Rey de Reyes
Se
enfrentaban en el Olimpia Stadium de Berlín el Borussia Dortmund y el Bayern de
Múnich en el mejor partido que se puede ver actualmente en Alemania, más aún si
está encuadrado en el contexto de la final de la DFB Pokal, la copa alemana. El
bicampeón de la Bundesliga y el flamante finalista de la Champions League se
volvían a ver las caras unas semanas después de que los de la cuenca del Ruhr
les endosaran una dolorosa derrota a los bávaros que les privó del campeonato
liguero. Volvió a estar divido Berlín, esta vez con sus calles inundadas por
los colores rojo y amarillo de los seguidores de ambos equipos.
El
partido contó con un ritmo trepidante desde el pitido inicial, ya que a los
tres minutos de juego y tras una gran jugada combinativa del Dortmund, Luiz
Gustavo recuperó el balón pero cometió un gravísimo error al ceder el balón
atrás, ya que Blaszczykowski aprovechó el fallo y se la puso en bandeja a
Kagawa para que el japonés la mandara al fondo de las mallas. El Dortmund
golpeaba primero.
Tras
el tanto, el Bayern intentó despertar, y tuvo una magnífica ocasión en los pies
de Mario Gómez tras un pase interior de Robben, pero Weidenfeller se mostró muy
valiente y abortó la ocasión. Como consecuencia de la jugada, el portero
aurinegro se llevó un fuerte golpe por el que tuvo que ser atendido durante
cinco minutos en el terreno de juego.
Después
del parón, pareció como si el partido comenzara de nuevo y se pudo ver el
planteamiento de ambos entrenadores, fieles a su estilo: el Dortmund intentaba
generar peligro con un fútbol de toque, aunque sin crear ocasiones claras; el
Bayern buscaba el tanto del empate mediante un fútbol de empuje, típico alemán,
y lograba aproximarse más a la meta del Borussia. Fruto de una de estas
aproximaciones fue un pase interior de Kroos para Gómez, al que Weidenfeller
arrolló en la salida, por lo que el colegiado señaló la pena máxima y esta vez
Robben no falló, como ocurriera en el encuentro liguero, y puso las tablas en
el marcador.
Con
el empate, el Bayern acosó a su rival y tuvo a tiro el segundo tanto con una
internada de Ribèry por la izquierda a la contra que finalizó con un disparo de
Lahm, sacado por Hummels bajo palos. Un minuto más tarde, llegó un duro
varapalo para el Dortmund, ya que Weidenfeller, que arrastraba molestias de la
jugada con Gómez, tuvo que ser sustituido por el casi inédito Langerak.
Pero
no por eso se desmoralizó el campeón de liga, que vio como tras una buena
jugada colectiva, Schmelzer era derribado en el área por Boateng y el árbitro
pitaba una nueva pena máxima. Hummels colocó el balón en el punto y desde los
once metros batió a Neuer, que acertó a tocar el esférico pero no fue
suficiente para evitar el tanto.
Comenzaban
a gustarse los aurinegros, que se aprovechaban del desajuste defensivo bávaro y
buena muestra de ello fue la jugada que desencadenó el tercer tanto del
Borussia, en el que tras un envío largo de Hummels, Lewandowski la peleó arriba
y Boateng se comió el balón, por lo que Kagawa aprovechó el error y se la cedió
al delantero polaco que fusiló a Neuer para, prácticamente, sentenciar el duelo
a sólo tres minutos para el final de la primera mitad.
En
la segunda mitad, Müller entró por Luiz Gustavo para intentar arreglar la
situación, desfavorable para su equipo. Empezó bien el Bayern, con mucho
empuje, lo que puso en aprietos al Dortmund. Pero los de Jürgen Klopp supieron
aprovechar los espacios que dejaba el centro del campo bávaro para salir con
velocidad a la contra comandados por Blaszczykowski, aunque fallaban en el
último pase, algo que no hizo Grosskreutz cuando, tras una genial contra de
Kagawa, le puso el gol en bandeja a Lewandowski para que la clavara y lograra
el cuarto. El Dortmund abusaba de un Bayern demasiado impotente.
El
Gigante de Baviera, apelando a su orgullo, volvió a asediar a la defensa
aurinegra a la contra aprovechándose de la velocidad de sus extremos. Primero
fue Robben quien puso un centro medido a Mario Gómez que el hispano-alemán
transformó en un testarazo que se estrelló en el travesaño. Luego fue el turno
de Ribèry, que recibió en la frontal y tras fintar a Schmelzer con un regate de
crack, batió a Langerak con la izquierda. No perdonó el ídolo francés.
Pero
este partido había sido entero de un Dortmund que quería más y más, y en medio
de un ambiente festivo, Gündogan filtró un pase al que Neuer llegó con aparente
facilidad, pero entonces se le escapó el balón al cancerbero bávaro y
Blaszczykowski aprovechó la ocasión para centrar el esférico y que Lewandowski
lograra un hat trick y el quinto de su equipo.
Al
final, el Dortmund se llevó su tercer entorchado copero y el primer doblete de
su historia en una final en la que dio una absoluta lección de fútbol al Bayern
de Múnich y demostró por qué está considerado como el mejor equipo de Alemania
actualmente. La figura del partido fue Robert Lewandowski con sus tres tantos,
respaldado por las genialidades de Gündogan, Blaszczykowski o Kagawa, del que
pudo ser su último partido con la camiseta aurinegra.
ALINEACIONES
Borussia
Dortmund: Weidenfeller (34’ Langerak); Piszczek, Hummels, Subotic, Schmelzer;
Kehl, Gündogan, Grosskreutz, Blaszczykowski (83’ Perisic), Kagawa (80’ Bender);
Lewandowski.
Bayern
Múnich: Neuer; Lahm, Boateng, Badstuber, Alaba (69’ Contento); Luiz Gustavo
(45’ Müller), Schweinsteiger, Kroos, Robben, Ribèry; Gómez.
PabloG.
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