En
el partido más importante de su historia, el mejor Málaga de siempre entró en
escena. Pasarán cien, mil años, y todavía se seguirá recordando aquella noche
en la que una macroestructura de hormigón armado aparentemente inerte, gritó
con una única y poderosa voz para hacer realidad el más dulce de los sueños. El
Málaga está en cuartos porque al final sí que se pudo. Con el talento que
caracteriza a este equipo, pasó por encima de un Oporto que se vio superado en
el campo y en la grada por la desbordante ilusión del pueblo malaguista. Que
todo un bicampeón de Europa, un equipo que hace apenas dos años alzó la Europa
League se sintiera amedrentado en el césped de La Rosaleda sirve para hacerse
una idea del ambiente que se vivió en el feudo malaguista. Y si no les sirve,
déjenlo por imposible: esas sensaciones son indescriptibles.
Un
fogonazo de Isco abrió el camino. Canalizó todas las emociones malagueñas en un
precioso disparo que se coló por la escuadra de la portería de Helton. Fue la
recompensa a un partido soberbio, de menos a más como el Málaga. Comenzó
cohibido y agarrotado. No debe ser fácil llevar todo el peso de tu equipo en el
momento crucial con veinte años. Pero pronto Joaquín se encargó de desatarle.
El del Puerto fue un torbellino con el balón en los pies; un auténtico
revolucionario que cambió el partido de cabo a rabo. Si hasta ese momento el
Oporto, guiado por la paciencia y el talento de Moutinho, estaba siendo el
fantástico equipo de la ida, la irrupción de Joaquín hizo que el Málaga
explotara y que no soltara a su rival desde ese momento. La expulsión de Defour
a los tres minutos de la reanudación fue el punto de inflexión del partido, ya
sólo había un escenario posible: la victoria del Málaga. Y entonces, Santa Cruz
remató con el alma un córner botado por Isco. El dos a cero subió al marcador y
la locura se desató.
Jamás
se había visto nada igual en La Rosaleda. Ni en ascensos, ni en permanencias. Ni
en la mejor de las ocasiones la afición apretó y disfrutó como anoche. Ese
bufandeo tras el segundo gol, ese himno cantado al unísono en los minutos
finales… reflejaron a la perfección la esencia del fútbol, del deporte en
general. Fueron un cúmulo de emociones concentrados en un espacio preciso, en
un tiempo concreto y con un contexto inmejorable. El reflejo en el campo de lo
vivido en las gradas fue Jesús Gámez. En el club desde niño, ayer traspasó con
el equipo de su vida la frontera de los sueños. No notó el cansancio, no se resintió
jamás del esfuerzo. La ilusión jugó por él. Cada internada suya por la banda,
en sociedad con Joaquín, levantó al público y desmontó al Oporto. Tanto, que
Vítor Pereira se vio obligado a introducir a Atsu en la banda izquierda para
impedir –sin éxito– sus incorporaciones ofensivas.
Pero
si el Málaga fue capaz de sostener el partido fue por su impecable labor
defensiva, que dejó a cero al depredador Jackson Martínez, diluido entre la
espesa tela de araña blanquiazul. Un sistema defensivo iniciado por Baptista en
la mediapunta, desde la que pegado a Fernando fue capaz de evitar la fluidez en
las transiciones portuguesas, y rematado por el seguro triunvirato formado por
Weligton, Demichelis y Caballero. Precisamente fue desde la zona más retrasada
donde el Málaga se hizo grande. Liderado por el mariscal Demichelis, el equipo
fue adelantando líneas hasta embotellar definitivamente al Oporto. Mención
aparte merecen Antunes, Iturra y Toulalan. El primero es un seguro de vida; el
segundo, todo corazón; el tercero, un manual sobre fútbol. Entre el chileno y el
francés anularon cualquier conato de revuelta portuense. Se dejaron la piel en
el campo, cada uno con sus peculiaridades estilísticas y técnicas, pero con un
trabajo sobresaliente.
¿Y
qué queda ahora? Disfrutar. Disfrutar como nunca se ha hecho. Porque esto no se
sabe cuándo se volverá a repetir. Estos cuartos de final ya son un extra, algo
que minutos antes del partido muy pocos se imaginaban. Ahora llega el sorteo de
la ilusión. Seguro que habrá bolas calientes, porque la del Málaga contendrá
todo el orgullo, toda la esperanza y toda la ilusión de una ciudad y de una
provincia que quiere llegar un poquito más lejos, dejar su huella en la
historia del fútbol. La suerte está echada y el sueño continuará.
PabloG.
lo de iturra para mi no tiee nombre puro corazon y un mediocampista con una garra uruguaya
ResponderEliminarel partidazo defensivo fue increible, ni una sola ocasion clara de gol para el oporto en los 180 minutos de eliminatoria
retomando a iturra(soy chileno), sampaoli el dt de mi seleccion no lo llama, que acaso hay un pacto con el diablo para que no vaya, lo de caballero, crack crack imbatible, porque no jeuga por argentina
Lo de Iturra y Caballero es incomprensible: son jugadores imprescindibles en uno de los ocho mejores equipos de Europa y no van con su selección. Si alguien me los puede explicar, por favor, le estaría muy agradecido, pero creo que ni los propios Sampaoli y Sabella saben muy bien por qué no los llaman.
EliminarIturra secó el flujo de creación del Oporto con un partidazo increíble. Guerrero, siempre guerrero, se dejó la piel en el campo con tal excelencia que ni tarjeta le enseñaron. Ojalá que renueve pronto con el Málaga.
fijo que renueva
Eliminariturra ese juega por corazon, el jugo en la u de chile que llego a la semi de la libertadores 2010, recibio ofertas pero prefirio a la u. de Chile, 1 año despues samapaoli lo desecho llego al murcia y de ahi al malaga
pareciera ser que hay toda una hermandad o sociedad secreta dedicada unicamente a evitar que caballero e iturra jueguen por sus selecciones, en cuanto al malaga, nunca vi a alguien que pudiera sacarle el juego a su equipo de mejor forma, explota al maximo el talento de cada jugador del equipo y eso tambien los lleva a donde estan
Sí, yo creo que en agradecimiento renovará. Iturra es un hombre humilde, un futbolista de los de antes, de los de verdad.
EliminarEn cuanto al Málaga, la razón no hay que buscarla más que en un sitio: Manuel Pellegrini y su cuerpo técnico. El Ingeniero es un mago, equipo que toca, equipo que hace grande. En Madrid se equivocaron y creo que se deberían estar tirando de los pelos. Perdieron la oportunidad de dominar el fútbol durante unos años. Pero claro, no lo dejaron trabajar y por dos o tres resultados se juzgó un trabajo impecable y, sobre todo, educado y silencioso. Una suerte que ahora esté en el Málaga.
lo del madrid no tiene nombre y yo lo resumo de una forma en la creo tu tambien estaras de acuerdo
Eliminarel madrid venia saliendo de una profunda crisis en la etapa post nanin-calderon, tenia muy mal equipo la plantilla tenia fracturas internas y habia gente apernada
hay el madrid decide traer a un tecnico de procesos pidiendo un resultado inmediato, cuando lo debieron hacer fue traer a un tecnico cortoplacista(Mou) y luego cuando todo se hubiese calmado ir a pelearle la hegemonia al barca con un proyecto una idea cosa que el maid no tenia pero que ahora a pesar de todo tiene.
Flo es un excelente empresario peor no tiene idea de futbol
al menos ahora zidane de director deportivo no lo ha hecho nada de mal, el ficho al gran varane