Está
tocado con una varita mágica. Probablemente lo que ha hecho hoy ya lo había
pensado cuando era alevín y jugaba en el Benamiel. Sus compañeros lo buscan. Lo
miran y lo saben. Son conscientes de que Isco domina la jugada antes de que se
produzca. No tiene otra explicación. Ese talento es pura fantasía. Pero aunque
no lo parezca, es real. El niño que creció jugando con sus amigos vestido de
amarillo se adueñará del fútbol vestido de blanco. Hoy, aunque de azul, dio un
paso de gigante: demostró que Europa es su territorio.
No
todo lo lleva en los genes: ese niño que empezó pateando un balón en la Calle
Las Flores de Arroyo de la Miel se ha hecho hombre a base de trabajo duro y
muchos palos. Pero ha sabido sacar siempre lo mejor de cada dificultad que le
ha planteado la vida para mejorar día a día. Primero fue su traumática marcha a
Valencia, alejado de sus padres. Luego, la falta de confianza que tenía Emery
en él, que no lo veía preparado. Después tuvo que hacerse cargo de un Málaga en
descomposición. Y ese cóctel de situaciones complicadas sabe ahora a futbolista
completísimo. Su gol demuestra un claro dominio de la parte técnica del juego;
su primera asistencia, de la parte táctica, siempre bien situado; la segunda
pone de manifiesto que Isco, aparte de tremendo con y sin balón, es listo y
pillo, algo indispensable para ser un gran futbolista.
Pellegrini
terminó de dorar a uno de los mayores talentos de las categorías inferiores de
la selección española. Tuvo paciencia, lo contextualizó correctamente –primero
con Cazorla a su lado, después sin él– y lo exprimió al máximo. Le hizo
comprender el fútbol, darle al juego el ritmo que él deseara. Le puso a sus
pies un equipo de futbolistas de categoría para que bailaran al son del futuro
rey del fútbol. Y el muchacho, que no es desagradecido, se lo devolvió con
actuaciones memorables y muchos gritos de gol. Porque esa es la gran diferencia
entre Isco y el resto de los grandes centrocampistas españoles: su cuota de
goles es altísima.
Buena
culpa de ello tiene su poderoso tren inferior, como hoy demostró en el primer
gol. Rápido en el control, resistió perfectamente el choque para enfilar a
Muslera. Un movimiento soberbio que define el ADN de un futbolista hecho para
elaborar y para definir. Isco va más allá del mediapunta endeble y fino que no
se mueve del sitio para hacer jugar al equipo. Es dinámico, activo y atractivo.
Mientras más área pisa, más se crece. Allí se siente el rey. Uno, dos toques, y
gol. Simple y efectivo. Y ese movimiento de piernas extraño que recuerda a
Romario.
Hoy,
sobre el suelo de la ciudad situada entre dos continentes, Isco dio un clínic
de fútbol. Asistió y goleó; jugó e hizo jugar. Cualquiera que lo buscaba lo
encontraba. Y él se encargaba de hacer buena la sociedad. Se alió con Cristiano
Ronaldo, con Benzema, con Modric, con Di María. Y ninguno salió defraudado. Se
marchó antes de que acabara el partido porque tenía que entrar el otro fútbol,
ese que representan Gareth Bale y su astronómico fichaje, pero antes allanó el
camino para que el Madrid tomara Estambul con el estandarte goleador de un
delantero portugués que es una bestia. Pero sobre todo dejó clara una cosa: es
el elegido.
PabloG.
Que talento, que talento el de Francisco. Un tremendo fichaje el que hizo mi equipo el real madrid, un joven crack el cual en este arranque ya ha hecho un inicio de temporada mejor que de practicamente todos los ''23'' que ha tenido el Madrid en los ultimos 10 años.
ResponderEliminarLo bueno del fichaje aparte de las asistencias que ya han sido varias es que Isco GANA PARTIDOS y aparece en momentos complejos(el Betis o en el partido citado en el articulo del blog).
Ojalá no lo mermen las lesiones.
pd: Carlo, cuida mucho a Francisco, puede ser clave en la eliminatoria de champions, no lo sobre explotes ni lo hagas jugar en exceso, que descanse así tendremos a tope a este crack para la champions y la copa el proximo año.
Se me atropellan las palabras cuando hablo de Isco, así que te responderé con el título de mi artículo: es el elegido.
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