los grandes vencedores de la Eurocopa y que no dejarán de ganar hasta bien pasados los JJ. OO.: los vendedores ambulantes con todo el merchandising de España, desde las clásicas banderas hasta las gafas con luces.